En la segunda parte del artículo, Las Bahamas: Más que Sol, Arena y Mar, quiero explorar aspectos adicionales de la cultura bahameña. En la primera parte, mencioné que Bahamas está histórica y culturalmente vinculada al Caribe. Esto es significativo porque geográficamente no está ubicada en el mar Caribe, sino en el océano Atlántico Norte, más cerca de América del Norte.
A pesar de la proximidad con nuestros vecinos del noroeste, nuestras diferencias culturales contribuyen a distinguir la sociedad bahameña de las demás. Una de ellas, como mencioné en la primera parte del artículo, es la celebración del Junkanoo, el cual fue reconocido internacionalmente luego de que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura lo incluyera en oficialmente en la Lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en 2023. ¡Este fue un momento de mucho orgullo para los bahameños!
Entonces, me place compartir más sobre los aspectos culturales de mi país. Además de la manera en que solemos celebrar (con música) nuestras diferencias se ilustran en lo que comemos y la forma en que hablamos.
En el caso de la comida, la cocina bahameña utiliza diversas especias para condimentar los alimentos. Estas permiten preparar platos con una mezcla perfecta de sabores, calientes y picantes, o dulces y salados, transformando preparaciones simples en comidas deliciosas. Algunos aliños utilizados son el tomillo, las cebollas, los tomates, los pimientos verdes, el ajo, el apio, la lima, la naranja agria y, sobre todo, los pimientos picantes (éstos ultimos se usan frescos, secos o mezclados).
Por ejemplo, al preparar un pescado (como el mero) para la cena, lo que se acostumbra es, tras limpiarlo, hacerle cortes en el cuerpo, o “scorch it” (como se conoce en dialecto criollo), aplicarle una mezcla de sal y pimienta fresca en las grietas y su cavidad, y exprimirle lima por encima.
Otra comida puede consistir en “guandules y arroz”, ensalada de patatas, macarrón, plátano y coleslaw, acompañados por una carne (pescado, cerdo o pollo). En este caso, el coleslaw o plátano, sirve como el componente saludable de la comida (la verdura). Un trozo de carne acompañado de arroz, patata o maíz, y una verdura o ensalada se considera un plato típico.
En el caso de los desayunos, en Las Bahamas se incluyen proteínas como el pollo (tipo “chicken souse”) y el pescado hervido o guisado. Este concepto es peculiar porque, en la mayoría de las culturas, la primera comida del día normalmente se asocia con gofres, panqueques o huevos.
Otras de las especialidades locales viene a ser “conch salad”, la cual se prepara con caracolas frescas, cortadas en trozos pequeños y mezcladas con cebollas, tomates, pimientos picantes, mangos, piñas, zumos de lima y naranja y una pizca de sal. ¡Delicioso!
En cuanto a la manera de hablar del bahameño, nuestro idioma marca una diferencia cultural importante. El idioma nativo se conoce como criollo bahameño (con base en el inglés), el cual se ha sido descreolizado a lo largo de los años, pero que aún es utilizado diariamente por la mayoría de la población.
Nuestro idioma criollo ha adoptado términos que son exclusivos de Las Bahamas, siendo la palabra “bey” una forma típica de saludarse. Es común también escuchar “tío/tía”, “güey”, “chabón”, “compa”, “parcero/parcera”, en tanto que un jitney se refiere a un modo de transporte público, popular y económico que, coloquialmente, que se asemeja a “guagua”, “buseta” o “camión”.
Otros términos coloquiales suelen ser “potcake”, el cual se usa para describir a un perro callejero que, por lo general, es de raza mixta y suele ser alimentado con las sobras que quedan en la olla al final de la comida; Switcha viene a significar “limonada” o bebida refrescante elaborada a base de limas y limones; y “dem” que viene a ser un pronombre colectivo popular utilizado para referirse a un grupo de personas y que equivale al pronombre de tercera persona del plural, “ellos”. Hay una plétora de palabras que integran el léxico bahameño de carácter único.
Finalmente, creo que en cualquier país hay aspectos distintivos que los separan de los demás que es necesario reconocer, apreciar, respetar y proteger para resguardar su cultura. En este caso reitero:¡Ojalá que todos tengan la oportunidad de experimentar y disfrutar la cultura de Las Bahamas!
Ryan Rahming
Estudiante de 3er año de Biología en la Universidad de Toronto.