Inflación, lastre en América Latina.

Buenos Aires, 22 de Octubre de 2022 Reportaje fotográfico al economista José Manuel Salazar-Xirinachs,nuevo Secretario Ejecutivo de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) en las oficinas de CEPAL Argentina. Fotos: Silvina Frydlewsky / EL PAIS

   Las noticias sobre inflación, frecuentes en los medios de prensa de cualquier país, suelen estar cargadas de números fríos y aparentemente complejos, que parecen muchas veces distantes del ciudadano común.

   Sin embargo, realmente encierran un problema muy serio que se traduce en una disminución del poder adquisitivo frente a las altas subidas de los precios de los bienes y los servicios.

   Bien conocen sobre este tema los argentinos, quienes durante el pasado año y el presente han enfrentado los incrementos continuos del costo de productos de gran consumo como carne de res, huevos, detergentes, chocolates, arroz, bebidas no alcohólicas y combustibles, entre otros.

   A finales de 2022, el ministro de Economía, Sergio Massa, expresó el objetivo de lograr que la inflación disminuyera a menos de cuatro por ciento para este abril, pero hasta el momento tal propósito sigue sin concretarse, como reflejo de un mal que va más allá de las fronteras del país sudamericano.

   Datos difundidos a mediados de marzo por el Instituto Nacional de Estadística y Censos arrojaron que en los últimos 12 meses los precios en Argentina aumentaron en 102,5 por ciento. Solo en febrero la subida se ubicó en 6,6 por ciento, y los estimados indican que en marzo pudo ser mayor a siete, lo cual muestra muy lejana todavía la cifra indicada por Massa.

   Este fenómeno, aunque se ha manifestado mucho más acentuado allí que en otros, no es exclusivo de ese país, ni siquiera de América Latina, pues se trata de un problema presente a nivel internacional y que empeoró a raíz de la crisis económica provocada por la Covid-19, la cual trajo interrupciones significativas en las cadenas de producción y distribución a nivel global.

   La emergencia sanitaria y otros eventos de diversa naturaleza, como la posterior guerra en Ucrania, provocaron que desde mediados de 2020 las subidas de precios se desataran en cada rincón del orbe, incluidas las naciones al sur del río Bravo. En esta área del planeta, la inflación llegó en junio de 2022 a un 8,4 por ciento, el valor más alto registrado desde 2005.

   Un informe difundido en enero por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) apuntó que el mal en dicha zona geográfica parece estar cediendo; pero, el propio organismo reconoció que cabe esperar que se mantengan tasas relativamente altas en el presente año, durante el cual se prevé un “panorama económico desafiante”.

   José Manuel Salazar-Xirinachs, secretario ejecutivo de la Cepal, fue un poco más allá en un artículo publicado en marzo y sostuvo que 2023 será un año muy difícil para todos los países latinoamericanos y caribeños, porque marcará el final de una década en la que la tasa de crecimiento anual promedió solo 0,9 por ciento, un rendimiento peor al de la llamada “década perdida” de 1980.

   A su criterio, eso significa que durante los últimos 10 años la región acumuló una gran cantidad de retos que no solo golpean a los pobres y vulnerables, sino también a las clases medias, lo cual coloca a los gobiernos “bajo enorme presión para obtener resultados tangibles”. 

   De Argentina a México, mayor costo de la vida

   Más allá de Argentina, donde la inflación anual mencionada resultó la más alta desde 1991, otro país con un preocupante panorama en este sentido es Cuba, pues el precio promedio de la cesta de bienes y servicios creció casi un 29 por ciento de enero a octubre de 2022. 

   Cifras de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI) de la isla caribeña indicaron que de octubre de 2021 al mismo mes del pasado año el problema ascendió allí un 40 por ciento.

   Reportes de medios locales de prensa afirman que en el fenómeno se combinan una severa contracción de la oferta con una mayor cantidad de dinero circulante y la aparición de precios especulativos.

   En su más reciente informe sobre el Índice de Precios al Consumidor, la ONEI reflejó que en diciembre de 2022 el incremento con respecto a 2010 fue de 270,3 por ciento.

   Al mismo tiempo, en Colombia el costo de la vida también continuó hacia arriba. Información divulgada por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística reveló que en marzo la inflación anual llegó a 13,3 por ciento, para sumar nueve meses consecutivos por encima de 10 por ciento y la cifra más alta desde igual momento de 1999.

Principales impulsores de las subidas en esa nación sudamericana, los alimentos se mantienen con un incremento de 21,8 por ciento, aunque ya comienzan a notarse señales de desaceleración. Por otra parte, elementos del área de los servicios y productos como la gasolina no muestran una tendencia similar hacia la disminución.

Mientras, en Chile la inflación anual se situó en 11,9 por ciento en febrero y el Banco Central advirtió recientemente que el costo de la vida se mantiene elevado.

Los bienes y servicios cerraron 2022 en Brasil con un alza de 5,79 por ciento, guarismo superior a la meta gubernamental de 3,25 por ciento, y se estima que para este año concluirán en 5,8 por ciento.

México, por su parte, vio que en marzo la inflación continuó moderándose, al registrar una tasa anual de 6,85 por ciento frente a la de 7,62 por ciento de febrero, en lo que constituyó el segundo mes consecutivo de caída de precios, pero cuando los alimentos y otras mercancías redujeron sus costos, los servicios reportaron incrementos.

Cierre de filas en 11 países

En el contexto de tan complejo escenario, líderes de 11 países se dieron cita por medio de videoconferencia el último 5 de abril para unir esfuerzos en el enfrentamiento a este asunto.

Dicho impulso, encabezado por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, contó también con la participación de sus homólogos de Argentina, Alberto Fernández; Brasil, Luis Inácio Lula Da Silva; Chile, Gabril Boric; Honduras, Xiomara Castro; Cuba, Miguel Díaz-Canel; y Bolivia, Luis Arce; y el primer ministro de Belice, Juan Antonio Briceño.

   También participaron en el encuentro virtual en representación de sus respectivos gobiernos la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez; el ministro de Comercio, Industria y Turismo de Colombia, Germán Umaña; y el titular de Finanzas de San Vicente y las Granadinas, Camillo Gonsalves, cuyo país ocupa la presidencia pro témpore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños.

   La alianza concretada ese día había sido adelantada a principios de marzo por López Obrador, quien, tras sostener conversaciones telefónicas con Lula, Fernández, Díaz-Canel, y su par colombiano, Gustavo Petro, aseguró que impulsarían un plan antiinflacionario de ayuda mutua para el crecimiento y el intercambio económico y comercial.

   Esos objetivos fueron ratificados en la cumbre del 5 de abril, en cuya declaración final los participantes expresaron su intención de “encontrar soluciones conjuntas frente a las presiones de precios y la carestía presentes en la región, así como para fortalecer la integración y el comercio”.

   Durante la cita, acordaron avanzar en la definición de facilidades comerciales y de medidas logísticas, financieras y de otra índole, que permitan intercambiar productos de la canasta básica y bienes intermedios en mejores condiciones.

   Además, pactaron la creación de un Grupo de Trabajo Técnico integrado por representantes gubernamentales y con objetivos que incluyen determinar las medidas de cooperación regional mencionadas, establecer un plan de acción para implementarlas en un plazo razonable y facilitar el comercio a fin de evitar los altos precios.

   Ese ente también recomendará la adopción de acciones dirigidas a mejorar el ingreso y la salida de mercancías por puertos y fronteras, y el intercambio de insumos intermedios, maquinarias y tecnologías en beneficio de la productividad agrícola, entre otras responsabilidades.

   La declaración dio a conocer que los próximos 6 y 7 de mayo se realizará en Cancún, México, una reunión entre sectores empresariales y autoridades de alto nivel de la alianza antiinflacionaria, que tiene entre sus metas sumar a más países del área a esa iniciativa.

   Al intervenir en el encuentro virtual, el presidente mexicano advirtió que, aunque parece que la inflación está cediendo, no deja de ser una amenaza permanente, porque afecta mucho a la economía popular.

   “Nosotros estamos aumentando como nunca el salario, pero si no controlamos la inflación, no logramos mejorar el poder adquisitivo de la gente”, afirmó.

   Vista a grandes rasgos, la propuesta todavía aparenta ser más una expresión de intenciones políticas que de acciones y logros concretos, los cuales podrían configurarse mejor en el anunciado encuentro del mes siguiente. De momento, la alianza parece ir en la dirección correcta en cuanto a las recomendaciones brindadas por la Cepal acerca de cómo enfrentar los retos regionales.

   De acuerdo con el director ejecutivo del organismo, los gobiernos latinoamericanos y caribeños deberían tener precisamente entre sus prioridades clave “proseguir los esfuerzos para reducir la inflación y limitar las subidas del costo de la vida”.

José Oscar Fuentes
+ posts