La noticia del fallecimiento del joven trabajador temporal guatemalteco Óscar Antonio Vicente Torres volvió a poner la lupa sobre un tema de suma importancia para toda la comunidad de jornaleros latinos en Canadá: los accidentes en el campo. Vicente se encontraba trabajando en un campo de coliflor de la granja Denis Martin S.E.N.C. Farm, en Quebec, cuando fue víctima del impacto de un rayo.
Lo que muchos pueden considerar como un lamentable accidente tiene en realidad un trasfondo mucho más complejo y preocupante pues habla de la irresponsabilidad de algunos contratistas con sus empleados y las condiciones extremas en que en ocasiones se ven obligados a laborar los trabajadores agrícolas temporales.
Sobre esta temática, CorreoTV entrevistó a Noé Arteaga Santos, un ex trabajador temporal que actualmente reside en Halifax y que vivió en carne propia la necesidad de que los jornaleros conozcan mejor y sean capaces de defender sus derechos.
“La vida del trabajador agrícola es un poco dura, sobre todo para los trabajadores temporales que no tienen el derecho de negarse a trabajar. Esto ocurre ya que a veces el contratista necesita que una producción sea terminada y en esas ocasiones muchas veces a los empleadores no le preocupa que esté lloviendo, tronando o con señales de rayos”, explicó el ex jornalero.
Arteaga señaló que no es la primera vez que ocurre un suceso como éste en Canadá y manifestó que en su opinión esto se debe a que entre los empleadores y trabajadores hay falta de información, pero también escasea la empatía y el sentimiento de igualdad.
“Los quebequenses no van a trabajar ni siquiera bajo la lluvia, menos bajo una tormenta eléctrica. Algo parecido sucedió con las recientes olas de calor. Los empleadores al menos les deberían advertir a los trabajadores sobre las condiciones del clima para que estos puedan ajustar sus ropas o llevar más agua. Hay casos de jornaleros que se han enfermado de insolación por trabajar fuerte bajo el sol largas jornadas con las temperaturas demasiado elevadas”, expresó.
“En estos últimos años han cambiado muy poco las cosas en cuanto a derechos para estos trabajadores. Lamentablemente cada vez que sucede este tipo de incidentes el mismo gobierno canadiense dice que es un caso excepcional o se toma como un accidente de la naturaleza. Tal vez desde el punto de vista del empleador es fácil sustituir a un trabajador temporal y eso provoca este tipo de actitudes”, argumentó Arteaga.
Una experiencia inspiradora
Noé Arteaga, ex trabajador temporal también de origen guatemalteco y actualmente ciudadano canadiense, constituye un buen ejemplo de la necesidad de que los trabajadores temporales entiendan y manifiesten sus derechos sin temor a las posibles consecuencias.
“Cuando trabajaba en una granja en Quebec, un compañero se enfermó por aplicar pesticidas. Yo fui uno de que escribió un correo de queja al Consulado porque los empleadores no querían llevarlo a un hospital. Realizamos un medio paro exigiendo atención médica para nuestro compañero ya que en la provincia los trabajadores tienen acceso a la tarjeta de la salud y un seguro privado que traemos de nuestras naciones”, contó.
Como Arteaga era uno de los líderes de esa situación, los empleadores canadienses decidieron tomar represalias en su contra y realizar un escarmiento público forzándolo a abandonar el programa de trabajadores agrícolas temporales, cerrar su cuenta en el banco y regresarlo a Guatemala.
“Las autoridades de Guatemala en Canadá y en mi país no me dieron ningún tipo de respaldo. Por ello, decidí regresar para luchar jurídicamente mi caso. La Comisión de Relaciones de Trabajo de Quebec nos amparó a mí y a otro trabajador que estaba en una situación similar. Se determinó que en nuestro caso si había habido un despido injustificado y que la empresa se tendría que hacer cargo. De esa manera sentamos un precedente para muchos trabajadores, les demostramos que se puede y se debe luchar por lo que es justo”, agregó.
A pesar de que cada caso es diferente, es importante que los trabajadores agrícolas temporales conozcan que tienen derechos en Canadá y el caso de Noé nos muestra precisamente que es posible que una causa justa tenga una resolución feliz para el trabajador afectado.
(*) Nota realizada a partir de la entrevista de Isabel Inclán para CorreoTV. Vea la entrevista en el canal de YouTube de Correo Canadiense.