Claudia Sheinbaum cumplió un año como la primera presidenta en la historia de México, y su gestión en ese cargo —con un respaldo de más del 70 por ciento de sus compatriotas, según encuestas— ha estado encaminada a consolidar el proceso de positivos cambios nacionales.
Heredera de un proyecto político que continúa, la jefa de Estado, en el poder desde el 1 de octubre de 2024, imprimió un sello propio a su administración para mantener la elevada popularidad y lograr excelentes resultados en diversos frentes, a pesar de los constantes desafíos.
“El nuestro es un gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo de México”, manifestó recientemente la mandataria en el Zócalo capitalino, reafirmando así su compromiso con la llamada Cuarta Transformación.
Por la ruta trazada
Siguiendo la senda de su predecesor, Andrés Manuel López Obrador (2018-2024), la presidenta mexicana promovió aumentos al salario mínimo e impulsó programas sociales de amplio alcance.
A esas iniciativas, consideradas fundamentales para reducir la pobreza, Sheinbaum añadió tres nuevos programas: apoyo bimestral a mujeres de 60 a 64 años, becas para alumnos de escuelas públicas y atención médica domiciliaria para ancianos y personas con discapacidad.
Paralelamente, recordaron medios de comunicación como la agencia Prensa Latina, surgieron planes educativos al estilo del Bachillerato Nacional, que integra y armoniza todos los sistemas de Educación Media Superior. Asimismo, se robustecieron las Universidades del Bienestar Benito Juárez y la Rosario Castellanos amplió su alcance a todo el país.
El fortalecimiento de las principales estructuras de salud pública, precisó esa fuente, fue otro tema esencial en la agenda de Sheinbaum. Hasta agosto se habían inaugurado 15 hospitales, y se proyecta la apertura de otros 16 antes de concluir 2025, para totalizar 31 instalaciones.
Bajo su gobierno comenzó la construcción de 249 mil viviendas, a lo cual se suma el otorgamiento de 236 mil apoyos y créditos para mejorar hogares, así como la entrega gratuita de 189 mil escrituras a familias.
También inauguró obras iniciadas en el sexenio anterior, como el tramo Escárcega–Chetumal del Tren Maya y varios Centros de Atención a Visitantes en zonas arqueológicas, además de iniciar nuevos proyectos de carreteras, ferrovías, agua potable y saneamiento.
Por otra parte, la inversión extranjera directa alcanzó un máximo histórico en el primer semestre de 2025, con 21 mil 400 millones de dólares, más del doble del registro en el mismo período de 2018, de acuerdo con cifras oficiales.
“Hay confianza en nuestro país”, ha manifestado en varias ocasiones la presidenta, quien además ha respaldado reformas constitucionales y legales para garantizar derechos a los más vulnerables y fortalecer la soberanía nacional.
Sheinbaum, opinan analistas, tampoco descuidó el combate a la inseguridad, un problema que sigue siendo la principal preocupación de los mexicanos.
Datos oficiales indican que desde el 1 de octubre de 2024 hasta el pasado 8 de septiembre, las fuerzas del orden detuvieron a 32 mil 400 personas por delitos de alto impacto, decomisaron 16 mil armas de fuego y confiscaron 245 toneladas de drogas.
El descenso de la violencia se refleja en una reducción del 32 por ciento en los homicidios dolosos durante los primeros 11 meses de su mandato.
A juicio del académico Carlos Pérez Ricart, la mandataria “se juega el sexenio” en materia de seguridad, pues en ese ámbito puede lograr resultados tangibles y, de esa manera, cambiar la situación actual.

Hacia el exterior
Frente a los aranceles impuestos por el presidente estadounidense Donald Trump a productos de casi todo el mundo, la respuesta serena y estratégica de Sheinbaum acaparó aplausos dentro y fuera de México.
De ese modo, la mayoría de las exportaciones mexicanas a Estados Unidos permanecen libres de tarifas, aunque el país sufre un gravamen del 25 por ciento en bienes fuera del tratado de libre comercio con Estados Unidos y Canadá, así como en el acero y los automóviles.
Al mismo tiempo, la jefa de Estado impulsó exportaciones mediante convenios con Brasil, fortaleció los lazos con Canadá y formalizó la actualización del acuerdo con la Unión Europea.
Para fomentar la producción destinada al consumo interno, la sustitución de importaciones y el fortalecimiento de los envíos al exterior, Sheinbaum lanzó el Plan México, una estrategia que une los sectores público y privado.
Todo esto se ha traducido en un crecimiento del Producto Interno Bruto, una moneda estable y una tasa de desempleo inferior al tres por ciento.
Como plantean diversas voces, queda mucho por hacer, pero Claudia Sheinbaum, capaz de llevar a la carta magna la igualdad de las mujeres, parece decidida a seguir cosechando éxitos como presidenta: la primera y única, hasta ahora, en la historia mexicana.