La Supercopa Endesa que Sergio Llull y Rudy Fernández levantaron en Murcia fue la novena copa . Nadie tiene más que ellos. De las 10 que posee el Real Madrid, son todas suyas menos la primera, ganada en el estreno de la competición en 1984 antes de que dejara de disputarse después de cuatro ediciones. El del pasado fin de semana es el último título de una trayectoria de locura en el conjunto blanco, con el que han conquistado 50 títulos entre los dos: 26 para el base y 24 para el alero. Capitanes de leyenda.
36 años cumplirá Llull en noviembre. Hasta los 39 llegará Rudy en abril de 2024. Fundamentales ambos en el Real Madrid pese a su edad y sus delicados físicos. Casi más importantes por lo que no se ve que por lo que aportan en la cancha, que sigue siendo valioso. Desde tiros que valen una Euroliga de uno a las lecciones defensivas de otro. Son los portadores de los valores del madridismo y los encargados de trasladarlos a quienes llegan por primera vez al vestuario.
Como si el tiempo se hubiera detenido, el Real Madrid ganó la Supercopa Endesa, la sexta consecutiva, y Facundo Campazzo fue el MVP de la final, como en las ediciones de 2019 y 2020, las últimas que disputó antes de volar a la NBA. Da la impresión de que el base nunca se hubiera ido del equipo blanco, de que aquel paso fallido por Estados Unidos (ellos se lo pierden) y esa breve escala en el Estrella Roja no hubieran existido. Repitió galardón a su regreso al conjunto madridista, dominador absoluto con 19 puntos y cuatro asistencias. Determinante pese a mostrarse más inseguro de lo habitual (cinco pérdidas). Hay momentos en los que los partidos le pertenecen sólo a él.
El partido final de la Supercopa Endesa de baloncesto se disputó en el Palacio de los Deportes de Murcia ante 7.400 espectadores. Antes del inicio del encuentro se guardó un minuto de silencio en memoria de Pepe Domingo Castaño, periodista y animador radiofónico fallecido a la edad de 80 años.
