El diálogo reflexivo se desarrolla entre dos personas y permite valorar la relación y hacer un análisis de la situación que se quiere explorar. Su objetivo es que ambos puedan aportar a construir esa reflexión y de esta manera poder hacer acuerdos donde las dos partes se sientan en equidad.
Es necesario que en este intercambio ambas partes estén en el mismo nivel y desde el respeto, la empatía, la comprensión y la confianza estén abiertos a hacer este diálogo a partir de preguntas abiertas que generan la reflexión. Sin emitir juicios, ni culpar, ni criticar.
Ambas partes deben estar dispuestas y con mucho respeto a escuchar los diferentes puntos de vista de cada uno. La idea es que los dos puedan expresarse y sentirse escuchados.
Con discernimiento evaluar qué se va a preguntar, formulando preguntas que sean respetuosas y poder entender cuándo se debe intervenir y cuándo se debe estar en silencio. Dar espacios para que cada uno se exprese.
Hay tres pasos:
1. Describir lo que sucedió.
Se pueden hacer estas preguntas:
¿Cómo te sentiste ante esta situación?
¿Qué opinas de lo que ocurrió?
¿Qué otra cosa hubieras podido hacer?
2. Diálogo de reflexión
El propósito principal de estas preguntas es conocer realmente lo que piensa la otra persona. A través de las preguntas que generan la reflexion, la persona puede expresar lo que hizo, lo que sintió, lo que pensó y en esa expresión poder mirarse y poder crecer en esa relación.
La idea es poder ir a la reflexión más profunda para entender sus pensamientos, emociones, sus sistema de creencias, sus ideas que generaron determinada forma de actuar.
Una forma de favorecer ese proceso es parafrasear lo que la persona mencionó.
Se debe evaluar cuáles de estas preguntas aplican y la idea no es formular todas las preguntas porque no es un interrogatorio. Ten siempre presente que es una conversación donde ambas partes pueden descubrir lo que cada uno esta pensando y desde este lugar llegar a las soluciones y proponer acuerdos.
Utiliza las preguntas que apliquen a la situación y que favorezcan el intercambio para ambas partes.
¿De acuerdo a lo que escuché, entendí que estabas sintiéndote…?
¿Qué quieres decirme cuando me expresas…?
¿Estás diciendo que…?
¿Podrías darme un ejemplo de…?
¿Qué estás suponiendo de…?
¿Piensas que esta situación está justificada?
¿Por qué supondría eso?
¿Podrías darme un ejemplo para tener claridad acerca de tu idea?
¿Cuáles son tus razones para decir esto?
¿Estás de acuerdo con esas razones?
¿Qué criterios tienes para…?
¿Cuál sería otra forma de decir esto?
¿Sería posible tener otras opiniones sobre este tema?
Suponiendo que no estés de acuerdo conmigo, ¿qué piensas que te podría decir?
¿Qué pasaría si sugiriera …?
¿Puedes tratar de ver la situación desde mi punto de vista?
¿Qué podría deducir de lo que dices?
¿Cuáles serían las probables consecuencias de esta situación?
¿Piensas que esta es una pregunta apropiada?
¿En qué grado es relevante esa pregunta?
¿Qué supone esa pregunta?
¿Cómo nos va a ayudar esa pregunta a solucionar esta situación?
¿Estamos más cerca de la solución?
¿Qué acuerdos propones?
3. Cierre: Diálogo de compromisos para realizar acuerdos.
Para finalizar el proceso, se da una recapitulación de lo realizado en este diálogo. De manera que, se promueve que ambas partes tomen decisiones a partir de lo que pudieron deducir del intercambio reflexivo y las conclusiones a las que se llegaron.
Se proponen los acuerdos para acciones futuras. Es importante registrar estos acuerdos, verificar que se están cumpliendo y determinar cuál logra que la relación se vuelva mas confiable y cercana.
Comunicación amorosa:
Utilizar esta palabras lograrán una mayor cercanía.
En vez de utilizar esta frase/ Utiliza esta comunicación amorosa
Pero/ Me gustaría complementarlo con
Debes/ Es necesario
Porque/ Me gustaría conocer el motivo…
Tienes que/ Es importante que..
Tú nunca/ Algunas veces he observado que
Tú siempre/ Con alguna frecuencia he notado que
No es cierto/ Entiendo tu punto de vista
No seas bruto/ A veces nos hace falta más información
Te lo advertí/ Cómo harías para obtener otro resultado
Me molesta que/ Te propongo que
No quiero que tú/ Cómo te parecería si tú
Estás equivocado/ Comprendo que en tu experiencia sea así
No soporto cuando/ Me sentiría feliz si
Por qué me haces eso/ Me gustaría saber la razón
Por qué pones esa cara/ Entiendo como te sientes
Eso es problema tuyo/ Estoy seguro que puedes encontrar la solución
Cómo pudiste ser tan/ Comprendo que es tu forma de hacerlo
No hagas esto o aquello/ Te gustaría ensayar de otra manera
Solo a ti se te ocurre/ Se que hiciste lo mejor que podías
Te dije que no lo hicieras/ Me encantaría que pudieras contar conmigo
Para qué te dieron la cabeza/ Déjame ayudarte
Dra. Olga Lucía Salinas
Terapeuta holística