Latinos solicitan al Ministro de Justicia incrementar su representación en los máximos tribunales del país

En su búsqueda de candidatos que permitan reflejar la diversidad cultural, étnica y racial de la población en las máximas instancias judiciales del país, el Ministro de Justicia y Fiscal General de Canadá, Arif Virani, acudió a un encuentro organizado por el Consejo de la Herencia Hispana (CHCH) en la ciudad de Toronto, en el que participaron cerca de 30 abogados, trabajadores sociales y líderes comunitarios de origen latinoamericano para tratar lo referido a “La Comunidad Latinoamericana y la Diversidad Judicial”.

El Director Ejecutivo del HCHC, Oscar Vigil, aseguró que la visita del ministro Virani es una muy buena señal porque ratifica la importancia que tiene la comunidad latinoamericana para las instancias gubernamentales, a la vez que ésta reitera su intención de contribuir al desarrollo del país con sus talentos y fortalezas.

Por su parte, el abogado salvadoreño Juan Carranza, miembro de la Sociedad de Abogados del Alto Canadá, fue el encargado de presentar a la audiencia integrada por abogados con amplia experiencia en temas migratorios, mercantiles y comerciales; trabajadores comunitarios de reconocida trayectoria, y otras personalidades vinculadas a labores sociales y al área de la comunicación.

Durante su intervención, el ministro Virani reiteró que como Ministro de Justicia y Fiscal General de Canadá tiene el deber de garantizar el amplio acceso a la justicia a través del nombramiento de jueces del más alto calibre, pero que también puedan reflejar la diversidad multicultural del país.

Mencionó que desde su nombramiento, en julio de 2023, ha logrado la designación de 106 jueces en los tribunales de este país, lo cual pudiera parecer “un ritmo un poco vertiginoso en términos de la historia moderna de Canadá, toda vez que en el gobierno anterior el promedio era de unos 65 jueces por año”.

Aseguró que su intención es señalar a los jurados rápidamente, pero asegurándose de que no sacrifican la calidad e, idealmente, reflejando la diversidad cultural, étnica y racial en la mayoría de las instancias judiciales.

Y aunque refirió que la búsqueda de diversidad en ocasiones lo frena, porque los nombramientos de jueces de alto nivel requieren de condiciones que limitan esa premisa, se mantiene en la búsqueda de candidatos en la creencia de que tener un poder judicial representativo permite aumentar la confianza de los canadienses en la administración de justicia.

A su juicio, si los ciudadanos pueden verse reflejados en los tribunales que toman sus decisiones de una manera más conectada con la comunidad, la legitimidad de las decisiones judiciales se incrementa notablemente.

El ministro Virani resaltó especialmente el valor de la experiencia vivida de quienes pueden liderar esas instancias, alegando que así se garantiza una mayor comprensión cultural de los temas y se minimiza el prejuicio inconsciente que se puede manifestar en el banquillo como parte de la naturaleza humana.

Sin representación

Sobre la representación de los latinoamericanos en el ámbito judicial del país, el ministro Virani dijo sentirse preocupado luego de que su equipo de trabajo sólo pudo encontrar a un único juez supernumerario de origen latinoamericano (en Quebec) a nivel de los tribunales provinciales de todo el país.

Esta ausencia de representación judicial, indicó, no es buena para ninguna comunidad, especialmente para una conformada por más de un millón y medio de personas. Al respecto, aseguró que mantiene “una especie de mano abierta y extendida” para trabajar sobre ese tema por considerarlo inadecuado y se comprometió a trabajar duro para intentar que esto se discuta ampliamente.

Como sólo tiene la potestad de nombrar jurados del grupo de solicitantes que se le presente, dijo que procura acelerar el proceso mediante encuentros celebrados con miembros de diferentes grupos étnicos y raciales para ofrecer detalles sobre cómo funcionan los comités de postulaciones judiciales.  

Sin embargo, y aun cuando reitera que su prioridad es generar diversidad en todos los tribunales, entiende que hay algunos que son un poco más propicios para esto. Sobre este punto destacó que quienes no son abogados, pero asumen trabajos de justicia social, bien pueden formar parte de los nombramientos de algunas comisiones judiciales del gobierno federal.

De igual manera, se mostró interesado por la amplia experiencia y trayectoria de varios profesionales hispanos en una de las áreas que competen al Tribunal federal, como viene a ser la Ley de Inmigración.

Sobre la comunidad canadiense-latinoamericana, el ministro Virani se comprometió a apoyarla “en la medida en que la pueda empoderar, abrazar su historia y promoverla a donde debe estar, particularmente dentro del sistema de justicia”.

Específicamente, dijo que quiere retribuir a los hispanos con su trabajo constante en iniciativas que tienen que ver con el empoderamiento y la mejora económica, al igual que con la promoción de una mayor tolerancia, la lucha contra el racismo y algunos tipos de tensión y polarización.

Y alegó que como refugiado proveniente del este de África (Uganda) y de origen Indio, comparte estos principios por los cuales se postuló al cargo de ministro de Justicia.

Para cumplir con este desafío, concluyó, requiere de ayuda para profundizar el nuevo sistema de nombramientos que no son sólo abarcan el poder judicial, sino también otras instituciones independientes del gobierno que se relacionan con la administración de justicia, como viene a ser el Tribunal Canadiense de Derechos Humanos, entre otros.

Mariela Gomez
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