El gobierno de Canadá ha tomado una medida decisiva en su lucha contra el crimen organizado al designar a siete grupos criminales latinoamericanos como entidades terroristas. Esta acción, anunciada el pasado 20 de febrero, se alinea con una decisión similar adoptada recientemente por Estados Unidos. Entre las organizaciones incluidas en la lista se encuentran el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación de México, la Mara Salvatrucha de El Salvador y el Tren de Aragua de Venezuela. Esta designación otorga a las autoridades canadienses herramientas legales adicionales para combatir las actividades ilícitas de estos grupos, incluyendo el tráfico de drogas y la trata de personas.
La inclusión de estas organizaciones en la lista de entidades terroristas permite al gobierno canadiense congelar sus activos y propiedades, así como prohibir cualquier forma de apoyo financiero o logístico a sus operaciones. Esta medida busca interrumpir sus redes financieras y limitar su capacidad de reclutamiento y expansión dentro de Canadá. Además, se espera que fortalezca la cooperación internacional en la lucha contra el crimen organizado transnacional.
Acusados al detalle
Cártel de Sinaloa
Fundado a finales de la década de 1970 por Pedro Avilés Pérez, el Cártel de Sinaloa ha sido una de las organizaciones de narcotráfico más influyentes de México. Bajo el liderazgo de Joaquín “El Chapo” Guzmán e Ismael “El Mayo” Zambada, el cártel consolidó su dominio en el noroeste de México, abarcando desde Coahuila hasta Baja California Sur, y extendiéndose hasta la península de Yucatán. Este grupo es conocido por su capacidad para traficar grandes cantidades de drogas, incluyendo fentanilo, hacia Estados Unidos y otros países, así como por su implicación en actos de violencia y corrupción.
Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG)
Surgido en 2007 bajo el nombre de “Los Mata Zetas”, el CJNG se ha consolidado como uno de los cárteles más poderosos y violentos de México. Liderado por Nemesio Oseguera Cervantes, alias “El Mencho”, el CJNG controla una extensa franja del territorio mexicano, desde las costas de Jalisco hasta Veracruz. Este cártel es reconocido por su participación en el tráfico de diversas drogas y por su uso de tácticas paramilitares para expandir su influencia y eliminar a sus rivales.
La Nueva Familia Michoacana
Esta organización criminal tiene su base en el estado de Michoacán, México. Además de sus actividades relacionadas con el narcotráfico, se ha informado que controla una parte significativa de la producción de aguacate en la región, utilizando la intimidación y la violencia para mantener su dominio.
Cártel del Golfo
Con una larga historia en el panorama del narcotráfico mexicano, el Cártel del Golfo ha experimentado fragmentaciones internas en los últimos años. A pesar de ello, continúa involucrado en el tráfico de drogas y en el contrabando de migrantes a lo largo de la frontera entre México y Estados Unidos.
Cárteles Unidos
Esta coalición de grupos criminales opera principalmente en el estado de Michoacán, México. Se formó como una alianza de cárteles más pequeños con el objetivo de enfrentar a organizaciones rivales y consolidar su control sobre actividades ilícitas en la región.
Tren de Aragua
Originado en Venezuela, el Tren de Aragua comenzó como una banda carcelaria y ha evolucionado hasta convertirse en una amenaza regional. Sus actividades delictivas incluyen el tráfico de personas y otros delitos graves.
Mara Salvatrucha (MS-13)
Conocida por su extrema violencia, la Mara Salvatrucha, o MS-13, se originó en Los Ángeles, California, y posteriormente se expandió a El Salvador y otros países. Esta pandilla está involucrada en una variedad de actividades delictivas, incluyendo el tráfico de drogas, extorsión y asesinatos.
La decisión de Canadá de designar a estas organizaciones como entidades terroristas subraya la creciente preocupación internacional por el impacto de estos grupos en la seguridad global. Al adoptar medidas más estrictas contra ellos, Canadá busca proteger a sus ciudadanos y contribuir a los esfuerzos internacionales para desmantelar las redes delictivas que operan más allá de las fronteras nacionales.
