Cuando bajan las temperaturas, una sopa reconfortante puede ser el mejor abrazo del día. Esta versión cremosa de calabaza con un toque de jengibre es ligera, nutritiva y fácil de preparar. Ideal para una cena cálida o como entrada elegante, combina dulzor natural con un sutil picante que despierta el paladar.
Ingredientes (4 porciones):
1 kg de calabaza pelada y cortada en cubos
1 papa mediana (opcional, para más cremosidad)
1 cebolla pequeña picada
2 dientes de ajo
1 trozo de jengibre fresco (2-3 cm), pelado y rallado
1 litro de caldo de verduras o pollo
2 cucharadas de aceite de oliva o mantequilla
Sal y pimienta al gusto
100 ml de crema de leche o leche de coco (opcional)
Semillas de calabaza o perejil para decorar
Modo de Preparación:
1. En una olla grande, calienta el aceite o mantequilla y sofríe la cebolla durante 3-4 minutos hasta que esté transparente. Agrega el ajo y el jengibre, y cocina un minuto más.
2. Incorpora la calabaza y la papa, mezcla unos minutos y vierte el caldo.
3. Lleva a ebullición, baja el fuego y cocina tapado durante 15-20 minutos, hasta que la calabaza esté muy blanda.
4. Retira del fuego y tritura todo con una batidora de mano o licuadora hasta obtener una crema homogénea.
5. Añade la crema de leche o leche de coco si deseas una textura más suave. Ajusta sal y pimienta.
6. Sirve caliente y decora con semillas tostadas o perejil.