Ubicado en una de las más conocidas avenidas de La Habana, Paseo 206 combina pasión, historia y belleza para hacer que sus visitantes vivan una experiencia integral con la posibilidad de gozar los placeres del presente envueltos por el influjo del pasado.
El inmueble de casi nueve décadas, pues su construcción data de 1934, luce en la actualidad la elegancia característica de las mansiones del céntrico barrio El Vedado.
Atrapado entre los estilos art nouveau y art decó, y restaurado con gran lujo y exquisita sensibilidad, se trata de un espacio que brinda variadas opciones para tener una inmersión completa en la capital cubana, su paisaje urbano y esencias.
Fruto del amor y del espíritu emprendedor de una familia cubano-italiana, Paseo 206 busca un toque personal para que los visitantes revivan el encanto de las casas de la primera mitad del siglo XX mientras disfrutan la comodidad de un hotel de lujo, según manifestó en conversación con Correo Canadiense su propietario, Andrea Gallina.
Este economista de Italia y su esposa cubana Diana Sainz compraron la casa en 2015 y pasaron 11 meses dedicados al proceso de restauración, que implicó volver a acristalar gabinetes y ventanas, remodelar elegantes molduras, azulejos y otros elementos arquitectónicos, y decorar sus 10 habitaciones con mobiliario del país europeo en vívidos colores azules, verdes amarillos y rojos que recuerdan el glamour de El Vedado de antaño.
La historia del edificio, por sí sola, tiene encanto suficiente para cautivar a cualquier curioso interesado en detalles del pasado y rumores de época. De acuerdo con la tradición familiar, la mansión perteneció a un senador que se la obsequió a su amante en la década de 1940 y luego la perdió unos años más tarde en un juego de póquer.
Además de la sui géneris anécdota, el bello hotel tiene mucho que ofrecer, con propuestas que trascienden la mera actividad de alojamiento: una galería dedicada a celebrar el arte cubano; una encantadora biblioteca; el restaurante Ecléctico, con variadas propuestas culinarias; y presentaciones de jazz que reúnen a destacados exponentes de ese género en la isla; entre otros atractivos.
ESTAR EN LA HABANA COMO EN LONDRES O PARÍS
Al hablar con orgullo de los muchos valores de Paseo 206, el primero y único hotel boutique del país que es miembro de la marca Small Luxury Hotels of the World, Gallina destacó que este sitio es distintivo dentro de las muchas opciones de la isla caribeña.
El destino Cuba es conocido por sus playas, las ciudades coloniales y la naturaleza, es muy rico en ese sentido, y nosotros estamos contribuyendo, dentro de esa gran oferta, con un producto un poco más exclusivo, añadió el propietario, quien lamentó que en ocasiones no se conoce que existe un lugar como este en La Habana, similar a espacios de su tipo ubicados en populares escenarios internacionales como Nueva York, Londres o París.
Paseo 206 y su restaurante Ecléctico, añadió, son parte de las numerosas alternativas existentes en la capital cubana y marcan un poco la diferencia con respecto a la mayoría en términos de decoración, diseño, confort, atención al cliente y los servicios adicionales que proponen.
Guiados por el lema de ofrecer a sus clientes “una casa lejos de tu casa”, Gallina y su familia se empeñan en conformar un producto de excelencia que se mantenga como elección para huéspedes de alto nivel de América del Norte, Europa, Australia y países latinoamericanos como Brasil, México y Colombia.