Seis diseñadoras de Cuba, entre ellas dos profesionales, participaron en la primera edición de la Semana Hispana de la Moda, celebrada del 1 al 7 de julio en la ciudad española de Valencia, donde estuvieron también representantes de Ecuador, Bolivia, El Salvador, México, Italia, República Árabe Saharaui Democrática, Estados Unidos y Guinea Ecuatorial.
Esta iniciativa fue concebida hace dos años por la cubana Deyni Terry, quien después de presentarla a una sociedad hispanista radicada en Madrid recibió en 2023 la luz verde para su correspondiente realización.
Nuestra convocatoria estuvo abierta hasta el 15 de junio y aunque hubo poco tiempo desde el cierre de ese primer momento hasta la apertura del evento lo pudimos celebrar con bastante éxito, resaltó Terry en declaraciones vía WhatsApp al periódico Correo Canadiense.
Además de la gestora de este proyecto de carácter anual e itinerante y de cuatro diseñadoras noveles, la mayor de las Antillas contó con la participación de Mariela Alemán, autora de la colección África en mi piel.
La propuesta de la artista de la occidental provincia de Matanzas estuvo conformada por elegantes vestuarios para hombres y mujeres que son expresión y evidencian el legado de dicho continente en la cultura cubana.
Alemán se distingue por emplear en sus producciones la técnica del estarcido a partir de tintes fríos de diversos colores que mezcla con elementos reciclables y otros materiales, explicó a una radioemisora local Yamira Román, especialista en Imagen y Desarrollo del Fondo Cubano de Bienes Culturales.
Resulta característico de su obra el uso de tejido a crochet bordado a mano, parches y caracoles, amplió la experta.
Por otra parte, Terry, abogada de formación y creadora de la marca BárbarA’s en honor a su madre fallecida, precisó que la próxima versión de este certamen auspiciado por la asociación Puertas Abiertas al Mundo Hispano, con pasarelas, desfiles y espacios académicos en su programa, tendrá nuevamente a Valencia como sede.
Inicialmente pensamos en un país hispano diferente, pero esta ciudad quiere reafirmar en 2025 su condición de anfitriona y así será, comentó tras resaltar la credibilidad de los asistentes e interesados en la reunión.
Subrayó, además, que desde la hispanidad se pueden hacer cambios increíbles, y su unión no debe congelarse; es, amplió, como un gran globo que nada, ni un alfiler, debe pincharlo.
Al decir de los defensores de esta especialidad, la moda construye identidades, crea tradiciones brindando una propuesta de cambio dentro de sectores limitados y desata nuevas formas de entender la vida, junto a movimientos sociales con efecto homogeneizador.
En este contexto, dicha semana, afirman los organizadores, busca impulsar la moda hispana para salvaguardar el patrimonio de los pueblos. También se pretende evidenciar su poder de transformación, con el eje amerindio, el africano, el asiático, el europeo y otros en el medio del encuentro.
