La música reduce los síntomas depresivos y mejoran los desafíos de comportamiento en general. También pueden mejorar el bienestar emocional y la calidad de vida y reducir la ansiedad.
Escuchar música beneficia el bienestar en general, ayuda a regular las emociones, y crea felicidad y relajación en la vida cotidiana. También puede trasladarnos a un estado de ánimo mucho más positivo, recordar momentos felices, aumentar la autoestima y la confianza en nosotros mismos.
Escuchar música puede reducir la ansiedad, la presión arterial y el dolor, además de mejorar la calidad del sueño, el estado de ánimo, el estado de alerta mental y la memoria. Puede provocar sentimientos de alegría, tristeza, excitación o calma.
Es eficaz para la relajación y el manejo del estrés. La música alegre puede hacer que te sientas más optimista y positivo sobre la vida. Un ritmo más lento puede calmar tu mente y relajar tus músculos, haciéndote sentir tranquilo mientras liberas el estrés del día.
Nuestros cerebros están estructural y funcionalmente programados para responder a estímulos rítmicos, armónicos, y melódicos. Se ha comprobado que la musicoterapia produce cambios estructurales y fisiológicos en el cerebro, impulsando la neuroplasticidad y reestructuración de circuitos neuronales, entre otros.
La música se ha utilizado como terapia alternativa en el tratamiento de la depresión, el autismo, la esquizofrenia y la demencia, así como para los problemas de agitación, ansiedad, insomnio y abuso de sustancias.
Su poder sobre la salud y el bienestar de las personas ya ha sido probado clínicamente. Su capacidad para ayudar a reducir la presión sanguínea y el ritmo cardíaco tiene efectos inmediatos sobre los niveles de estrés y ansiedad, por ejemplo. Pero, además, en pacientes con problemas de salud mental o con diferentes niveles de consciencia, por la sedación o algún tipo de afección neuronal, incluso a corto plazo, se ha probado que potencia los sentidos y la propiocepción.
Los principales beneficios de la música sobre y para la salud son:
• Reduce la presión sanguínea y el ritmo cardíaco
• Ayuda a bajar los niveles de estrés y ansiedad
• Mejora la motricidad
• Activa la memoria y la atención
• Favorece la creatividad, la verbalización de sentimientos y pensamientos
• Potencia los sentidos, la propiocepción
• Mejora la estimulación cerebral, el sistema inmune y los ritmos biológicos
• Favorece la neuroplasticidad y la reestructuración de circuitos neuronales
• Se han comprobado resultados beneficiosos en trastornos de personalidad, ansiedad, del sueño y depresivos y en fobias.
• Se ha probado su eficacia como parte de algunas terapias alternativas al autismo, la esquizofrenia y la demencia.