Canadá es un país que, si bien abre la puerta a los migrantes que están en busca de mejores oportunidades laborales, económicas o sociales; en su mayoría, las personas se enfrentan a la gran barrera del idioma. Ello las obliga a trabajar de dos a tres jornadas, viviendo los menores de la familia la ausencia de los padres en casa.
La Dra. Olga Lucía Salinas, terapeuta holística transformacional con más de 20 años de experiencia, reconoce: “en esa falta de cercanía el corazón se rompe y cuando el corazón se rompe, pues ahí es cuando empiezan los problemas”.
La autora de Sanamente, en la versión digital e impresa de Correo Canadiense nos habló de la necesidad de tener una motivación desde que uno nace, estar conectado con la vida. Una de las recomendaciones: es tiempo, para crear relaciones y que esas relaciones sean realmente cercanas, de no lograrlo, las personas pueden experimentar depresión o culminar en el suicidio.
La Dra. Olga Lucía Salinas nos habló de la importancia de tener hobbies o pasiones en la vida, por ejemplo: bailar, cantar, meditar, compartir tiempo con las personas o hacer voluntariado; es decir, cualquier cosa que alimente el alma. Crear relaciones de amor y la capacidad para poder enfrentar dificultades en la vida.
De acuerdo con su experiencia, sanar al niño interior, es el principio de las terapias que la Dra. Salinas trabaja con sus pacientes, con preguntas simples como: ¿cuál era la relación con sus padres? ¿cuál era la relación con sus parejas? Y cualquier tipo de trauma, o hecho que le permita reconocer el origen. Posteriormente con ayuda del tapping, basado en la medicina tradicional China de los meridianos, y pequeñas estimulaciones en el cuerpo se logra liberar la emoción estancada.
De ahí la importancia de que el adulto trabaje con su niño interior, para sanar los traumas o ayudarlo a ver desde otro enfoque lo que vivió en otro momento.
Otra de las opciones de terapia es la búsqueda de creencias, por ejemplo: ¿para qué necesitas seguir manteniendo ese trauma? ¿cuál es el beneficio de seguir pensando ese sistema de creencias negativo? Y aunque parecieran simples preguntas, para los pacientes hay un beneficio de su parte inconsciente que los hace mantenerse bajo esas creencias de adultos.
Pero ser parte de una sociedad, tener trabajo, familia y estar en un entorno específico, puede generar expectativas que al final del día, si no se cumplen también genera estrés o depresión. Para ello la Dra. Salinas recomienda preguntarse: “¿qué expectativas tengo yo, pero que sean aterrizadas?” Es decir, la cantidad de expectativas, la calidad, el apego, debido que ninguna situación será similar a otro momento o a otra persona.
Esas expectativas las cargan los migrantes al estar lejos de su hogar, un duelo que se debe trabajar por lo que se dejó: familia, amigos, comida, clima y ropa; siendo un proceso para aprender a soltar.
Pero también las madres, las parejas pues, al decir de la especialista, “las expectativas son las que más afectan al ser humano”.
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