Especial para Correo Canadiense
En medio de conflictos y crisis climáticas, una iniciativa solidaria nacida en Toronto se convierte en símbolo de esperanza para el sur de Ecuador. Un contenedor de 40 pies, con 2.200 filtros de agua y 2.200 lámparas solares, partió rumbo al cantón Piñas, en la provincia de El Oro, para asistir a comunidades afectadas por las intensas lluvias.
La acción fue posible gracias a las donaciones de GlobalMedic y a la coordinación de la Parroquia San Lorenzo, liderada por monseñor Hernán Astudillo, figura clave en el apoyo a la comunidad latina en Toronto.
Un viaje solidario
El cargamento fue preparado el 17 de julio en Etobicoke, con la ayuda de más de diez voluntarios. “Mientras los países ricos envían bombas, nosotros enviamos filtros de agua”, expresó monseñor Astudillo durante la jornada.
Desde Toronto, el contenedor fue trasladado a Montreal, donde la naviera completó los trámites. El 8 de agosto zarpó con destino a Ecuador, en una ruta que atraviesa aguas del Atlántico y pasa por Estados Unidos, México, Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica, para luego cruzar el Canal de Panamá hacia el océano Pacífico. Posteriormente, bordeará las costas de Colombia y Venezuela, hasta llegar al puerto de Posorja el 22 de septiembre.
De Posorja a Piñas
Una vez en tierra, un tráiler llevará el contenedor a Piñas, en un viaje terrestre de seis horas. La distribución estará a cargo de la alcaldesa Teresa Feijó, quien explicó que, además de apoyar a las comunidades rurales de Piñas, la donación beneficiará también a comunidades del cantón vecino de Chaguarpamba, igualmente afectadas por la emergencia invernal.
“Llegaron en el momento indicado. Estos filtros ayudarán a proteger la salud de cientos de familias”, afirmó la alcaldesa Feijó.
Por su parte, Rahul Singh, director de GlobalMedic, señaló: “Sabemos lo vital que es el agua purificada, especialmente para niños y niñas. Esperamos que esto ayude a las familias”.
Solidaridad que cruza fronteras
Es la segunda vez que Piñas recibe una donación de esta magnitud desde Canadá. Más que un simple envío logístico, se trata de una red de apoyo entre comunidades que comparten un objetivo común: garantizar el acceso al agua limpia.
En un mundo saturado de malas noticias, esta historia es una excepción luminosa: personas comunes organizándose para defender un derecho esencial.

