Soy dueño de un edificio de departamentos. Los vecinos dijeron estar nerviosos porque han notado que una inquilina habla sola. Tuve que ir a su vivienda a preguntarle:
—¿Con quién conversa, señora?
—Con mi hijo y con mi marido.
—Pero todos sabemos que usted vive sola.
—Hijo, ven un momentito, por favor —dijo la mujer mirando hacia el dormitorio
Un par de zapatitos salieron corriendo y se situaron enfrente de la mujer.
—Hola, mami, ¿qué pasa?
A su lado un encendedor le dio fuego a un habano, vi salir humo de él mientras, asombrado, pregunté:
—¿Cómo lo hizo?
—Es que me casé con el hombre invisible.
Servando Clemens
Mexicano, de Huatabampo (Sonora), empresario; ganador del II Concurso Oscar Wilde de Cuento, organizado por Boukker, y miembro del equipo de redacción de la revista literaria Cuentos en Red (cuentosenred.com).