Ciudad de México fue su cuna. Hija de apasionados de la música, parecía difícil que Yosune Yáñez, NUNNE, no se sintiera atrapada por la magia especial de transmitir en canciones sentimientos y emociones.
“En mi familia se cantaba todo el día, se hacía y se oía de todo tipo de música. Al ver mi inclinación por la música, mi mamá me inscribió a clases de canto y piano ya que tenía edad suficiente. Comencé aprendiendo canto musical y clásico, y a pesar de que aprendí muchísimo, confirmé que lo mío era la música contemporánea”.
A los 13 años, la joven NUNNE ya era parte de School of Rock, una franquicia internacional cuyo enfoque es enseñar a los niños a pararse en un escenario y …’rockear’. Allí la adolescente sí se encontraba en su elemento ya que la institución tiene varios programas que apoyan a que los chicos tengan ‘experiencias reales’ en escenarios y festivales. Y, evidentemente, para lograr ser parte de ellos hay que audicionar.
“A los 15 años logré ser parte de House Band (la banda local) y All Stars (la banda internacional que se forma con los mejores alumnos
de todas las sucursales en el mundo), lo cual me llevó a pisar escenarios como vocalista en
Lollapalooza en Chicago, World Cafe Live en Filadelfia, la Knitting Factory en Nueva York (donde pude compartir el escenario con la leyenda Eddie Ojeda de Twisted Sister), el Foro Indie Rocks, Bajo Circuito y el WTC Mexiquense, entre otros. Habiendo vivido estas experiencias tan chidas como cantante, me di cuenta que mi amor por la música va más allá de ser un intérprete. Me empecé a interesar mucho en la composición y la naturaleza de la música y sus sonidos en sí. Me metí a clases privadas de teoría musical, composición y música de cámara. Y pues como todo… a aprenderle”.
NUNNE confiesa que se sumergió por un buen rato en el mundo de la música clásica para el que
compuso varias piezas para orquesta, cuartetos e instrumentos solistas y a través del Concierto de
Compositores Láncaster, logró que varias de sus composiciones fueran tocadas por músicos profesionales en importantes foros como el Centro Cultural Helénico y el Centro Cultural Ollin Yoliztli en México.
A los 18 años, a inicios de la pandemia de la Covid-19, su familia decidió emigrar a Montreal en donde inició su carrera de Ingeniería en Audio y producción musical en Recording Arts Canada. Al graduarse logró 2 internships (que luego se convirtieron en trabajos a tiempo completo) en estudios de música locales: The Freq Shop y Base Bin Studios.
“Trabajar ahí y convivir con tantos artistas de diferentes géneros y de diferentes orígenes me inspiró muchísimo a perseguir ritmos y melodías con las que no había experimentado antes. (¡Aquí, en Montreal, hay muchísimo jazz, funk y rock experimental!) En Base Bin Studios conocí a los hermanos Lamoureux (Pierre y Francois), quienes me ofrecieron la oportunidad de trabajar para ellos en Fogo, en un proyecto de restauración de audio para Universal Music y The Tragically Hip. De ahí surgieron varias oportunidades también como ingeniera en sonido para Lionel Richie, Earth Wind and Fire, La Ópera de Montreal, entre otros”.
Actualmente, la sobresaliente artista sigue trabajando en Fogo y a tiempo parcial como maestra de canto y piano en escuelas locales, acciones que lleva paralelamente con su recién iniciada especialidad en diseño de sonido en la universidad de Concordia.

EL NACIMIENTO DE LA SELENITA
La Selenita, el álbum debut de NUNNE, nació al migrar a Canadá.
“Sobre todo en un momento tan oscuro y solitario como lo fue el de la Covid-19. Mudarse a un lugar completamente desconocido, con un idioma que ni entiendes (francés), en cuarentena… fue algo espantoso. Conocer gente es súper difícil, las calles están vacías, las tiendas y restaurantes cerrados, la nieve y las
temperaturas bajo cero… en fin. Extrañas tu casa. Mira, en México componía música todo el día, a pesar de tener mil cosas que hacer; ahora, imagínate cómo componía en una pandemia en la que no había ni a dónde salir. Naturalmente, muchas de mis líricas y composiciones derramaban añoranza a casa. Escribir música era para mí como ir al psicólogo y desahogarme”.
“Extraño las cumbias callejeras… extraño bailar.”(Se suma), “Me siento sola y perdida” (Náufragos), “¿Cómo me va a gustar un lugar a donde vine a morir? Extraño mi casa” (México), “Nunne, ya sé que estás deprimida, pero no abandones tus sueños nunca”(Ojos de Plata)…. en fin. Desahogo”.
La joven comenzó a tomar inspiración de diversos artistas y géneros, sin limitarse a un tipo de música en específico: C Tangana, Natalia Lafourcade, Nathy Peluso, Mon Laferte, Cardi B, Juan Gabriel, Rawayana, Perotá Chingó, Juanes, Orishas, entre otros. De esa rica mezcla nació su popurrí musical, que mezcla géneros que van desde el clásico bossa nova, bolero y son cubano hasta algo más urbano como el hip hop y reggaetón.
“La comunidad latina en Canadá es enorme, y entre los artistas siempre estamos apoyándonos. A pesar de haber una barrera de lenguaje entre mi música y el público anglófono/francófono, los ritmos y la pasión siempre hablan por sí solos. Muchas veces veo gente que no sabe ni una palabra en español cantando en español. Es increíble. ¡Yo creo que los latinos estamos conquistando Canadá!”
NUNNE conquista Canadá y nuestros corazones, una razón para no perderle el paso a esta joven artista que todavía tiene muchísimo que ofrecer. Su camino empieza pero su nombre ya está visible entre lo mejor de la música latina.