Contar con un seguro previo que atenúe los riesgos a los que pudiera enfrentarse un emprendedor en entorno donde cualquier demanda puede tirar por la borda cualquier iniciativa comercial, fue la primera recomendación que ofreció la corredora de seguros, Violeta Ayala, a los asistentes a la sexta sesión del Programa de Capacitación para Emprendedores Latinos organizado por el Centro de la Herencia Hispana (HCHC) en Toronto.
Durante el encuentro, la especialista en seguros que cuenta con más de 16 años de experiencia y una de las carteras de clientes latinos más grandes de Toronto, brindó una panorámica sobre el rubro de los seguros comerciales, enfatizando que poder contar con un respaldo financiero es muy necesario, especialmente “en el país de la demanda, donde -si te pasa algo- es seguro que te tocará pagarlo”.
Este tipo de seguro tiene por finalidad proteger la seguridad financiera del negocio tomando en cuenta que la mayoría de las actividades profesionales presentan riesgos. De esta manera, se puede proteger el patrimonio de la empresa como a los empleados ante una desafortunada eventualidad durante el ejercicio de sus labores.
-Por eso le insisto a la gente, especialmente a los nuevos emprendedores, que no vinimos desde nuestros países a trabajar tan arduamente para después pagar las consecuencias de no saber cómo funcionan las cosas. Cuando vamos a emprender tenemos que proyectar que, así como que nos va a ir muy bien, también es importante saber que hay riesgos a considerar, acotó.
Ayala explicó que el seguro comercial no es mandatorio de por sí para las empresas, pero se vuelve un requisito a la hora de adquirir o rentar una propiedad, ya que el arrendatario está obligado por ley a pedirlo como uno de los requisitos indispensables para cerrar la operación inmobiliaria.
Asimismo, aclaró que cada póliza es distinta “porque no todo el mundo necesita lo mismo”. Cuando la aseguradora evalúa los tipos de negocio, “por ejemplo, no es lo mismo montar un restaurante que una zapatería” toma en cuenta el nivel de riesgo de la actividad para ofrecer determinados productos y, en consecuencia, las primas correspondientes.
Es decir, esa tarifa que es solicitada mensual, trimestral o anualmente está específicamente basada en la probabilidad de que alguien haga un reclamo. Por lo tanto, si una persona/empresa es de alto riesgo para la aseguradora, pagará primas más altas porque tendrá más posibilidades de presentar una reclamación. Sin embargo, esta tarifa pudiera variar con el tiempo para algunos tipos de seguro.
Este monto final también depende de: tipo de seguro, edad, género, historial de reclamos, historial médico, deducible, tipo de cobertura, tipo de automóvil, valor de tu hogar y muchos factores más.
Sin embargo, cuando se contrata un seguro previo que incluya tópicos de mercados regulares el empresario se salvaguarda -desde el inicio del emprendimiento- a la hora de necesitar un seguro más grande porque su negocio está creciendo. “Una de las preguntas que te van a hacer las aseguradoras al momento de cotizar un seguro es la fecha en que estableciste tu negocio. ¿Por qué? Porque si dices que comenzaste en 2007, por ejemplo, y 17 años después es que te interesar por asegurarte, eso podría significar que alguien te lo está pidiendo y no necesariamente que deseas protegerte, es decir, el riesgo es mucho mayor y en consecuencia las primas.
Finalmente, Ayala comentó que existen varios tipos de cobertura de seguro comercial:
Responsabilidad civil: el cual le permite protegerse contra cualquier falta cometida hacia sus clientes. También existe un seguro de responsabilidad vinculado a sus productos.
Propiedad comercial: relativo a dos tipos de propiedad comercial: bienes muebles y bienes inmuebles.
Vehículos comerciales: cuando su automóvil es la principal herramienta de trabajo.
Riesgos cibernéticos: para prevenir daños vinculados con herramientas tecnológicas.
Pérdida de ingresos: en caso de siniestro, su actividad comercial podrá verse paralizada durante un determinado periodo de tiempo. Esta cobertura compensará esta pérdida de ingresos hasta que se reanude su actividad.