Las vacaciones escolares son un periodo donde los niños disfrutan no tener la presión de hacer tareas ni levantarse temprano. Además, como toda actividad los estudiantes necesitan un receso para reponer energías. En algunas familias uno de los padres se queda en casa y ese tiempo libre de los niños no representa mayor problema. El dilema es cuando ambos trabajan y empieza el período de vacaciones. ¿Qué hacer con ellos?
En Canadá el esquema de vacaciones coincide con el verano. Este lapso se inicia a finales de junio y termina a principios de septiembre, una duración que va de ocho a nueve semanas. A nivel laboral las vacaciones, por lo regular, son entre dos y tres semanas nada más, a menos que existan beneficios contractuales que brinden un periodo más largo.
El ritmo de vida que se lleva hoy en día hace difícil coordinar esos tiempos libres. Si los padres solicitan sus vacaciones primero uno y luego el otro, significa que no podrán compartir ambos al mismo tiempo de unas vacaciones familiares, si los dos toman vacaciones simultáneas, serán dos o tres semanas que podrán compartir con ellos, pero qué hacer con las otras cinco o seis semanas restantes.
Para los padres que tienen la fortuna de tener sus progenitores en edad de retiro, existe otra alternativa. La casa de los abuelos se convierte en un lugar donde dejar a los niños durante las horas de trabajo; las familias que no cuentan con esta solución deben hacer malabares para encontrar la forma de entretener de manera sana y oportuna a los chicos durante esas semanas de libertad que el sistema educativo les brinda.
Cuando estas vacaciones comienzan, ya se debe haber coordinado para tener a los chicos registrados en campamentos de verano, actividades extracurriculares, y cualquier otra cosa en la que se puedan entrenar ya que se debe hacer con anticipación, si no se quiere correr el riesgo de quedarse sin cupo. Pero conlleva a un gasto adicional.
Una recomendación es evaluar los costos con anticipación, ver cuál alternativa se ajusta mejor al presupuesto familiar ya que muchos de ellos son organizados por las mismas escuelas, las iglesias o por entes particulares que los ofrecen gratis. Es cuestión de actuar con tiempo y hacer la búsqueda apropiada. Existe una variedad entre los que están campamentos deportivos, otros para desarrollar actividades artísticas, o simples centros de recreación, todo de acuerdo con los intereses de los pequeños.
No se deje abrumar con la preocupación, mejor ocúpese de planificar con tiempo las actividades para esas semanas. Convierta en diversión para sus hijos ese lapso que se determinó para el sano descanso de las generaciones futuras.
Glennys Katiusca Alchoufi
Integrante del Certificado de Escritura Creativa en Español de la Universidad de Toronto
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