Unos hablan de contundencia, otros se refieren a sorpresa, y también hay quienes evitan los comentarios; pero las elecciones legislativas del pasado 26 de octubre en Argentina tuvieron como vencedor al partido La Libertad Avanza (LLA), del presidente Javier Milei.
Tal éxito en unos comicios para renovar 127 puestos de diputados y 24 de senadores de ocho distritos fortalece la posición del mandatario y reestructura el mapa político de esta nación sudamericana rumbo a la segunda mitad de la actual administración.
Con el 41 por ciento de los votos a nivel nacional para la Cámara de Diputados, LLA Libertad Avanza superó ampliamente a la coalición peronista Fuerza Patria, que obtuvo poco más de un 29 por ciento, según datos preliminares.
La diferencia, divulgaron medios de prensa, superó los pronósticos de propios y extraños, teniendo en cuenta que apenas un mes y medio atrás el oficialismo padeció una clara derrota en la provincia de Buenos Aires, el distrito más grande del país y donde el peronismo gozó de una ventaja de casi 15 unidades porcentuales.
De esa manera, la fuerza política de Milei ampliará su representación en el Congreso pues pasará de 37 a 101 diputados y de seis a 20 senadores desde el próximo 10 de diciembre.
Aunque carecerá de mayorías propias en las dos cámaras, dicho crecimiento le permitirá consolidar el tercio necesario para mantener vetos presidenciales y negociar con mayor fuerza su agenda de reformas, recalcaron analistas.
CLAVES DEL TRIUNFO
A juicio de expertos, hubo puntos determinantes en un complejo contexto económico y social que inclinaron la balanza a favor de LLA, incluido el voto como garantía de confianza.
La gente decidió mantener el crédito abierto al cambio de enfoque de la economía que propone Milei, expusieron especialistas citados por BBC Mundo.
. Pese al ajuste fiscal implementado y la caída en los ingresos reales de amplios sectores de la sociedad, añadieron, muchos votantes valoraron la reducción de la inflación mensual y el primer superávit presupuestal en más de una década.
También, resultó efectiva la estrategia oficialista de presentar las elecciones como una lucha entre “el bien y el mal”, o “Milei y el regreso del peronismo”.
El politólogo Juan Negri, de la Universidad Torcuato Di Tella, en Buenos Aires, manifestó que la polarización hizo que buena parte de la población prefiriese votar al partido del gobernante.
Por otra parte, estuvo el denominado efecto Donald Trump a partir del paquete financiero del Gobierno estadounidense por 20 mil millones de dólares dirigido a “la estabilización de la economía argentina”.
Como denunciaron diferentes voces, Trump condicionó la iniciativa a un éxito del oficialismo, y los votantes pusieron entonces sus pensamientos en “Milei o el caos”.
REACCIONES, FUTURO, RETOS
Claramente ha sido un día histórico para Argentina, expresó el presidente en la celebración del desenlace en la urnas y prometió que habrá, sin lugar a dudas, el Congreso más reformista de la historia nacional.
Desde la oposición, el gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, reconoció los resultados y advirtió que Milei se equivoca si festeja que seis de cada 10 argentinos manifestaron desacuerdo con su modelo.
Más allá de su victoria, el oficialismo enfrentará evidentes desafíos en la segunda mitad del mandato de Milei, pues LLA deberá tejer alianzas con fuerzas provinciales y otros entes políticos para aprobar su agenda de cambios.
A la vez, la sociedad argentina le va a empezar a reclamar resultados veloces con correspondientes dosis de presión, alertaron reportes periodísticos.
Los problemas de la economía, recalcaron, siguen estando en el mismo lugar que antes y la recuperación social dependerá de una mejora sostenida en el empleo y los salarios reales.
Indudablemente, estos comicios legislativos, cuya participación del 68 por ciento fue la más baja en 40 años para consultas de tal tipo, consolidaron a LLA como primera fuerza nacional y evidenciaron la polarización entre oficialismo y peronismo, con otras agrupaciones políticas dueñas de escaso respaldo.
Milei y LLA alteraron la tendencia consolidada desde el retorno a la democracia en Argentina pues es el tercer presidente desde 1983 que logra elevar su caudal electoral a mitad de mandato.
Queda por ver si ese respaldo es recompensado con la adecuada capacidad del Gobierno para implementar las reformas que promete y, fundamentalmente, mejorar la vida de los argentinos.


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