Claudia Sheinbaum hace historia

Seis años después de convertirse en la primera mujer jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum obtuvo otro resultado histórico al ganar la presidencia de la nación latinoamericana, donde nunca, en dos siglos de independencia, una fémina ha sido la encargada de guiar las riendas del país.   

   Como proyectaban las encuestas previas a los comicios del 2 de junio, fue la candidata del gobernante Movimiento Regeneración Nacional (Morena) la que logró romper en la presidencia de México el llamado techo de cristal, metáfora que designa a los obstáculos que impiden a las mujeres ascender a los más altos puestos de la vida pública.

   “No llego sola, llegamos todas. Con las heroínas que nos dieron patria, nuestras ancestras, nuestras madres, nuestras hijas y nuestras nietas”, expresó Sheinbaum en el Zócalo capitalino en su primer discurso tras imponerse en las elecciones, en las cuales obtuvo cerca del 60 por ciento de los votos como parte de una alianza integrada también por el Partido del Trabajo y el Partido Verde.

   Tal resultado fue muy superior al conseguido por su principal rival, Xóchitl Gálvez, quien obtuvo un 28 por ciento del respaldo como abanderada de los partidos Revolucionario Institucional, Acción Nacional y de la Revolución Democrática; y del otro contendiente de la campaña, Jorge Álvarez Máynez, del Movimiento Ciudadano, quien recibió poco más de un 10 por ciento.

   CONTINUIDAD DE LA CUARTA TRANSFORMACIÓN

   La llegada al poder de Sheinbaum es vista como la continuidad del proceso de cambio social conocido como cuarta transformación e iniciado en el país en 2018, cuando asumió la presidencia el actual mandatario, Andrés Manuel López Obrador. Así lo ha expresado la triunfadora en reiteradas ocasiones, entre ellas en el lanzamiento de su campaña en marzo pasado.

   Durante ese evento, aseguró que guardará el legado del vigente gobernante. “Hoy México tiene crecimiento económico, aumento del empleo formal, un peso fuerte, disminución de la pobreza, disminución de las desigualdades (…) vamos a seguir la transformación, es un compromiso por el bienestar de las mexicanas y los mexicanos”, manifestó entonces.

   La próxima presidenta ha expresado que preservará los programas y proyectos de López Obrador, como la pensión para adultos mayores, becas destinadas a jóvenes, e iniciativas de infraestructura.

   Al mismo tiempo, defiende otra propuesta: un aumento del sueldo mínimo, particularmente para los maestros de educación básica, policías, miembros de la Guardia Nacional, el Ejército y la Marina, médicos, y enfermeros.

   También, promete mantener la autonomía del Banco de México, asegurar un equilibrio razonable entre la deuda y el Producto Interno Bruto, continuar el fortalecimiento de Petróleos Mexicanos y la Comisión Federal de Electricidad como empresas públicas, y hacer del país una potencia docente y científica.

   Cuando asuma la presidencia el próximo 1 de octubre, Sheinbaum deberá enfrentar diversos desafíos como la economía, la violencia de género, la inseguridad y la criminalidad asociada a los cárteles de la droga, y la cuestión migratoria.

   Uno de los principales ejes de su propuesta de gobierno es precisamente el vinculado con la seguridad, el cual incluye puntos como atender las causas de la violencia, consolidar la Guardia Nacional, fortalecer la inteligencia y la investigación, y reformar el poder judicial.

   Como elemento a su favor para enfrentar los retos previstos durante el mandato de seis años, está el hecho de que debe contar con respaldo legislativo, pues, según datos preliminares, Morena alcanzó la mayoría calificada en la Cámara de Diputados (entre 346 y 380 asientos de los 500 de ese órgano) y tenía posibilidades de conseguirla también en el Senado compuesto por 128 escaños.

José Oscar Fuentes
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