La selección de Colombia sumó tres importantes puntos y paso al hexagonal final del Sudamericano sub’20 después de vencer por la mínima y sin mucho brillo ni excesivo esfuerzo a Venezuela, que quedó eliminada. Los cafeteros subieron a lo más alto de la clasificación del grupo B e iguala a seis puntos con Brasil y Uruguay, los charrúas con un partido menos. El choque de hoy mostró a una Venezuela que volvió a ser el equipo sin complejos y valiente que plantó cara a Brasil en el anterior partido, pero le costó superar los tres cuartos de cancha. Colombia no lo permitió y sólo la velocidad de Jhon Murillo y el pequeño Yanowsky Reyes acercaron a la Vinotinto al arco rival. Colombia gestionaba sus jugadas con mayor criterio y añadía un plus de peligrosidad, pero sin que sus acciones de ataque se sucedieran con consistencia a lo largo de los minutos. Una buena internada por el costado derecho del lateral Luis Orejuela, dos remates de Alfredo Morelos y un lanzamiento de falta que Deinner Quiñones estrelló en el palo fueron las ocasiones más claras de Colombia en un primer acto trabado. Los de Carlos Restrepo tuvieron que esperar a la segunda mitad para ver puerta, y lo hicieron por partida doble en los primeros 15 minutos, aunque sólo uno subió al marcador. Primero Jeison Lucumí estrelló un balón en el larguero a saque de falta y el rechace lo aprovechó Rafael Borré para mecer las mallas, pero el árbitro entendió que el delantero se encontraba en posición incorrecta cuando se botó el libre directo y anuló el tanto. Unos minutos después Lucumí abrió el marcador con un golazo, conduciendo la bola desde la derecha, tirando la diagonal hacia el centro, labrándose un hueco para lanzar un inapelable zurdazo. Paradójicamente ambas acciones cafeteras llegaron cuando Venezuela pasaba por sus mejores momentos, decidida a no darse por vencida en el torneo y luchando con sus armas más poderosas, la velocidad de sus jugadores de banda. A través de uno de ellos, Murillo, pudo disponer la Vinotinto de un penalti a favor en una acción muy dudosa que acabó con el jugador caído dentro del área, pero el árbitro no determinó pena máxima. Venezuela necesitaba ganar, pero sólo en el minuto 88 dispuso de otra buena ocasión de gol con un disparo de Jaime Moreno. Las urgencias forzaron la doble amarilla de Yanowski Reyes cuando el partido moría, símbolo de la impotencia de un equipo que con esta derrota dijo adiós al campeonato.