Cynthia Gellibert, secretaria de la Administración Pública y nombrada como su segunda por el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, en el contexto de la disputa con la vicemandataria Verónica Abad, estará al frente del Gobierno de dicho país sudamericano durante 72 horas, a partir de las 17:00 de este 9 de enero.
De tal forma, quedó escrito en el Decreto Ejecutivo 500 que hace dos días firmó el gobernante, quien estará de licencia durante ese tiempo y cuya decisión achacó a “circunstancia de fuerza mayor” y a la vez dio paso a disímiles reacciones en sus compatriotas.
Según Noboa, empeñado en conservar el poder durante el periodo 2025-2029, la determinación propia está justificada por “la ambigüedad del pronunciamiento del ente electoral y dados los inconmensurables supuestos que pueden aparecer por la percepción de cada ciudadano sobre los actos que realiza el presidente de la República”.
El 6 de enero, una jornada después del comienzo de la campaña con vistas a los comicios generales del próximo 9 de febrero, en los que se seleccionarán también al vicepresidente, 151 legisladores y cinco representantes al Parlamento Andino, el Consejo Nacional Electoral recordó que los servidores públicos en ejercicio tienen prohibido inducir al voto a favor de una determinada preferencia en las urnas.
Previamente, la entidad instó a los 16 candidatos a la presidencia a realizar labores de proselitismo apegadas a la tolerancia y el respeto mutuo como maneras de fomentar el debate argumentado, la cultura de paz y la convivencia democrática.
RESPONSABILIDAD DE NOBOA
A criterio de diversas voces, la advertencia llegó tarde o quizás estuvo motivada por el desempeño de Noboa, responsable el 5 de enero de dirigirse a un notable número de seguidores que se reunieron en la capitalina plaza de la Independencia pese a un fuerte dispositivo policial, según reportes periodísticos.
Entonces, el mandatario agradeció a los presentes por apoyar a un Gobierno, el cual, en su opinión, no se rinde ante golpistas ni ante una clase política que no sabe cómo parar a la administración ni de qué manera afectar el cambio nacional.
“Tenemos que resguardar la democracia, tenemos que proteger la dignidad humana”, recalcó el gobernante antes de manifestar que junto al pueblo se logrará “que en cinco semanas, por fin, resurja este país”.
Más allá de las palabras del presidente, siete provincias (Guayas, Los Ríos, Manabí, Orellana, Santa Elena, El Oro y Sucumbíos) y tres municipios se encuentran desde el 3 de enero en un nuevo estado de excepción (medida adoptada en 2024) con el fin de enfrentar la inseguridad.
También, hace ya un año que Ecuador está bajo un conflicto armado interno, que decretó así Noboa en momentos de crecientes actos de violencia, incluidos motines en cárceles y el asalto de encapuchados a un canal de televisión, rememoró hace poco tiempo France 24.
Ese medio galo de comunicación audiovisual mencionó, además, el aumento de críticas de organismos de Derechos Humanos debido al temor por la posible extralimitación del accionar de las fuerzas del orden al confirmarse que cuatro cuerpos calcinados en la ciudad de Guayaquil correspondían a los de los niños desaparecidos el 8 de diciembre tras su aprehensión por una patrulla de militares.
POSICIÓN OFICIAL Y CRÍTICAS
Aunque antes subrayó que no es obligatorio para el mandatario tomar licencia pues “este no es un caso de reelección”, el ministro de Gobierno, José de la Gasca, se refirió en una entrevista con Radio Platinun a las intenciones de Noboa con respecto a los actos proselitistas.
“Cuando el presidente quiera hacer campaña va a encargar la Presidencia de la República”, enfatizó como aparente justificación de los propósitos del candidato de Acción Democrática Nacional.
El artículo 93 del Código de la Democracia, recordaron medios de prensa, establece que “los dignatarios que opten por la reelección inmediata al mismo cargo deberán hacer uso de licencia sin remuneración desde el inicio de la campaña electoral”.
Para sus simpatizantes, Noboa no está por reelegirse pues la etapa como presidente corresponde a la culminación del mandato de cuatro años (hasta este 2025) de Guillermo Lasso, quien disolvió el Congreso para evitar ser destituido en un juicio político por corrupción y llevó a los comicios anticipados de 2023.
Sin embargo, opiniones de otros aspirantes a la presidencia como Henry Cucalón, del movimiento Construye, consideran autoritaria la determinación de Noboa de mantenerse en su puesto.
Nadie puede ejercer un cargo público durante la campaña electoral, porque eso es abuso de los fondos públicos, recalcó Cucalón.