
Acorde a lo vaticinado por las encuestas, el abanderado del opositor Frente Amplio (FA), el izquierdista Yamandú Orsi, resultó el candidato más votado entre los 11 aspirantes a la presidencia de Uruguay que se midieron en las elecciones del 27 de octubre; sin embargo, el respaldo obtenido en las urnas no fue suficiente para que consiguiera imponerse en primera vuelta.
Orsi, la figura respaldada en estos comicios por el exmandatario José “Pepe” Mujica, alcanzó un 43,9 ciento de los votos, cuando necesitaba superar el 50 por ciento para concretar el triunfo y evitar el balotaje previsto para el venidero 24 de noviembre.
Su rival más cercano, Álvaro Delgado, del oficialista Partido Nacional (PN), obtuvo un 26,8 por ciento del apoyo popular y se medirá con él en esa segunda vuelta.
Aunque en apariencia la ventaja del candidato del FA parece cómoda, al haber superado a Delgado por más de 17 puntos porcentuales, lo cierto es que el panorama se le complicará en lo adelante, debido a los resultados de las demás fuerzas que conforman la llamada Coalición Republicana, una alianza electoral de centroderecha surgida en los comicios de 2019 e integrada, además de por el PN, por el Partido Colorado (PC), Cabildo Abierto, el Partido de la Gente, el Partido Independiente y el Partido Constitucional Ambientalista.
De esas otras formaciones políticas, la de mejores resultados fue el PC, que alcanzó un 16,03 por ciento del respaldo, y si se suman los votos conseguidos por cada candidato de la coalición, totalizan un 47,5 por ciento del apoyo.
Ciertamente, eso no significa que todas las personas que emitieron su boleta a favor de los aspirantes de estos otros partidos automáticamente se decantarán ahora por Delgado, pero los datos apuntan a un balotaje muy reñido en el que el FA podría correr una suerte similar a la de 2019.
Aquel año, el actual mandatario, Luis Lacalle Pou, quedó segundo en la primera cita en las urnas, y luego se impuso en el sufragio definitivo por menos de dos puntos porcentuales.
Tras los resultados del último domingo, Orsi ofreció un discurso en el que destacó que el FA es nuevamente el partido más votado de Uruguay.
“La campaña por momentos se hace larga y muchos quizás se cansen de recorrerla, pero vale la pena […] Más allá de nuestras filas, sepan todos los compatriotas que defenderemos entre todos los demócratas la sana competencia electoral que tanto valoramos”, expresó.
Por otra parte, su rival sostuvo que la Coalición Republicana es el proyecto político más votado del país y que la gente le dio “la responsabilidad de seguir gobernando Uruguay”.
Sobre el argumento de ambos de haber acaparado más respaldo “los dos tienen razón. Pero en política la matemática no es exacta y las sumas no suelen dar lo que imponen los números”, consideró un artículo de opinión del diario uruguayo El Observador.
De acuerdo con ese texto, los frenteamplistas se acostaron en la noche de las elecciones con una sensación amarga, porque sus expectativas eran muchas, mientras los blancos del PN seguramente durmieron con tranquilidad.
Pese a tales consideraciones, el presidente del FA, Fernando Pereira, comentó esta semana a la prensa que la posibilidad más grande de victoria la tiene su fuerza política, que debe apostar por construir consensos.
Añadió que los votos de la coalición de gobierno no se “suman mecánicamente; todos sabemos que en todas las elecciones han perdido votos entre la primera y la segunda vuelta” y se refirió a la posibilidad de que una buena parte del electorado pase a respaldar a Orsi.
El 24 de noviembre, con la nueva consulta, se conocerá si tiene o no la razón.