No basta con estar preparado, tener experiencia o ser muy trabajador para triunfar como empresario en Canadá

Un inmigrante que quiera emprender en Canadá debe tener presente que para ser exitoso no basta con la formación técnica o académica, la experiencia, o el trabajo duro aprendidos en el país de origen, sino que estas condiciones -necesarias, pero no suficientes- deben estar acompañadas por una estrategia que incluya la formación empresarial, el conocimiento de la cultura, una red de contactos, apoyo de mentores, y el acceso a la información sobre los diferentes aspectos que integran el ecosistema emprendedor local.

Así fue expresado por el reconocido doctor en Ciencias y profesor universitario Luis Cisneros, director del Centro de Emprendimiento HEC Montreal, al ser consultado sobre la participación de la comunidad de origen hispano/latinoamericano en el ámbito de los negocios en Canadá.

Con base en su amplia experiencia en el campo de la promoción, apoyo y gestión de empresas familiares, emprendimientos y pequeñas y medianas empresas, Cisneros advierte que aunque no se puede generalizar a la comunidad latina -porque ésta es muy diversa y enfrenta diferentes situaciones migratorias- llama la atención su baja participación en el ecosistema de negocios del país, a pesar de que estadísticamente es una de las comunidades con mayor intención emprendedora; han crecido los programas de impulso al sector; y hay una alta representatividad de líderes hispanos al frente de esas organizaciones.

Para quien también se desempeña como Jefe de la Incubadora de negocios Entreprism, con sede en Montreal, esta situación obedece a una multiplicidad de factores. Entre ellos destacan  las limitaciones para acceder al financiamiento de empresas; la poca información disponible sobre opciones de formación y mentorías; la ausencia de modelos o líderes con los que identificarse; el poco interés en participar y relacionase con otros emprendedores para establecer una red de soporte; algunos complejos que poseen los latinos frente a los nacionales de otros países, tanto como la desconfianza en la gestión de entes gubernamentales originada en América Latina.

Fuerza latina

Canadá es un país de oportunidades. Eso es lo primero que Cisneros asegura a quienes se interesan por los emprendimientos en el país.

Su amplia experiencia en el campo de la promoción, apoyo a la creación y adquisición de empresas, le permiten asegurar que los latinoamericanos contamos con una serie de fortalezas a la hora de emprender. Sin embargo, hay que tener en cuenta que lo primero es adecuarse a la cultura del país, aprender el idioma y relacionarse. “Aquí los canales son muy puntuales. La confianza es importante, el cumplir los compromisos, ser puntual. Como migrantes debemos adaptarnos al nuevo estilo de vida y entender el ecosistema de negocios”, dijo.

Por lo demás, refiere que en Canadá los latinos poseen una imagen de gente trabajadora, capacitada, que no pide nada, sino que espera recibir el fruto de su esfuerzo.  También asegura que se valora mucho la flexibilidad del latino, así como su alta capacidad de aprendizaje y de adaptación al cambio frente a los imprevistos. Igualmente resalta su arraigada vocación de servicio y de respeto al cliente con relación a otras comunidades.

Otra ventaja para emprender en Canadá viene a ser que no hay tanta discriminación como en otros países. Asegura que, aunque pueden encontrarse episodios aislados, nunca se ha sentido discriminado frente a otras nacionalidades. “Aquí los latinos venimos, trabajamos, tratamos de adaptarnos y de no molestar a los demás”. Sin embargo, advierte que más bien nos falta unidad para expresar nuestras necesidades, tener más iniciativa y participar en las actividades que nos den presencia dentro de la esfera económico social canadiense. “Más aún cuando los latinos están entre las comunidades culturales con los salarios más bajos, si se compara con los altos índices del nivel de formación”.

Las piedras de tranca

Según el especialista, la barrera más grande en la creación de nuevas empresas la constituye el acceso al financiamiento que estaría limitado por factores relativos a la edad, el género y la condición migratoria del solicitante. Sobre esto último, Cisneros explicó que muchos programas gubernamentales exigen la ciudadanía o la residencia permanente para procesar las solicitudes, con lo cual quedan excluidos del proceso los migrantes recién llegados y los estudiantes internacionales

A su juicio, se hace necesario crear programas específicos y sensibilizar a la gente que acompaña a los emprendedores sobre la realidad de los latinos migrantes. Agregó que a pesar de que han surgido algunas iniciativas de la Cámara de Comercio y otros entes relacionados, todavía no hay una estrategia federal o provincial que atienda estas necesidades.

-Hay programas, muchos empalmes, huecos e iniciativas, y creo que esto se explica porque los diferentes ecosistemas de emprendedores canadienses conforman un sistema adolescente. Todavía no tenemos un sistema como el de Berlín o Silicon Valley, es decir, desde el punto de vista tecnológico tenemos buenas incubadoras de negocios, pero carecemos de un financiamiento constante, nuestros inversionistas no toman riesgos, los montos de financiamiento son muy pequeños y persisten muchísimas trabas, apuntó.

Empezando de cero

Con un estilo de comunicarse cercano y cordial, el doctor en gestión empresarial llama la atención sobre algunos rasgos culturales que, a su manera de ver, explicarían la poca presencia de empresarios hispanos. Según dijo, persiste en cierta parte de la población un rezago o complejo de minusvalía del latino frente a comunidades más desarrolladas. El pensar “cómo voy a triunfar yo en Canadá”, muchas veces lo inhibe a la hora de relacionarse o asociarse con otros emprendedores de diferentes comunidades.

Es tanto así que, aunque en los programas de formación llegan a ser numerosos los latinos presentes, pocos de ellos alcanzan a concretar los planes pues pareciera que prevalece el miedo a un entorno desconocido. Del mismo modo, los frena el que muchos de los que llegan quieren subir rápido y en este país los procesos son más pausados.

Otro ejemplo de ello podría ser la usual preferencia por los mentores latinos, en lugar de los canadienses, restringiendo así la posibilidad de conocer de primera mano ,“de ver a través de sus ojos”, la realidad de la cultura y el ecosistema de negocios canadiense. Cabe agregar que en casi todas las provincias es posible encontrar programas gratuitos de mentoría dirigidos e integrados por canadienses jubilados como apoyo a los inmigrantes, “los cuales te van a ayudar a avanzar en dos años, lo que normalmente tardaría entre diez o doce”.

Sobre el esquema que deberían seguir los nuevos empresarios en Canadá, el  doctor en Ciencias de la Universidad de Paris-Dauphine, refirió que luego de que surge la idea de negocio el  emprendedor debe abocarse -de manera general- a informarse sobre las oportunidades presentes en el sector que le interese para involucrarse como voluntario o participante; posteriormente, si ya cuenta con los recursos financieros, acceder a programas de formación, crear estrategias y establecer contactos para conseguir aliados, socios y redes de apoyo. Seguidamente, debe buscar mentorías y, a través de incubadoras, aceleradoras o programas de emprendimiento específico, gestionar la creación, desarrollo, operatividad y/o financiamiento del negocio.

A manera de ejemplo, citó que algunos de los participantes latinos en sus programas de formación, “y a quienes les va muy bien”, lo que están haciendo es generar una idea para ser producida en América Latina. Con ello, sus costos bajan muchísimo, superan la escasez de mano de obra en Canadá y ayudan al país donde hay desempleo.

Uno de los 10 más influyentes de Canadá
En octubre de 2022 Luis Cisneros recibió el reconocimiento como uno de los 10 latinos más influyentes de Canadá. De origen mexicano, arribó a Canadá hace 17 años luego de culminar sus estudios en Francia.
Actualmente, Cisneros es co-director del Centro de Emprendimiento HEC Montréal, organización que reúne a The Entrepreneurial Base, HEC Montréal Families in Business, el Banco Nacional/HEC Montréal Entrepreneurship Institute y la Certificación en Apoyo Empresarial (Certif’).
En su haber académico, Cisneros posee una Licenciatura en Administración de Empresas (BAA) y Maestría (MA) de la Universidad Autónoma de Aguascalientes (México); una Maestría en gestión (M.Sc) de la Universidad Paris-Dauphine; y un doctorado en ciencias de la gestión de HEC Paris. Asimismo, es egresado del Programa de Desarrollo Empresarial del Instituto Tecnológico de Massachusetts (EDP MIT). También es miembro de la junta directiva de EVOL y de Mentoring Network.

Mariela Gomez
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