El escenario estaba listo, los tambores sonaron, las bailarinas danzaron y el Candombe celebró 20 años, desde que por primera vez se tocó en Canadá.
A través del poema “Negra Paloma” escrito por Graciela Mantero, musicalizado por el director Carlos Anesetti e interpretado por su nieta, Ayesha Barboza, se recordó a “la abuela de todos” como Sergio Barboza, su hijo, la nombró.

Como invitado especial, el legendario Eduardo Da Luz, cantante, músico, autor y director de espectáculos regresó a Toronto por quinta ocasión, dijo “para mi es una gran responsabilidad poder mostrarla por el mundo y saber con gran satisfacción que a cada lugar donde voy siempre hay tambores, siempre hay gente y para mi es divino venir con ello, y siempre que puedo vuelvo”.
Este 3 de diciembre se celebró también, el Día Nacional del Candombe, la Cultura Afrouruguaya y la Equidad Racial declarado en 2009, Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura. (UNESCO).

El Candombe surgió en la época del virreinato como un medio de expresión de los africanos esclavizados que desembarcaban en los puertos de Montevideo y Buenos Aires, que a través de los tambores y la danza se comunicaban.
Sergio Barboza, dijo “es un honor, es un orgullo, poder representar mi país, poder representar mis raíces, representar mi música, en un país tan maravilloso como Canadá”.
De esta manera la noche terminó a ritmo de Candombe y Magia Negra.