Escribir es todo un reto

La escritura es una de las formas de arte más versátiles. Los géneros pueden ir desde cuentos infantiles hasta grandes obras históricas. Encontrar el estilo que más se ajuste a tu prosa o tu poesía es todo un reto. Hay personas afortunadas que pueden escribir en más de un género, pero siempre hay uno que se destaca y es lo que se llama tu estilo. Pero hay eventos que pueden generar que la inspiración te abandone, que te falten recursos para mejorar y editar los textos, que sientas que no eres leído o publicado, que te enfrentas a un reto cada vez que desarrollas un texto.

¿Qué pasa cuando la musa se pierde?

Muchas veces te sientas por horas frente a una hoja en blanco. Nada se te ocurre, pero es aún peor, cuando eso te sucede teniendo una fecha límite para entregar tu material. Te exprimes el cerebro en busca de una idea, una frase, una línea que te inspire. Tienes un bloqueo creativo que viene sin invitación y a veces te es muy difícil deshacerte de él.

Es frustrante esa situación. Sí, lo es. También lo es cuando escribes por horas y luego, una a una, vas arrugando las hojas hasta hacerlas bolas y las tiras en el cesto de la basura. Muchos de los grandes escritores dicen que han escrito y reescrito sus textos varias veces antes de que se convierta en un éxito. También es cierto que muchos tienen editores que le sacan brillo a los escritos. Pero vamos a hablar de una persona que no tiene cuenta con editores o casas editoriales. Tiene que esforzarse en escribir, editar y pulir sus textos para lograr que sean publicados y que lleguen a manos de amigos y familiares para sentir que lo están leyendo. Es muy agradable cuando sale una publicación y encuentras un comentario positivo, alentador o una crítica constructiva que te hace sentir leído. Lo que hace una persona que le gusta escribir es editar, releer, reescribir hasta sentir que su texto tiene todo lo que necesita. Que se enamore de sus textos, pero con la claridad de que siempre pueden mejorar, que pueden ser eliminados cuando no funcionan o que puedan ser un éxito si caen en las manos correctas.   

Escribir es un reto, pero igual es leer. Cada vez que tomas un libro abres una puerta. Esa te puede llevar a lugares a los que nunca vas a ir, te puede hacer reír, llorar, recordar a alguien especial, puede sacar de ti emociones nuevas, te transporta al pasado o al futuro. Un libro puede ser una máquina del tiempo.

Para poder escribir, primero, debes leer y mucho.