Punta Sal, ubicada en la región de Tumbes al norte de Perú, se está posicionando como una de las alternativas más atractivas para el turismo de playa en América Latina, con potencial para competir con destinos consolidados. Este enclave costero ofrece una mezcla única de biodiversidad, playas de arena blanca y aguas cristalinas, junto a una rica oferta gastronómica basada en los productos del mar. Este balneario, situado en el distrito de Canoas de Punta Sal, provincia de Contralmirante Villar en Tumbes, es un destino sorprendente en el norte del país.
Las playas de Punta Sal han sido distinguidas con el sello internacional “Safe Travels”, que certifica su condición como destinos seguros tanto para viajeros nacionales como extranjeros.
La zona se beneficia de un clima cálido todo el año, lo que permite a los visitantes disfrutar de sus actividades al aire libre sin limitaciones estacionales. Entre estas, el avistamiento de ballenas que se ha convertido en una de las actividades turísticas más emblemáticas de esta región al norte de Perú, atrayendo a visitantes de todo el mundo.
Entre los meses de julio a octubre, las aguas cálidas y tranquilas de Punta Sal se convierten en el escenario para uno de los espectáculos naturales más impresionantes del planeta: la migración de las ballenas jorobadas desde las frías corrientes antárticas hacia el norte para reproducirse y dar a luz.
La aparición de la ballena azul ha incentivado un mayor interés tanto en el turismo de avistamiento de cetáceos como en las actividades de conservación marina en la zona. Las autoridades locales y organizaciones de conservación ven este espectáculo natural como una oportunidad para promover la educación ambiental y fomentar una mayor conciencia pública sobre la importancia de proteger los océanos.
El Gobierno Regional de Tumbes ha unido esfuerzos con diferentes sectores, tanto públicos como privados, para asegurar una experiencia segura y enriquecedora para los turistas que deseen participar en esta actividad. En esto influye haber obtenido el sello Safe Travel, garantizando así prácticas seguras en el turismo.
La autoridad regional aspira a recuperar los niveles de visitantes prepandemia, estimados en 30 mil turistas, y ven en esto una palanca vital para el desarrollo futuro de la región. “La espera es que, con el avistamiento de ballenas como atractivo principal, Punta Sal y alrededores se posicionen como destinos turísticos de primer nivel no solo a nivel nacional sino también internacional”, sostuvo la autoridad regional.
Al respecto, el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur) indicó que, durante la temporada de observación de cetáceos, las costas del norte del Perú (Piura y Tumbes) experimentarían un aumento en el turismo, con la llegada de miles de visitantes tanto nacionales como extranjeros, generando un significativo impacto económico.
Además del avistamiento de ballenas, Punta Sal ofrece una amplia gama de actividades al aire libre que permiten a los visitantes conectar con la naturaleza, incluyendo snorkeling, buceo, y paseos en bote que exploran la rica vida marina de la región. Con su combinación de belleza natural, compromiso con la sostenibilidad, y la emocionante experiencia de observar ballenas en su hábitat, Punta Sal se posiciona como un destino turístico emergente para los amantes de la naturaleza y la aventura.
Este balneario también se está convirtiendo en un punto de interés para el turismo sostenible, con iniciativas locales enfocadas en la conservación de sus ecosistemas y el desarrollo económico de las comunidades residentes. Estas características, combinadas con una creciente infraestructura turística que incluye desde alojamientos de lujo hasta opciones más convencionales, lo están colocando en el mapa de los turistas internacionales.
Punta Sal, con un entorno natural inigualable y creciente popularidad como destino turístico, ha emergido como un punto de interés clave para la inversión privada en hoteles de lujo y, con ello, la región se ha beneficiado significativamente de un aumento en la demanda turística, impulsada tanto por viajeros nacionales como internacionales.
El potencial de la zona para albergar complejos de gran envergadura, ofrece una amplia gama de servicios y comodidades de primer nivel. El éxito de estos proyectos ha enviado una señal positiva a inversores interesados en desarrollar propiedades que atraigan a un segmento de mercado dispuesto a pagar más por experiencias exclusivas y personalizadas.
Tal es el caso del “Royal Decameron Punta Sal”, reconocido como el hotel más grande de Perú, que se extiende sobre una amplia área, brindando no solo habitaciones espaciosas y cómodas, sino también una variedad de servicios que incluyen restaurantes de cocina internacional, bares, piscinas, y áreas recreativas que garantizan una estadía placentera para personas de todas las edades.
La inversión en hoteles de lujo en Punta Sal no solo ha redefinido la oferta turística de la región, sino que también ha tenido un impacto significativo en la economía local con la creación de empleo. Solo el Royal Decameron emplea 450 trabajadores locales que desempeñan una variedad de roles, desde servicios de hospitalidad hasta mantenimiento y administración, facilitando el desarrollo de habilidades y la profesionalización del sector turístico. “Nuestro principal activo son los empleados. Fuimos de las pocas empresas que se mantuvo firme en la pandemia y durante los siete meses de cierre de actividades, hemos cumplido con el pago de todas las obligaciones y no hubo ni un solo despido”, destacó el ejecutivo Jaime Jiménez.
Para este 2024, la cadena hotelera de origen colombiano ha decidido implementar una estrategia agresiva que incluye la promoción, publicidad y mercadotecnia de sus servicios, enfocándose en los meses de junio a septiembre, que históricamente reportan una menor afluencia de visitantes.
El hotel amplió su oferta con una nueva experiencia ‘All Inclusive Plus’, un servicio más exclusivo donde los huéspedes están ubicados en un sector privilegiado, y con un bar de bebidas premium. Además, el directivo hotelero anunció la inauguración de un parque acuático para el segundo semestre del 2024, con una inversión inicial de un millón de dólares.
Debido a la elevada demanda y al creciente número de visitantes procedentes de Ecuador, Brasil, Bolivia y Argentina, se contempla también la expansión de las instalaciones hacia el 2026. “Actualmente, contamos con 402 habitaciones y estamos evaluando ampliar nuestra capacidad”, sostuvo el ejecutivo.
Jiménez también destacó la demanda creciente del sector corporativo que busca servicios para programas de fidelización de sus colaboradores. Frente a ello, el hotel ha implementado un centro de convenciones con salas de reuniones y salón de banquetes.
Situado en el extremo norte del desierto peruano, Punta Sal es un destino que ofrece paisajes impresionantes y paradisíacos balnearios, destacando su amplia oferta hotelera, gastronómica y deportiva adecuada para toda la familia. Sus suaves olas invitan a la navegación en canoas o motos, mientras que las opciones de buceo, pesca y acampada en sus playas de arena blanca y fina prometen experiencias inolvidables.
José Luis Perelló Cabrera
Investigador. Cátedra de Estudios del Caribe «Norman Girvan»
Universidad de La Habana