Bolivia. Rodrigo Paz a la presidencia

Tras la primera vuelta de las elecciones presidenciales de Bolivia, las cuales marcaron un cambio en la historia política de ese país sudamericano, el pasado 19 de octubre se celebró el balotaje, cuyo ganador fue el centroderechista Rodrigo Paz, del Partido Demócrata Cristiano.

Según datos del Sistema de Resultados Electorales Preliminares, Paz obtuvo el 54,61 por ciento de los votos (tres millones 356 mil 937 sufragios), superando al expresidente Jorge “Tuto” Quiroga —representante de Alianza Libre y de la derecha—, quien alcanzó el 45,39 por ciento.

Con la toma de posesión del nuevo mandatario el próximo 8 de noviembre, finalizarán las administraciones del Movimiento al Socialismo (MAS), en el poder durante casi las últimas dos décadas.

Futuro de cambios

Para voces nacionales y extranjeras, el resultado representa el cierre de una época signada por la izquierda, bajo la conducción de Evo Morales y Luis Arce, el gobernante saliente, quienes en los últimos tiempos se habían distanciado entre sí.

Como se señaló en este espacio en la edición del 21 de agosto, el MAS quedó fuera por primera vez del balotaje; un hecho que, según diversas fuentes, refleja su crisis interna, la polarización y el desgaste acumulado tras años en el poder.

En el contexto posterior a la primera consulta, expertos calificaron como una sorpresa el logro de Paz —considerado un político moderado e hijo del exgobernante Jaime Paz Zamora (1989-1993)—, ya que nunca figuró entre los favoritos en las encuestas previas y, aun así, encabezó las votaciones entre ocho contendientes.

Recientes reportes de prensa recordaron que, durante su campaña electoral, el vencedor —con una carrera que incluye haber sido alcalde de Tarija y senador— prometió “capitalismo para todos” y se posicionó como una alternativa pragmática frente a la polarización partidista.

Analistas afirman que un factor clave en el triunfo de Paz fue su conexión con votantes más jóvenes y de clase trabajadora, alcanzada en gran parte gracias a su compañero de fórmula, el vicepresidente electo Edman Lara, un ex capitán de policía muy popular por sus denuncias de corrupción en redes sociales.

“Este binomio ganó porque, si no querías votar a la derecha tradicional ni al MAS, no había otra opción”, opinó el economista Armando Ortuño, citado por el diario español El País.

A criterio del periodista Raúl Peñaranda, director del portal de noticias y opinión Brújula Digital, Paz logró posicionarse con un discurso que se autodefine como el de “un capitalista de los pequeños emprendedores”, ofreciendo una vía para que las personas afectadas por la burocracia puedan normalizar su actividad económica.

Desafíos del nuevo gobierno

En reiteradas ocasiones, el presidente electo ha afirmado que el país “pide un cambio de gobierno y demanda un nuevo rumbo”, algo que evidencia la transición en marcha.

De acuerdo con medios de comunicación y expertos, entre los retos inmediatos de la próxima administración estará garantizar el suministro de combustible, ante las dificultades que enfrenta la empresa estatal de energía para obtener divisas que permitan realizar importaciones.

“Estamos coordinando de la mejor manera posible para que llegue el tan necesario hidrocarburo —gasolina y diésel— y, a partir de ello, brindar tranquilidad a la población. Empezaremos a aplicar aquello que el pueblo de Bolivia aprobó como programa principal en esta segunda vuelta”, adelantó Paz.

Asimismo, el nuevo gobierno deberá enfrentar la escasez de dólares y las presiones sobre la moneda boliviana, además de gobernar sin mayoría en el Congreso, lo que lo obligará a construir coaliciones con otras fuerzas políticas, particularmente con los diputados que apoyan a Quiroga.

Otro desafío será manejar adecuadamente las relaciones con Estados Unidos, país que, mediante su secretario de Estado, Marco Rubio, declaró estar listo para colaborar con Bolivia en “prioridades compartidas, como el fin de la inmigración ilegal, la mejora del acceso a los mercados para la inversión bilateral y la lucha contra las organizaciones criminales transnacionales”.

En el ámbito internacional, Paz ha señalado que su país “recuperará paso a paso su lugar en el escenario global”, tras 20 años en los que, a su criterio, Bolivia perdió presencia geopolítica y geoeconómica.

José Oscar Fuentes
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