La presencia latina en el Salón de la Fama del béisbol estadounidense crecerá con la clase de 2024, que tuvo como nota destacada la inclusión del dominicano Adrián Beltré, otrora jugador de Dodgers de Los Ángeles, Marineros de Seattle, Medias Rojas de Boston y Vigilantes de Texas.
El recinto de Cooperstown, en el estado de Nueva York, acogerá también en la ceremonia de exaltación, prevista para el próximo 21 de julio, a los expeloteros Todd Helton y Joe Mauer, ambos de Estados Unidos.
Todos ellos, escogidos por los votantes de la Asociación de Cronistas de Béisbol de América, se unirán al exmanager de Piratas de Pittsburg, Marlins de Miami, Rockies de Colorado y Tigres de Detroit, Jim Leyland, quien fue elegido para entrar al templo sagrado en diciembre último por el Comité de la Era Contemporánea de dicho deporte.
Beltré apareció por primera vez en las boletas de los referidos electores, que tuvo ahora 26 nombres, y consiguió un respaldo del 95,1 por ciento (366 papeletas), cuando para lograr la denominada inmortalidad resulta necesario el apoyo de las tres cuartas partes del total de quienes deciden cada año.
Por su parte, Helton y Mauer acapararon 307 y 293 votos para respectivos 79,7 y 76,1 por ciento de visto bueno, mientras que su compatriota Billy Wagner (284 y 73,8 por ciento) fue el mejor entre el grupo de los desfavorecidos.
Con Beltré, un excelente bateador y custodio de la tercera base, República Dominicana llegó a cinco representantes en el referido espacio pues antes recibieron el reconocimiento Juan Marichal, Pedro Martínez, Vladimir Guerrero y David Ortiz.
Esa misma cantidad de exaltados posee Puerto Rico gracias a Roberto Clemente, encargado de abrir la senda de la región en 1973, Orlando Cepeda, Roberto Alomar, Iván Rodríguez y Edgar Martínez.
Sin embargo, Cuba lidera la huella latina en Cooperstown con seis laureados: Tany Pérez, Tony Oliva, Orestes Miñoso, Martín Dihigo, José Méndez y Cristóbal Torriente, aunque los tres últimos mencionados nunca se desempeñaron en la Gran Carpa por la discriminación racial imperante hasta 1946.
América Latina tiene también como inmortales, para un total de 19, al venezolano Luis Aparicio y a los panameños Rod Carew y Mariano Rivera, el único en recibir el ciento por ciento del beneplácito de los votantes en la historia de estas selecciones.
De acuerdo con datos oficiales, de los 342 nombres del Salón de la Fama del béisbol estadounidense en estos momentos, 271 corresponden a exjugadores de Grandes Ligas y de ese selecto grupo, solamente 60 han logrado acceder en su primer año de elegibilidad.
Las estadísticas firmadas por Beltré durante 21 temporadas lo colocan como el único antesalista con más de tres mil hits y más de 450 jonrones en la historia del Big Show.
Su labor con el bate dio paso a los siguientes números: 286 de average, 477 cuadrangulares, 636 dobles, mil 707 carreras impulsadas, mil 524 anotadas y tres mil 166 imparables.
Además de esos sobresalientes guarismos, Beltré fue convocado a cuatro juegos de estrellas, y cinco veces mereció el guante de oro y una el de platino por su destreza defensiva.
“Es un honor, incluso estar en la boleta. Nunca pensé que podía llegar al Salón de la Fama”, manifestó el dominicano desde su hogar en Los Ángeles, donde esperó el anuncio el pasado 23 de enero junto a familiares y amigos.