Ana Endara es una cineasta panameña. Conversamos con ella apenas llegaba a Toronto para estrenar su primer largometraje de ficción en el TIFF 2024. Querido trópico narra ese milagroso instante, de duración variable, en que dos seres se conectan y logran abandonar sus soledades. ‘Para mí, el corazón de la peli es el encuentro entre dos mujeres muy diferentes, que se acompañan por un momento’, explica la directora. Las mujeres son Mercedes y Ana María. La primera, interpretada por la chilena Paulina García (Gloria), una matriarca que supo ser una exitosa empresaria y ahora cursa una demencia, mientras que la colombiana Jenny Navarrete (El otro hijo) se pone en la piel de Ana María, una mujer que se gana la vida cuidando a personas mayores mientras intenta regularizar su situación migratoria en Panamá. La cineasta nos habló sobre su primera experiencia dirigiendo actrices, de la importancia del humor en el cine y en la vida, y de la presencia de su país, Panamá, en su cine.
-¿De dónde surgió la idea de Querido trópico y por qué decidiste abordar la historia desde la ficción?
-Un poco antes de 2019 comencé a imaginar una historia que pensé que podía tomar la forma de una ficción, en vez de un documental. A partir de ahí fue escribirla y pues aquí estamos. Mañana se muestra al mundo. Entonces al comenzar a imaginar estos personajes tan disímiles pensé, más que encontrarles en la vida real tiene sentido escribirles. Fue así que comencé. También tenía ganas de probar, de hacer algo que no había hecho, ponerme retos. Dentro de una ficción, comparada con un documental, hay mucho de trabajo con actrices que no había hecho antes.
-¿Cómo fue la elección de Paulina García y de Jenny Navarrete? ¿Pensaste en ellas desde un comienzo o las hallaste a través de un proceso de casting?
-Cuando estaba escribiendo no tenía actrices en la cabeza pero una vez comenzó el proceso de casting, Paulina García leyó el guión, le gustó y quiso hablar conmigo. Yo sabía que si a ella le gustaba, pues iba a ser ella. Y esa primera conversación fue todo un encuentro. Y a partir de ahí era de alguna manera sentir que íbamos a hacer algo hermoso. Hubo un poco de trabajo de reescritura para adaptar el personaje a ella. Inicialmente en la historia original, era una persona mucho mayor. Entonces fue como reescribirlo un poco a partir de ahí y luego decidir que obviamente de la mano de Pali, encontrar quién iba a interpretar a Ana María. Fue un proceso muy largo. Con Pali viajamos a Colombia para conocer a las finalistas porque sabía que era un tema de química entre ellas, entonces Pali me acompañó en ese proceso y así llegamos a Jenny.
-Hay un momento de la película en que la relación entre ambas cambia. Es el momento en que el secreto de Ana María se devela. ¿Por qué elegiste esa situación para marcar el quiebre y el acercamiento?
-Para mí el gran logro de esa escena es que tu de alguna manera sientes que va a pasar algo, hay una tensión y que eso termina en una risa, es catártico. Entonces a mí me interesa mucho también el humor en el sentido de que reír nos salva, nos salva de las situaciones complejas que hay en la vida y poder tener esa capacidad de reírnos de nosotros mismos, de reírnos con el otro, es importante. Eso estaba escrito así en el guión. Cuando lo interpretaron fue mucho más allá. Me acuerdo muy claramente de ese día de filmación. Estábamos todos muy conmovidos con lo que pasaba porque era muy contagioso. Hay un momento ahí en Jenny de un suspiro que hace al final de la escena. Es como cuando uno llora mucho, que suelta algo. Siento que a ella le pasó también ahí, que corporalmente ella se sacó un peso de encima. Es muy lindo. Esas son las actrices poniéndole vida a una idea.
-Hay un momento donde están las señoras tomando el té y una de ellas dice ‘Panamá es un secreto bien guardado’. En tus documentales también hay referencias a tu país. ¿Puedes contarme algo más sobre esta alusión?
-Yo creo que todas mis películas tratan de Panamá. Aunque en Querido trópico las dos protagonistas sean extranjeras. Panamá es un país de paso. Mi madre es croata, mi padre es panameño. En Panamá estamos hechos así. Lastimosamente muchas veces le queremos dar la espalda a eso, no lo abrazamos lo suficiente. Eso también es Panamá. Es muy curioso. En la escena esa del té realmente ahí la única actriz es Paulina, las otras tres son mujeres de la vida real. Trabajé con ellas un poco para que se interpretaran a sí mismas. Lo que contaba Patricia es lo que le dijeron a ella cuando llegó a vivir a Panamá hace 25 años atrás. Alguien le dijo Panamá es un secreto bien guardado, te va a gustar. Y ella me lo contó. De ahí salió esa línea, tomando de la vida real, de estas mujeres siendo ellas.
En el sitio web www.anaendara.com se encuentran disponibles tres de los cuatro largos documentales realizados por Ana Endara: Reinas, La felicidad del sonido y Curundú. Son trabajos hechos con un cuidado exquisito y extremadamente bellos que vale la pena descubrir.
Vanesa Berenstein
Encargada de Programación del Festival de Cine Latinoamericano de Toronto (LATAFF)
Investigadora en MAP Centre for Urban Health Solutions, St. Michael's Hospital, Unity Health Toronto