El pase del año

Kyrie Irving se unirá a Luka Doncic en uno de los perímetros más infernales de la liga. Los Dallas Mavericks con 28 victorias y 26 derrotas navegan en la sexta posición de la Conferencia Oeste, y Mark Cuban, su propietario, apuesta por el talento bruto para alcanzar la final.

Se plantea un trade con varios aspectos claros. En primer lugar, el pasado curso los Mavericks perdieron (4-1) en las finales del Oeste ante los Warriors. A ello se suma que Luka Doncic se hartó de pedir ayuda e Irving es un complemento -y también líder- de 10. Cumplieron aquello del “todo lo no llamado Luka puede salir”

La primera gran realidad es que los Dallas Mavericks fichan a una estrella a cambio de dos secundarios con nivel, pero desconociendo si su techo ya está alcanzado. Dorian Finney-Smith es un 3&D contrastado, pero no de nivel élite mundial como Klay Thompson. Spencer Dinwiddie se alzó como buen base, pero no ha mostrado ser capaz de ser líder en un equipo ganador.

Irving es una súper estrella. El mejor jugador en los últimos cuartos de la NBA. Y un base que con los Nets promedió en los últimos ocho partidos 33 puntos y un 51% en el lanzamiento. A ello suma un 44% desde la línea de tres.

Unir a Doncic e Irving tiene un lado que se tiene que comprobar sobre el parqué. El de juntar a dos generadores en pista. Doncic es el jugador con más registros cara al aro en la NBA, e Irving no tiene comparación como manejador de balón en la última década. Pero falta el lado de coordinar ataques, la utilización del ‘pase extra’ y leer deficiencias reales.

Eso sí, a Doncic se le liberará de las defensas dobles en muchas ocasiones y por ahí puede seguir explotando. “¿Las dobles defensas? Me encantan. Es sólo soltar la bola, es un basket fácil porque hay mucho espacio y sólo tienes que lograr el mejor tiro que puedas”, llegó a decir Luka. Puede que esa carga desaparezca con la presencia de Irving. Lo veremos después del All-Stars dónde Correo Canadiense estará en directo.

Oscar Paratore
+ posts