De cara a la campaña electoral, crecen las expectativas de buena parte de la población por la intención del gobierno federal de atenuar una parte de los factores que contribuyen al alto costo de la vida, mediante la aprobación de un plan integral de vivienda que contempla la disminución de las presiones en los costos de construcción, la definición de una estrategia industrial para impulsar la productividad del sector y brindar asistencia a quienes tienen las necesidades habitacionales más urgentes.
Es conocido que después de la pandemia del Covid-19 las dificultades para la asequibilidad de la vivienda han venido afectando notoriamente a los canadienses. Expertos en el tema coinciden en señalar que entre los factores que propician la crisis habitacional se cuentan la vertiginosa subida de los alquileres; dificultades para el pago de hipotecas; la baja productividad de la industria de la construcción; problemas estructurales de oferta; y, entre otros, la aceleración del ritmo de crecimiento demográfico, así como la compra sobreestimada de inmuebles por parte de extranjeros no residentes en el país.
La agencia nacional de vivienda de Canadá estima que, para resolver el problema de la falta de accesibilidad a la vivienda, se tendrían que construir casi 3,5 millones de nuevas unidades para finales de la década, además de las que ya están en marcha.
Al respecto, el ministro de Vivienda canadiense, Sean Fraser, aseguró la semana pasada que el proyecto de viviendas que se proponen presentar este año incluye medidas como las adoptadas recientemente, tales como la eliminación de los cargos de GST en desarrollos de alquiler, el aumento del financiamiento de bajo costo para desarrolladores y el lanzamiento de consultas para planos de viviendas preaprobados, con lo cual esperan acelerar la aprobación del proyecto.
El ministro también se ha ocupado de viajar por varias ciudades del país para firmar convenios con los municipios que integran el Fondo concebido para acelerar la construcción de viviendas. Este programa ofrece financiamiento federal a cambio de ajustes a las regulaciones municipales que estimulen la construcción de soluciones habitacionales. En Ottawa, la capital del país, también se acordó brindar asistencia a quienes tienen mayores necesidades de vivienda.
Más que un problema político
El tema de la accesibilidad a la vivienda ha sido un tema ampliamente debatido en la esfera política canadiense, por lo cual hay diferentes enfoques sobre la crisis y posibles soluciones por parte de los partidos políticos que hacen vida en el país.
Mientras que el gobierno liberal habría tomado en cuenta recomendaciones de expertos y defensores de la vivienda para delinear el plan que busca superar los problemas de asequibilidad, representantes conservadores proponen medidas enérgicas para aumentar la construcción de viviendas y responsabilizan a los liberales del aumento de los alquileres y los pagos de las hipotecas.
Por su parte, expertos advierten que este escenario de escasez de viviendas podría complicarse aún más tomando en cuenta el rápido crecimiento demográfico que se registra en el país. Cabe recordar que Statistics Canada informó que durante el último trimestre del 2023 la población canadiense registró el mayor aumento poblacional en un solo año, ocurrido en cinco décadas, al crecer en casi medio millón de personas debido -en buena parte- al aumento de residentes no temporales (NPR).
Según los expertos, políticas migratorias como las señaladas deben contemplar especialmente las necesidades habitacionales de los trabajadores temporales y estudiantes internacionales, entre otros, para no empeorar la escasez de viviendas ya afectadas por las restricciones de zonificación y escasez de trabajadores de la construcción.
Sobre esto último cabe mencionar que la escasez de mano de obra es uno de los desafíos que puede generar mayores costos laborales y retrasos en la entrega de proyectos. Una forma de abordarlo, consideran los expertos, sería atrayendo más jóvenes canadienses a programas de aprendizaje en la construcción, así como a más trabajadores calificados del extranjero.
Vale apuntar que nada más en Ontario se espera que en la industria de la construcción se incrementen las cifras de empleo en un 3,4% entre los años 2024 y 2028.
Por otra parte, el aumento del costo, la disponibilidad de materiales y materia prima, así como la inflación en el costo de los mismos también ejercerían presión sobre las empresas constructoras y manufactureras.
Viviendas para los canadienses
Sobre el tema de asequibilidad de la vivienda, el partido de gobierno ha propuesto que, en caso de que el Primer Ministro sea reelegido este año, introducirán una prohibición de dos años a los compradores de viviendas extranjeros, como una manera de calmar un mercado cuyos precios se han disparado.
Asimismo, proponen ayudar a los canadienses a tener un techo propio con la prohibición de las ofertas a ciegas, las cuentas de ahorro libres de impuestos para la primera vivienda, la iniciativa de Vivienda Rápida y una mayor supervisión de la industria de bienes raíces para frenar el lavado de dinero. También prometen hacer crecer la industria de la construcción con incentivos financieros y promoción de la mano de obra.
Por su parte, la plataforma del partido conservador plantea prohibir la compra de viviendas para extranjeros que residen fuera de Canadá durante unos dos años y rehabilitar 15% de los edificios federales para convertirlos en viviendas, mientras que el Partido Nuevo Demócrata propone aplicar un impuesto del 20% sobre las casas compradas por quienes no son ciudadanos o residentes permanentes en Canadá y la reintroducción de una hipoteca a 30 años.