Entrevista a la productora de cine española Araceli Pérez Rastrilla

TORONTO, ONTARIO - SEPTEMBER 07: Araceli Pérez Rastrilla, La Vida attends the 3rd Annual Spanish Fiesta Night At TIFF 2024 at Malaparte on September 07, 2024 in Toronto, Ontario. (Photo by Unique Nicole/Getty Images)

En los últimos años, el campo artístico se ha visto conquistado por un fenómeno misterioso y fascinante: el cine y la literatura de terror y fantástico realizados por mujeres. No es que no hubiera mujeres que trabajen estos géneros en el pasado; hay exponentes clásicos como Mary Shelley, autora de Frankenstein (1818), o Emily Brontë, quién publicó la novela gótica Cumbres borrascosas en 1847. Sin embargo, lo que distingue esta tendencia actual es la masividad y el interés que despierta tanto en las audiencias como en los lectores, además de la introducción de temáticas feministas y problemáticas actuales relacionadas con la mujer.

El interés por esta narrativa fue el punto de partida para una conversación con la productora de cine española Araceli Pérez Rastrilla, quien visitó Toronto en el marco del Toronto International Film Festival, específicamente para participar en el Foro de Coproducción Internacional, organizado por ICEX, la agencia española para la promoción de la exportación e Inversiones, y por el Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA).

Pérez Rastrilla se formó trabajando con Álex de la Iglesia, a quien reconoce como su maestro y con quien fortaleció la pasión que ya tenía por el género y por la búsqueda de nuevos talentos. Tras una década de experiencia como productora ejecutiva en filmes como Venus de Jaume Balagueró, La piedad de Eduardo Casanova, Veneciafrenia y El cuarto pasajero de Álex de la Iglesia, crea su propia productora con sede en Madrid, llamada La vida, y participó del foro en Toronto presentando su futuro proyecto cinematográfico, La cura, que será dirigida por Gigi Romero.

-Existe una tendencia creciente que se manifiesta en el cine y la literatura, con un número cada vez mayor de mujeres explorando los géneros de terror y fantástico. Ejemplos notables recientes incluyen The Substance, de Coralie Fargeat; Huesera, de la mexicana Michelle Garza Cervera; o El agua, de la española Elena López Riera. En la literatura destacan figuras como la argentina Mariana Enriquez o la cubana Elaine Vilar Madruga. En estas obras aparecen temas de género, la maternidad, la violencia contra la mujer, así como cuestiones políticas y sociales, y están ganando una resonancia cada vez mayor tanto entre la crítica como en el público (o en los lectores, en el caso de la literatura). ¿Has reflexionado sobre este fenómeno?

-Absolutamente. De hecho gran parte de mi obsesión por hacer mis propios proyectos nace de la necesidad de generar una red de apoyo entre nosotras, para que el talento femenino que quiere contar sus propias historias pueda rodearse de personas que lo apoyen. Ellas siempre han querido narrar sus historias, pero nadie les estaba apoyando. No había nadie que las escuchara. Ya no es una cuestión generacional, sino de apertura mental, de cómo la sociedad ha cambiado su forma de entender la ficción, el género y la voz que este género tiene. Referencias de maestros del género tenemos muchísimas, pero la lista de cine de género realizado por mujeres es muy pequeña. Por supuesto que ha habido directoras, pero siempre han estado relegadas a una figura y voz más masculinas dentro del género, no sólo en el terror, sino también en el fantástico. Creo que ahora es un momento muy bueno en el que, por fin, esas mujeres están teniendo esa voz que siempre tuvieron, pero que ahora se les está apoyando. En España, el género sigue siendo un poco un tabú, especialmente en cuanto a mujeres que quieren contar lo que les dé la gana en el formato que les dé la gana. Si quieren hacer cine gore, que lo hagan; si quieren hacer body horror, que lo hagan. Esta apertura está empezando a darse ahora en España.

-¿Qué crees que encuentran las mujeres cineastas en el género fantástico o de terror para narrar historias sobre mujeres? ¿Aporta algo nuevo a la manera de contar estas historias?

-Claro, si partimos de la base de que hemos sido educadas dentro del fantástico. En realidad es una forma de escape. Tanto el género de terror como la comedia son géneros que abordan la normalidad, el costumbrismo, problemas reales, la vida, el mundo y las personas, bajo un paraguas que puede ser el humor o el miedo. Estos géneros utilizan los problemas del ser humano para llevarlos al extremo. Es una especie de huida. Se utiliza el género para huir de algo que nos está afectando en nuestra vida, ya sea problemas, o conceptos básicos del ser humano, como el amor, la envidia y el miedo, todo dentro de una atmósfera de terror o de género. Podemos contar cosas que, de otra forma, no nos atreveríamos a contar. Quizás para las mujeres, el género sea un altavoz perfecto para contar nuestros problemas y nuestras movidas vitales. Además, conocemos muy bien el miedo.

-Quería preguntarte también sobre el proyecto en desarrollo que presentaste en Toronto. ¿De qué trata?

-Se llama La cura y trata sobre una pareja, Javier y Elena, que se quieren muchísimo. Javier tiene una extraña enfermedad que no tiene cura, y Elena lo cuida. Él no quiere contárselo a nadie de su alrededor para no sentirse víctima y está aterrado. Le han dicho que su enfermedad es terminal y que no sobrevivirá. Están intentando buscar nuevos métodos científicos y tratamientos, pero un día, Javier le dice a Elena que ha conocido a un grupo de extraños que dicen tener una especie de cura alternativa. Elena cree que se está volviendo loco, pero finalmente acepta, y los extraños llegan a su casa para generar unas curas que vamos a ver si ayudan a que Javier sobreviva o si realmente a quien vuelven loca es a Elena. La película habla sobre las relaciones tóxicas de pareja y el dolor que nos podemos hacer mutuamente. Habla de cómo no podemos salir de esas relaciones que sabemos que nos hacen daño, pero, por lo que sea, nos sentimos atrapados y, en realidad, la única cura es salir de la relación.

-¿Qué te genera el festival de Toronto? ¿Es la primera vez que estás aquí? ¿Cuáles son tus impresiones?

-Sí, es la primera que estoy aquí físicamente. Hay películas en las que he trabajado como productora ejecutiva que han estado en Toronto. Estoy encantada. Amo los festivales que dan pie a hablar de género, no solo de género cinematográfico, sino de género femenino. Ojalá pueda venir muchos años más. Espero que La cura sea el primer proyecto de La vida que se estrene en Toronto.

*Vanesa Berenstein es encargada de programación del Festival de Cine Latinoamericano de Toronto (LATAFF) y curadora del área de cine de Inspirad@s.

Vanesa Berenstein
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Encargada de Programación del Festival de Cine Latinoamericano de Toronto (LATAFF)

Investigadora en MAP Centre for Urban Health Solutions, St. Michael's Hospital, Unity Health Toronto