1. Reduce la ansiedad y el estrés
Escuchar la música que nos gusta ayuda a rebajar considerablemente los niveles de cortisol, una hormona que se relaciona directamente con el estrés. Teniendo en cuenta de que tanto este como la ansiedad son dos de los males más frecuentes en nuestro alrededor, es algo a tener en cuenta.
2. Contribuye a un menor dolor físico
Aunque parezca increíble, la música puede ser un tratamiento bastante eficaz contra los dolores. No en sí por la melodía que escuchamos, pero sí por las endorfinas que nuestro cuerpo libera cuando disfruta con la música. Esto hace da la música la compañera perfecta para personas que padecen dolencias como migraña o artritis.
3. Mejora la memoria
Este es uno de los beneficios más populares de la música y uno de los más destacados también para los niños. Esta comprobado que estudiar o trabajar escuchando música hace que nos concentremos mejor en nuestras tareas, algo que funciona mejor con ciertos estilos. ¿Sabías que la música de Mozart es capaz de activar casi por completo el cerebro?
4. Te hace ser más optimista
La música ayuda a la liberación de dopamina, las conocidas como las hormonas de la felicidad. Por lo tanto, escuchar música como parte de tu vida cotidiana te hará, por norma general, ser una persona con un carácter más alegre. También son muchos médicos los que la utilizan en los tratamientos contra la depresión. Además, la música también es una excelente canalizadora de las emociones, acompañándonos tanto en los buenos momentos como en los tristes.
5. Ayuda a dormir mejor
Aunque no todas las melodías nos ayudarán a conciliar el sueño. La música nos relaja, nos ayuda a evadirnos e, incluso, a meditar. ¿Acaso creías que era una casualidad que a los bebés se les canten canciones de cuna?
6. Mejora la circulación sanguínea
En uno de los efectos positivos de la música en nuestra salud más sorprendentes. La música es capaz de mejorar la circulación sanguínea de nuestro cuerpo porque activa la segregación de óxido nítrico en nuestra sangre, dilatando las venas y mejorando la circulación.
7. Combate desórdenes neurológicos y sirve como tratamiento de lesiones cerebrales
La música es uno de los tratamientos que mejores resultados da, por ejemplo, cuando se aplica en pacientes de Alzheimer, ya que, nuestra mente asocia ciertos sonidos con muchos de nuestros recuerdos. En definitiva, al escuchar música activamos inconscientemente muchas de las áreas de nuestro cerebro, ejercitándolo y luchando contra su deterioro como si de un entrenamiento se tratase.
Escuchar música provoca una gran variedad de actividades y estímulos cerebrales que influyen directamente en aspectos importantes de la vida como el estado de ánimo, el control del estrés, la ansiedad o la fatiga
Reduce la ansiedad: el escuchar tu canción favorita reduce los niveles de ansiedad. La música puede ayudar a rebajar los niveles de cortisol, la hormona relacionada con el estrés.
Contribuye a reducir el dolor: la terapia musical hace que se liberen endorfinas, que actúan como analgésicos naturales. De hecho, existen múltiples estudios que constatan que la música puede reducir el dolor de algunas enfermedades crónicas como, por ejemplo, la artrosis.
Ayuda en desórdenes neurológicos: tales como el Alzheimer, Parkinson o Autismo. Además, la música es como un gimnasio para el cerebro, ya que aumenta la comunicación neuronal, la elasticidad y la plasticidad del órgano.
Fortalece el sistema inmunológico: aumenta la producción de plaquetas, estimula los linfocitos y la protección celular ante determinadas enfermedades. Asimismo, escuchar música también puede disminuir los niveles de cortisol, los cuales pueden conducir a una disminución de la respuesta inmune.
Aumenta el optimismo y protege el envejecimiento cerebral: en especial para personas que sufren procesos de depresión.
Potencia la memoria: al escuchar música se activan varias zonas del cerebro por lo que se procesa mejor la información. Varios informes han confirmado que escuchar música o tocar un instrumento hace que se aprenda mejor. Así, según un estudio publicado por científicos de la Universidad de Helsinki, la música de Mozart activa los hemisferios izquierdo y derecho, lo que maximiza el aprendizaje y la retención de información.
Combate el dolor de cabeza: gracias a su efecto relajante y des estresante otro de los beneficios de escuchar música es que puede ayudar a aquellos que padecen de migraña o cefaleas.
Reduce la presión arterial: según una investigación de la Sociedad Estadounidense de Hipertensión, en Nueva Orleans, escuchar 30 minutos de música clásica, celta o raga a diario puede reducir significativamente la presión arterial alta.