En estos momentos no estamos escuchando mucho acerca de políticas migratorias o de cambios migratorios en el país, porque el Parlamento Federal está en el receso de verano.
Lamentablemente, el Ministro de Inmigración había dicho en repetidas ocasiones que iban a presentar un programa para la regularización de los trabajadores indocumentados que se encuentran en Canadá, pero no lo han hecho. Y lamentablemente también, hemos escuchado que hay bastante oposición a dicho programa de regularización por parte de políticos y también por parte de la población.
Yo creo que la razón principal por la que no se ha dado el programa es justamente porque tenemos elecciones federales el año que viene, y sabemos que el gobierno liberal está perdiendo apoyo por parte de la población, y por tanto es una cuestión política, porque tienen temor de que si dan un programa de regularización les trabaje en contra en términos de votos.
Es muy, muy triste y decepcionante que esté sucediendo esto. En mi opinión, si de todas maneras está la gran posibilidad de que el Partido Liberal pierda las próximas elecciones, en vez de acobardarse y de no cumplir con las promesas que hicieron en repetidas oportunidades, deberían hacer lo que es correcto y dar este programa de regularización y enfrentarse a las consecuencias.
Aparte de no dar este programa de regularización, el ministro de inmigración dijo repetidas veces que iban a incrementar el número de deportaciones, y de hecho lo han estado haciendo. Actualmente tenemos el nivel más alto de deportaciones de los últimos 12 años.
Durante el Gobierno conservador de Stephen Harper subió el número de deportaciones, pero hoy en día el número de deportaciones es el más alto desde ese entonces. Del 2022 a la fecha ha habido 29,000 deportaciones.
Algunas personas pensarán que esto es fantástico, y sí, si fueran personas que son un peligro para la sociedad canadiense, es entendible que sean deportadas, pero el porcentaje de personas deportadas con criminalidad es solamente el 7%, lo que significa que están deportando a más del 90% de personas que son absolutamente necesarias para las industrias canadienses.
De la mano con las deportaciones, y de la mano con no dar el programa de regularización, escuchamos constantemente sobre la necesidad que hay de trabajadores. Y me voy a dirigir solamente a una industria, una industria súper importante en estos momentos, que es la industria de la construcción.
Todos sabemos que tenemos un problema serio con la vivienda. El gobierno dice que Canadá necesita cinco millones de casas nuevas para poder dar vivienda a la población canadiense. En Ontario se necesitan, para el 2030, 1.5 millones de casas nuevas. Y en Ontario también sabemos que el nivel de personas que se van a pensionar en los próximos años es del 18%, es decir, que en la próxima década vamos a perder 82,600 trabajadores en el área de la construcción.
Sabemos también que una gran mayoría de los indocumentados están trabajando en la industria de la construcción, en todas las distintas áreas de la construcción, y que son absolutamente esenciales. De hecho, bajo la categoría de las nominaciones provinciales de Ontario, uno de los trabajos que están siendo invitados a aplicar para la residencia permanente son justamente para personas que trabajan en construcción, y no solamente mano de obra especializada, sino que también hay habilidades que están en demanda en lo que se considera trabajo no calificado, como los ayudantes generales.
En Alberta han tenido un influjo de 200,000 nuevos residentes el año pasado, y también hay una necesidad tremenda de vivienda y una necesidad tremenda de trabajadores en distintas industrias. De hecho, Alberta ha estado activamente tratando de reclutar a personas de las distintas provincias de Canadá, de Ontario, de Quebec, de la costa atlántica, etc., y esperan perder por lo menos 22,000 trabajadores también en los próximos 10 años.
Las provincias están compitiendo por trabajadores. Tenemos trabajadores que ya están trabajando en las distintas industrias que tienen demanda de trabajadores, por lo que para mí no tiene absolutamente sentido que estén deportando a personas que están llenando estos puestos de trabajo porque hay necesidad, que están haciendo un excelente trabajo, que están pagando impuestos municipales, impuestos provinciales y muchos de ellos impuestos federales porque sacan un número de Seguro Social solo para poder pagar impuestos, y que los estén deportando de Canadá cuando ya están súper establecidos y, reitero, son necesarios para la economía, y después tratando de llenar esos puestos de trabajo con nuevos inmigrantes.
Esta idea de regularizar a los indocumentados está activa desde los años 90-93, que fue la última vez que tuvimos un programa de regularización grande. Existen los programas de Toronto para trabajadores de la construcción, pero eran solo 1,000 personas que se iban a procesar y ya terminó ese programa en julio de este año.
Se ha estado luchando con un programa de regularización desde la década de 1990 y más activamente desde el 2005. Y distintos gobiernos han prometido que se iba a dar, pero ahora escuchamos esto de que necesitamos trabajadores pero que estamos deportando a trabajadores que ya están en el sistema, lo cual es incongruente.
Estas personas no solamente deberían ser regularizadas en vez de ser deportadas, porque son necesarias para las distintas industrias, y doy el ejemplo de la industria de la construcción, pero se necesitan trabajadores en muchísimas áreas, como tecnología, industria metalúrgica, servicios, etc.
Son personas que han estado en el país por muchísimo tiempo, hay quienes han estado ya por 10 años, 5 años, 6 años, etc. Son personas que han estado trabajando, que están súper establecidas, que tienen niños nacidos en Canadá o que se criaron aquí en Canadá y que no conocen otra vida que la vida canadiense; niños que están estudiando, muchos que están en la Universidad o en el College, son personas que a pesar de que hay una mala información allá afuera de que los indocumentados traen problemas, la realidad es que por su propia condición de ser indocumentados son súper cuidadosas, que respetan la ley, justamente porque cualquier problema que tengan corren el riesgo de ser arrestados y de deportados.
En realidad, me da muchísima pena y es una vergüenza que el gobierno haya reculado en su promesa de darle la residencia permanente a estas personas. Y repito, la razón por la cual no se ha hecho ahora, igual que no se hizo en el 2006, es justamente por el temor de perder las elecciones.
Mi mensaje a nuestro primer ministro y a nuestro ministro de inmigración es que se olviden de sus intereses personales, de su deseo de ganar las elecciones a toda costa. Yo creo que vamos a respetar mucho más a un primer ministro y a un ministro de inmigración que mantienen su palabra y que no rompen promesas, que a alguien que ha hecho promesas y que por temor a cómo ellos pueden ser afectados, las han roto.
Las personas que se encuentran en Canadá indocumentadas merecen, por su arduo trabajo en el país, que se les dé la residencia permanente y la seguridad que necesitan.
Vilma Filici
Consultora de Inmigración certificada