Canadá en Alerta: Inician los 16 Días de Activismo contra la Violencia de Género en medio de un preocupante aumento de casos

La campaña internacional 16 Days of Activism Against Gender-Based Violence comenzó este 25 de noviembre en Canadá, en un contexto particularmente alarmante: las cifras de violencia de género han aumentado en varias provincias y los servicios de apoyo enfrentan una creciente demanda. El Gobierno Federal y distintas organizaciones comunitarias han hecho un llamado urgente para colocar este problema en el centro del debate público.

La iniciativa, que se extenderá hasta el 10 de diciembre —Día Internacional de los Derechos Humanos—, busca crear conciencia, promover la educación y movilizar a instituciones, comunidades y ciudadanos frente a todas las formas de violencia contra mujeres, niñas y personas de género diverso.

Una crisis silenciosa: cifras que preocupan

Aunque Canadá es reconocido internacionalmente como un país comprometido con la igualdad, la violencia de género sigue siendo un problema persistente. Datos recientes indican un incremento en los reportes de violencia doméstica, agresiones sexuales y control coercitivo después de la pandemia.

En Ontario, British Columbia y Alberta, distintos cuerpos policiales reportaron incrementos de llamadas de emergencia por conflictos domésticos durante el último año. La presión económica, la precariedad habitacional y la crisis de salud mental están exacerbando las dinámicas de abuso en el hogar, según coinciden varios especialistas.

Organizaciones como Assaulted Women’s Helpline y Toronto Rape Crisis Centre han reportado saturación en sus líneas de atención, lo que evidencia un fenómeno de mayor alcance de lo que reflejan las denuncias oficiales.

Las mujeres más vulnerables: indígenas, inmigrantes y jóvenes

Mujeres indígenas

Estudios federales muestran que las mujeres y niñas indígenas enfrentan tasas de violencia física o sexual hasta tres veces más altas que el resto de las mujeres en Canadá. Esta desigualdad histórica refleja décadas de abandono institucional, racismo sistémico y falta de recursos adecuados en sus comunidades.

Mujeres inmigrantes y recién llegadas

Para las mujeres migrantes, la violencia se complica por barreras lingüísticas, dependencia económica, desconocimiento de sus derechos, temor a afectar su estatus migratorio y falta de redes familiares.

En la comunidad latinoamericana, organizaciones sociales señalan que muchas víctimas tardan en buscar ayuda por miedo, vergüenza o presión cultural.

Adolescentes y mujeres jóvenes

El aumento de la violencia en relaciones digitales —acoso, chantaje, control a través de redes sociales, difusión no consentida de imágenes— está afectando de manera específica a las jóvenes de 15 a 24 años. Este fenómeno, cada vez más común, requiere nuevas estrategias de sensibilización y prevención.

La realidad en Toronto y el GTA

En la región del GTA, refugios y líneas de apoyo han reportado una demanda sin precedentes. En Toronto, los servicios municipales registraron un aumento significativo en solicitudes de alojamiento de emergencia para mujeres con hijos.

Además, varias organizaciones han alertado sobre el aumento de casos no denunciados en comunidades multiétnicas. En la comunidad hispana, trabajadoras sociales destacan que muchas mujeres enfrentan situaciones complejas relacionadas con el idioma, precariedad laboral o dependencia económica del agresor.

A pesar de ello, los recursos existen: líneas en múltiples idiomas, refugios seguros y servicios gratuitos de asesoría legal, psicológica y migratoria.

Respuesta del Gobierno de Canadá

El Gobierno Federal ha reiterado su compromiso con la erradicación de la violencia basada en género. Como parte del Budget 2025, se anunció financiamiento para fortalecer refugios, ampliar campañas educativas y apoyar programas diseñados por comunidades según sus propias realidades culturales.

Además, continúa la implementación del Plan Nacional para Acabar con la Violencia de Género, que incluye cooperación con provincias y territorios, capacitación policial y campañas públicas para detectar señales tempranas de abuso.

Sin embargo, organizaciones críticas sostienen que aún persisten brechas serias: falta de vivienda asequible para mujeres en fuga, largas listas de espera para terapia psicológica y poco acceso a servicios culturales y lingüísticos para comunidades migrantes.

Recursos de ayuda disponibles

• Assaulted Women’s Helpline (24/7): atención en múltiples idiomas, intervención en crisis y derivación a refugios.

• ShelterSafe.ca: mapa nacional de refugios para mujeres en riesgo.

• YWCA Toronto: programas de protección, vivienda y apoyo psicosocial.

• Toronto Rape Crisis Centre / Multicultural Women Against Rape: ayuda confidencial con enfoque multicultural.

• Línea 211 Ontario: acceso a todos los servicios sociales y comunitarios.

• Servicios comunitarios latinos: asesoría en español para mujeres migrantes.

Un llamado a la comunidad hispana

La violencia de género no distingue origen ni estatus migratorio. Sin embargo, la comunidad hispana enfrenta desafíos particulares: el silencio cultural, la vergüenza, la dependencia económica y la falta de redes de apoyo.

Es crucial recordar que en Canadá toda mujer tiene derechos plenos, independientemente de su estatus migratorio, y puede recibir protección policial, apoyo legal y acceso a refugios sin costo.

También es clave el rol de amigos, vecinos y familiares: acompañar, escuchar sin juicio, compartir información y romper estigmas puede salvar vidas.

Una responsabilidad compartida

Mientras Canadá inicia estos 16 días de activismo, la pregunta es clara: ¿qué estamos haciendo como sociedad para proteger y empoderar a las mujeres?

Más allá de campañas oficiales, la lucha contra la violencia de género es un compromiso colectivo que requiere educación, empatía y acción constante.

Hablar del problema es el primer paso. Actuar es lo más importante.

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