En un universo virtual plagado de redes sociales en las cuales los internautas encuentran espacio para casi todo tipo de intereses, pudiera parecer que hay pocas oportunidades para la emergencia de nuevos escenarios digitales exitosos.
Sin embargo, el reciente nacimiento de Threads, la red social del conglomerado estadounidense Meta, evidenció que no todo está zanjado en lo concerniente al uso y expansión de este tipo de plataformas, y que las ahora reinantes no tienen garantizado un dominio absoluto, pues están a merced de los designios del mercado, la industria y los usuarios.
Meta, matriz de otras conocidas aplicaciones como Facebook, Instagram, WhatsApp y Messenger, lanzó Threads el 6 de julio en un centenar de países, y en solo cinco días la propuesta superó los 100 millones de suscriptores, con lo cual se convirtió en la red social de más rápido crecimiento.
ESPACIO “AMIGABLE” PARA LAS CONVERSACIONES PÚBLICAS
La nueva aplicación, calificada ya como una competidora que podría reemplazar a Twitter, surge con una gran ventaja, pues posee el respaldo de los multimillonarios fondos de Meta y, además, está vinculada directamente a Instagram, que en la actualidad cuenta con más de dos mil millones de usuarios activos mensuales a nivel mundial.
Threads permite publicar hasta 500 caracteres, tiene una interfaz parecida a la sección de comentarios estándar de Instagram, y añade características similares a Twitter, entre ellas publicar hilos, y responder y republicar publicaciones, además de que acepta hasta 10 fotos y admite videos con una duración máxima de cinco minutos.
“La visión de Threads es crear una opción y un espacio público amigable para la conversación. Esperamos tomar lo que Instagram hace mejor y crear una nueva experiencia en torno al texto, las ideas y discutir lo que está en tu mente”, dijo Mark Zuckerberg, el director ejecutivo de Meta, tras darse a conocer la aplicación.
Esta semana los creadores anunciaron varias funciones que se agregarán en el futuro, entre ellas que los contenidos serán más personalizados, para responder a los intereses de cada usuario, y que se facilitará la navegación por temas y tendencias, si bien todavía no hay noticias de que vaya a añadirse el empleo de etiquetas.
Ante el rápido crecimiento registrado en sus primeros días, los titulares de prensa señalan a Threads como un peligro para la supervivencia de Twitter, que viene arrastrando serios problemas desde que fuera comprada el pasado año por el magnate de la tecnología Elon Musk.
“Creo que debería existir una aplicación de conversaciones públicas con más de mil millones de usuarios. Twitter ha tenido la oportunidad de hacerlo, pero no lo ha logrado. Espero que nosotros lo hagamos”, escribió Zuckerberg en el nuevo servicio, en un desafío evidente a esa otra plataforma de microblogueo.
Desde que Musk adquirió Twitter en octubre de 2022, tras un proceso de compra que estuvo repleto de controversias, comenzaron a surgir muchas interrogantes sobre su futuro, dadas las criticadas decisiones adoptadas por el empresario, que incluyeron el despido de miles de empleados, cambios en las reglas de contenido y polémicas estrategias para buscar ingresos.
¿TIRO DE GRACIA A LA PLATAFORMA DE MUSK?
Numerosas fuentes consideran que, bajo el control del multimillonario, Twitter se ha convertido en un caos. En abril pasado la organización Media Matters for America calculó que la empresa había perdido casi un 50 por ciento de los ingresos publicitarios mensuales debido a que los anunciantes estaban preocupados por su comportamiento y la dirección seguida bajo su liderazgo.
De acuerdo con el portal digital alemán DW, se cree que Twitter podría ver marcharse a más de 32 millones de usuarios hasta 2024, de los más de 360 millones que se estima tenía en 2022.
Para el experto en medios Phillipp Müller, los problemas del servicio de microblogueo tienen muchas causas, entre ellas las declaraciones políticas de Musk, las medidas de reducción de costos y el despido del 80 por ciento del personal, que provocó dificultades con las funciones principales de la aplicación.
Este creciente descontento con la compañía llevó a que los rivales de Twitter se frotaran las manos ante la posibilidad de desbancarlo. Aunque Meta enfrenta sus propios desafíos y controversias, en 2022 sus ejecutivos comenzaron a debatir cómo sacar provecho de la situación, y de momento parece que la jugada les ha resultado favorable.
Varios analistas de tráfico de Internet citados por la cadena estadounidense CNN reportaron disminuciones notables en el uso de Twitter en los últimos días. A pesar de que la aplicación ya tenía una tendencia a la baja desde hace meses, datos de las empresas Internet Cloudflare y Similarweb apuntan a que el ritmo de declive se aceleró, lo que probablemente refleja un fuerte interés en Threads y una migración masiva de la plataforma de Musk a la de Zuckerberg.
Pese a ello, Müller puso en duda si un escenario vinculado a Instagram es lo más adecuado para desafiar a Twitter, dado lo diferentes que son ambas redes en términos de contenidos. “En Instagram, hay mucha comunicación positiva no tan política. Twitter, por otro lado, es un medio para la comunicación profesional. Dependiendo de la plataforma, se puede decir que las personas siguen cuentas muy diferentes”, manifestó a DW.
A eso se une que la compañía naciente se enfrenta a desafíos en el mercado actual con los que Twitter no tuvo que lidiar en sus orígenes, como son las crecientes preocupaciones sobre la privacidad de los datos, lo cual provocó que de momento no haya podido lanzarse en la Unión Europea.
En la descripción de privacidad, Threads enumera los datos personales que puede recopilar, incluidos los vinculados con salud y estado físico, información financiera, contactos, historial de navegación y ubicación, los cuales pueden compartirse potencialmente con “proveedores de servicios” y “socios de análisis”, entendidos a menudo como empresas de marketing y publicidad de terceros.
Al igual que sucede con otras redes sociales, incluidas las pertenecientes a Meta, expertos advierten que el intercambio de estos datos confidenciales plantea alarmas sobre la privacidad de los suscriptores y la posibilidad de uso o explotación no autorizados.
LA HEGEMOMÍA DE LOS GIGANTES TECNOLÓGICOS
En medio del amplio flujo de información sobre este enfrentamiento, están los criterios de quienes apuntan que, en realidad, la empresa de Musk nunca ha tenido realmente un peso tan significativo en el entorno virtual si se le compara con otros espacios similares.
Un artículo del diario The Washington Post apuntó que Twitter, en sus 17 años de existencia, ha tenido un rendimiento inferior al de Facebook, Instagram, YouTube, TikTok y en alguna medida Snapchat, calificadas en ese texto como “las únicas redes sociales que importan en la mayor parte del mundo”, aun cuando el empleo de la compañía de Musk como escenario de discusiones políticas suele generar gran atención en un entorno tan polarizado como la sociedad estadounidense.
En este contexto, Threads no se trata de una iniciativa emergente que supondrá de alguna forma un cambio en esa hegemonía de las grandes empresas tecnológicas. Por el contrario, se suma al poderoso dominio de Zuckerberg, el cual, como recuerda el Post, “te muestra publicaciones basadas en algoritmos que nadie puede ver, recopila tu información personal para la máquina publicitaria de Meta y consolida el poder en manos de su empresa”.
Una encuesta realizada en Estados Unidos en junio de 2022 por el Pew Research Center arrojó que, para el 72 por ciento de los interrogados, las empresas de redes sociales tenían demasiado poder e influencia en la política actual.
Más recientemente, en diciembre pasado, el 64 por ciento de los entrevistados en otro sondeo consideró que las redes sociales han sido más malas que buenas para la democracia en el país.
Un grupo bipartidista presentó el martes una propuesta bautizada como No Big Tech Money, con el fin de evitar la influencia de las grandes compañías de Silicon Valley sobre las elecciones de 2024 en la nación norteamericana.
A través de ese esfuerzo, se busca que los aspirantes a la Casa Blanca y al Congreso se comprometan a no aceptar donaciones de más de 200 dólares de parte de Apple, Amazon, Microsoft, Alphabet y Meta, al considerar que esas firmas “han acumulado demasiado poder sobre nuestra democracia, nuestra economía y nuestras vidas”.
Frente a todo este panorama, la pregunta que más valdría la pena plantearse, entonces, no sería si Threads desplazará a Twitter, sino si ese desplazamiento supondría algún cambio real en el modo en que las personas consumen y emplean estos escenarios digitales, que en no pocas ocasiones son terreno fértil para la proliferación de noticias falsas, censuras y promoción de contenidos controversiales.
