Cuevas del Pomier, la capital prehistórica del Caribe

Los territorios insulares del Caribe cuentan con innumerables atractivos naturales entre los que se destacan los sistemas cavernarios. Destinos turísticos como Cuba, que posee la Caverna de Santo Tomás, el sistema cavernario más grande e importante de la isla, con unos 46,2 kilómetros de galerías. En Jamaica, las Cuevas de la Gruta Verde son una importante atracción turística y llamada así por las algas verdes que cubren sus paredes. Mientras que Puerto Rico cuenta con la Reserva Natural Sistema de las Cuevas de Aguas Buenas.

En República Dominicana la Reserva Antropológica Cuevas de El Pomier, además de resguardar una de las mayores riquezas naturales y arqueológicas del Caribe, ofrece un espectáculo majestuoso a quienes alcanzan su cima, su mirador. Quienes se atreven a recorrer el camino rocoso que va desde las cuevas hasta la cima de la montaña, podrán observar la magnitud del municipio de San Cristóbal. Los guardias forestales dicen que para los turistas es calificado como “una vista increíble a la ciudad” y donde se disfruta de la naturaleza virgen que se debe preservar.

Este municipio se ubica en un pequeño valle irregular a pocos kilómetros al oeste de la capital Santo Domingo, cerca de la costa del Mar Caribe entre los ríos Nigua y Nazao; y se remonta a la época colonial española, cuando a finales del siglo XV bajo las ordenes del Almirante Cristóbal Colón su hermano Bartolomé fundó el bastión de San Cristóbal, marcando el inicio de la colonización de la Hispaniola en busca de oro.

Toda el área protegida de la Reserva Antropológica se encuentra cubierta de naturaleza y grandes arbustos que componen el bosque donde se encuentran aves endémicas como el carpintero, cigua palmera, barrancolí y el cuatro ojos, un ave paseriforme endémica que se encuentra en el paraje El Pomier, ubicado en la sección Borbón del municipio San Cristóbal.

Dentro del bosque de la reserva histórica conocida como Pomier se encuentran formaciones de la naturaleza entre los árboles, como los caminos formados por algunas palmas que abren paso a las maravillas de un camino de aventura. Desde la entrada del sendero, se respira el aire puro que emanan de grandes árboles de Mamón, Jobo, Almacigo, Cacao, Framboyán, Guáyiga, Mango, Copey, Roble, Caoba, entre otros que aún no están descritos por el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales.

Los guías explican a los visitantes que la guáyiga es un tubérculo que los taínos extraían de la tierra para guayarlo y extraer el almidón, en un proceso parecido a la elaboración del casabe. La protección de estas áreas y tradiciones ancestrales se encuentra en proceso y llevando ideas para habilitar espacios de recreación familiar.

Al visitar la primera cueva, una de las 57 que se encuentran en el lugar, se observan murciélagos frugívoros, insectívoros y polinívoros, los cuales no resultan peligrosos para los humanos y sirven de aporte para el medio ambiente por su manera de alimentarse de los recursos de la naturaleza.

En el lugar, protegido desde 1969, se han registrado unas 6,000 pictografías y más de 500 petroglifos, distribuidos en las cuevas que se encuentran expuestas al público.

Esta muestra de arte rupestre representa la cultura taína en el país y cada una de sus simbologías, como el dios del sol y Tabeira, que representa la madre tierra en representación de rana.

Otra cueva visitada es la llamada “cueva el puente”; recibe este nombre debido al puente natural de roca que atraviesa la entrada a la cueva. Esta, a pesar de ser una de las más complicadas para visitar, es recurrida por turistas para apreciar la formación de rocas que posee, al igual que observar su interesante hueco, del cual se desconoce la profundidad.

El Monumento Natural Reserva Antropológica Cuevas de Borbón o del Pomier fue incorporado al sistema de áreas protegidas el 2 de noviembre de 1993 y posteriormente agregado al Sistema Nacional de Áreas Protegidas, clasificándose como Monumento Natural en la categoría III, que establece los siguientes usos permitidos: investigación científica, educación, recreación, turismo de naturaleza, infraestructura de recreo e infraestructura para uso público, autorizadas por el Ministerio de Medio Ambiente.

El nombre original de «Pommier» le fue impuesto por los primeros pobladores de origen francés, quienes notaron la abundancia de la fruta conocida como mamón (Annona muricata), y la compararon con la manzana («pomme» en francés) por su color rojizo al madurar y así le llamaron a la zona.

Esta área protegida cuenta con 54 cuevas, 30 de las cuales poseen más de seis mil pictografías y petroglifos pertenecientes por lo menos a dos culturas indígenas, que son la Igneri y la Taina. Estas cuevas son consideradas como la capital prehistórica de la República Dominicana, además de su rica biodiversidad, ya que de las 18 especies de murciélagos que existen en la isla Hispaniola, existen 7 en la Reserva.

Recientemente, en medio del proceso de rescate de las Cuevas del Pomier, el presidente dominicano Luis Abinader dijo que ha encomendado al Ministerio de Medio Ambiente, al de Cultura y al de Turismo, así como a la Dirección General de Proyectos Estratégicos y Especiales la ejecución inmediata de un plan de acción orientado a transformar las Cuevas del Pomier en la “Capital Prehistórica del Caribe”.

José Luis Perelló Cabrera
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Investigador. Cátedra de Estudios del Caribe «Norman Girvan»

Universidad de La Habana