Con la intención de controlar el flujo de residentes temporales que ingresan al país, el Ministro de Inmigración, Refugio y Ciudadanía de Canadá, el honorable Marc Miller, ha anunciado una serie de medidas que reforman el programa de estudiantes internacionales, refuerzan los requisitos de elegibilidad para los trabajadores temporales y los procesos de refugio entre otros.
El ministro manifiesta que estos cambios se deben al interés del Estado en adaptar el sistema de inmigración para responder a las nuevas presiones económicas actuales, incluyendo el debilitado mercado laboral, y en priorizar a los trabajadores canadienses.
Estudiantes Internacionales
El primer y más notable cambio es la reducción de los permisos de estudio para 2025 a 437,000 (una disminución del 10 % con respecto al objetivo de 2024). Según el ministro, esta medida responde a la preocupación por el impacto que la creciente presencia de estudiantes internacionales podría tener en los recursos públicos y el acceso a la vivienda en Canadá. Asimismo, para 2026 se mantendrá el mismo límite de admisiones que en 2025, con el objetivo de estabilizar la cantidad de permisos de estudio otorgados.
De igual manera, se anunció que los estudiantes de maestrías y doctorados, quienes anteriormente estaban exentos del requisito de la Carta de Certificación de la Provincia, ahora estarán incluidos en este límite y, por ende, también requerirán la mencionada carta.
La Carta de Certificación de la Provincia se introdujo como requisito para la obtención del permiso de estudios a principios de este año para la mayoría de los estudiantes universitarios y de pregrado, con el fin de ayudar a IRCC a verificar que sus solicitudes fueran genuinas y estabilizar el número de permisos de estudio emitidos.
Analizando críticamente estos cambios en el programa de estudiantes internacionales, es importante destacar que, desde mucho antes de la pandemia, las políticas se han enfocado en facilitar el proceso para estos grupos, creando la impresión de que Canadá era una vía segura hacia una nueva vida. Sin embargo, estas nuevas medidas parecen contradecir las promesas iniciales, generando una sensación de frustración e incertidumbre. El enfoque en reducir los permisos de estudio y trabajo afecta directamente los sueños de quienes eligieron Canadá como su destino, con la promesa de obtener un estatus más permanente. Esta contradicción entre las promesas pasadas y la realidad actual alimenta una sensación de desilusión, especialmente para aquellos que dejaron atrás sus países creyendo que construirían una vida más estable aquí.
Permiso de trabajo posgraduación (PGWP) y trabajadores temporales
Adicionalmente, se han incorporado cambios en los requisitos de elegibilidad del post graduate work permit (PGWP), que entrarán en vigor el 1 de noviembre de 2024. Los solicitantes de PGWP necesitarán demostrar una competencia en el nivel de dominio del idioma. Se requerirá un nivel 7 en el Sistema de Referencia del Idioma de Canadá (CLB) para graduados universitarios, y nivel 5 para graduados de colegios.
Esta medida, en mi opinión, no solo es innecesaria, sino también absurda cuando se considera que uno de los requisitos clave para la admisión a las universidades y colegios canadienses es, precisamente, demostrar un nivel adecuado de dominio del idioma (similar al que ahora están disponiendo para la obtención de este permiso de trabajo). Es contradictorio exigir a los estudiantes internacionales que acrediten su competencia lingüística para ser admitidos en programas de educación superior, y luego imponerles una nueva prueba de idioma al momento de solicitar su permiso de trabajo.
Estos estudiantes ya han pasado años inmersos en un entorno de habla inglesa o francesa, completando estudios y cumpliendo con los estándares académicos canadienses. Exigirles ahora que demuestren nuevamente su habilidad en el idioma es un obstáculo burocrático que no aporta ningún valor real. Lo único que hace es complicar su transición hacia el mercado laboral, en lugar de facilitarla, como debería ser el propósito de este programa.
De igual manera, los graduados de programas en colegios públicos seguirán siendo elegibles para un PGWP de hasta tres años si se gradúan en un campo de estudio vinculado a ocupaciones con escasez a largo plazo.
También se informó que se limitará la elegibilidad para permisos de trabajo, a finales de este año, a los cónyuges de estudiantes de maestría solo si su programa dura al menos 16 meses. Además, se limitará la elegibilidad para permisos de trabajo a los cónyuges de trabajadores extranjeros en ocupaciones de gestión o profesionales, o en sectores con escasez de mano de obra, bajo los programas de permisos de trabajo de Canadá.
Es importante destacar cómo estas medidas están afectando negativamente a miles de personas que vinieron a Canadá con la esperanza de encontrar una vía hacia la residencia permanente. Durante años, el gobierno promovió el país como un lugar donde los estudiantes internacionales y los trabajadores temporales podían acceder a oportunidades no solo educativas o laborales, sino también de establecerse permanentemente.
El creciente volumen de solicitudes de asilo
Con respecto a los refugiados que llegan al país, el ministro de Inmigración, Marc Miller, dijo que, además de las medidas tomadas a principios de este año, como la imposición de visas a los ciudadanos mexicanos, se revisará el proceso para otorgar visas de turistas, dándole a los oficiales herramientas más efectivas para detectar fraude en estas solicitudes y así reducir el número de personas que no son visitantes genuinos y que vienen con la intención de pedir refugio.
Cabe recordar que el incremento en el número de refugiados en Canadá está directamente relacionado con el aumento del número de personas desplazadas en el mundo por guerras, abusos de derechos humanos y desastres naturales ocasionados por el cambio climático. De acuerdo con ACNUR, en estos momentos el número de desplazados en el mundo suma 117.3 millones de personas. En el Consejo de Refugiados hay 218,593 refugiados esperando su audiencia, lo que refleja un aumento de cerca de 200,000 refugiados en los últimos 10 años. El ministro también anunció que, además de reducir el número de “falsos” turistas, se incrementará el presupuesto para el Consejo de Refugiados, lo que permitirá aumentar el personal, incluyendo miembros del Consejo, para agilizar los procesos que hoy en día están tomando hasta cuatro años para tener una audiencia decisiva.
Conclusión
En mis casi 40 años de trayectoria trabajando en temas de inmigración, no recuerdo un caos similar al que estamos viviendo actualmente con los programas de inmigración. Durante la pandemia, el gobierno respondió a las necesidades de los empresarios autorizando más trabajadores temporales y sus familias, más oportunidades de trabajo para los estudiantes, sus parejas e hijos, sin hacer un análisis holístico del efecto que estas medidas podrían tener en las oportunidades laborales de los ciudadanos canadienses. El gobierno creó el problema, y ahora lo está tratando de solucionar; lo triste es que los que van a pagar las consecuencias son los estudiantes internacionales y los trabajadores temporales. Shame!
Vilma Filici
Consultora de Inmigración certificada