¡LA MEJOR PRIMAVERA DE LOS ÚLTIMOS 12 AÑOS!

(Mensaje de Luis Alberto Matta, tras conocer aprobación de su Residencia Permanente en Canadá)

Al comenzar esta reflexión viene a mi memoria una profunda y bellísima máxima de Aristóteles: “La dignidad no consiste en nuestros honores, sino en el reconocimiento de merecer lo que tenemos”.

 

Luis Matta
Luis Matta

Efectivamente y sin temor a equivocarme, siempre he tenido la convicción de que merezco la residencia permanente en el Canadá. No solo porque aprecio y respeto profundamente este país y sus instituciones democráticas, también porque he trabajado arduamente, pagado impuestos correctamente, voluntariado con felicidad, edificado honorablemente a mi hijo y respetado milimétricamente todas las normas que rigen esta sociedad. Sin lugar a dudas, junto a mi familia hemos contribuido con sencillez y entusiasmo a hacer de Canadá un lugar mejor para vivir!

 

Aparte de la excelente conducta personal y familiar a lo largo de mi vida (tanto en Colombia como en Canadá), he completado satisfactoriamente todos los requerimientos exigidos a un refugiado legítimo por la ley de inmigración canadiense. Luego entonces, para terminar mi limbo migratorio solo faltaba que las agencias de seguridad desestimaran informes secretos provenientes probablemente de personas o antiguos funcionarios del gobierno colombiano, que vergonzosamente menoscaban la dignidad de los defensores de derechos humanos de Colombia.

 

Alinearse con las iniciativas de paz y con las víctimas del conflicto colombiano, poner en primera línea los derechos humanos y los anhelos de justicia social, declarar simpatía y afiliación por propuestas alternativas como la Unión Patriótica, publicar artículos y libros acerca del origen del conflicto colombiano, y sobre el genocidio contra la UP, no puede ni debe asimilarse con semejante descaro y cinismo a propaganda pro-insurgencia.

 

Hubo mala fe de quienes empantanaron mi proceso inmigratorio al ofrecer una versión tergiversada de mi pasado a las autoridades canadienses. Y hubo cierto grado de analfabetismo político y apresuramiento de los organismos de seguridad locales al aceptar estas versiones manipuladas de la realidad colombiana.

 

Agradezco infinitamente a mi abogada presente (y anteriores), a la iglesia Menonita, a Amnistía Internacional, a CASA-LACSN, al Centro Nueva Vida, al FCJ Refugee Centre, a quienes escribieron mensajes, cartas y reportes independientes, a todas las personas y demás organizaciones que respaldaron mi campaña (que sigue hasta tener la tarjeta de residencia en mi mano), y que aspiramos se mantendrá en solidaridad con otras personas que enfrentan situaciones de limbo en Canadá.

 

También agradezco a las autoridades canadienses que finalmente atendieron mi solicitud, revisaron el caso con la evidencia aportada, y particularmente al oficial de inmigración que concluyó que no soy inadmisible en Canadá desestimando preocupaciones de seguridad, y al oficial del departamento federal de justicia que envío el mensaje alentador que me devuelve la esperanza: “I have now been informed that your client (Luis) has also passed his criminal background check and should be landed by the end of this month”.

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