Identidad, cultura y tradición volvieron a conjugarse en un proyecto de Cuba de más de dos décadas de existencia, el Balcón del Habano Bayamanaco, cuyo momento final de 2024 propició el deleite y el acercamiento a dos famosos productos de este país: el tabaco y el ron.
Con sede en el restaurante capitalino La Macorina, un nombre que evoca a la primera mujer poseedora de licencia de conducción en la mayor de las Antillas, el encuentro del pasado 21 de diciembre reunió como es costumbre a bartenders, sommeliers, habano-sommeliers, torcedores, comercializadores, guías de turismo y maitres de hoteles.
Al decir de Juan Jesús Machín, presidente del Bayamanaco (en la mitología taína el dios del humo y responsable de traer la semilla para agricultura), esta iniciativa sigue siendo, además, una manera de capacitar al personal de los servicios gastronómicos de las formas del sector estatal y no estatal de la nación caribeña.
Otra vez se unieron involucrados en el mundo del tabaco y el ron como protagonistas de una acción magnífica a favor de consolidar conocimientos, expresó al periódico Correo Canadiense el también titular de la Asociación de Sommeliers de Cuba.
Junto a la degustación de exquisitos platos, inspirados en alusiones presentes en la novela Paradiso, del reconocido escritor Juan Lezama Lima, los participantes en la referida cita hicieron maridajes de “extraordinarios habanos” con el espirituoso Havana Club.
De ese ron ligero, elaborado desde 1878, las propuestas incluyeron Selección de Maestros, Pacto Navío y Tributo 2023, que centró la disertación de expertos y dejó un agradable sabor en la boca de los consumidores, según comentaron varios de ellos.
Nos complace acompañar esta edición de final de año del Balcón del Habano con nuestro Tributo 2023, último exponente de la Colección homónima existente desde 2016, una novedad, precisó Biana Leyva, especialista de Comunicación y Relaciones Públicas de la empresa Havana Club Internacional.
Tributo, que tendrá una nueva versión en 2025 y a partir de 2026 se fabricará con frecuencia bienal, gana valor en el tiempo, solo se hacen dos mil 500 botellas al año para todo el mundo, y sus bases son raras y de un añejamiento altísimo, recordó.
A juicio de Leyva, ese ron, de perfiles sensoriales poco comunes, reafirma el sello de excelencia de Havana Club, es muy versátil, y permite su maridaje con comidas gourmet de diferentes texturas e intensidad de sabores.
Resulta un honor para la marca acompañar al Balcón del Habano y a sus participantes en la maravillosa experiencia de explorar nuestros productos y acompañar diversas vivencias culinarias, recalcó.
Por su parte, Elliot Medina, encargado de La Macorina, donde son habituales visitantes de México, Italia y España, subrayó que este proyecto, nacido en febrero de 2004, integra a profesionales que se sienten como una familia y aman verdaderamente su trabajo.