G20 contra hambre y pobreza

   El surgimiento de la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza marcó la cumbre del G20 celebrada el 18 y el 19 de noviembre en Río de Janeiro, Brasil, cuyo presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, resultó el máximo impulsor de la iniciativa.

   A juicio del mandatario del gigante sudamericano, el primer problema mencionado resulta inaceptable en un mundo donde se producen cada año 400 millones de toneladas de alimentos.

   La pobreza y el hambre no son el resultado de la escasez o de fenómenos naturales, son el producto de decisiones políticas que perpetúan la exclusión de gran parte de la humanidad, afirmó Lula en el encuentro del grupo fundado en 1999.

    Junto a Brasil, el bloque incluye a Alemania, Arabia Saudita, Argentina, Australia, Canadá, China, Estados Unidos, Francia, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Reino Unido, Corea del Sur, Rusia, Sudáfrica, Turquía y la Unión Europea.

   En el foro también participan la Organización de Naciones Unidas, el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, la Organización Mundial de la Salud, la Organización Mundial del Comercio, la Organización Internacional del Trabajo, el Consejo de Estabilidad Financiera y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos.

    Según datos oficiales, el G20 abarca el 85 por ciento del Producto Interno Bruto mundial, más del 17 por ciento del comercio del orbe y cerca de dos terceras partes de la población global.

    Lula citó que 733 millones de personas están desnutridas en 2024 y se trata, recalcó, de mujeres, hombres y niños a los cuales se les ha negado el derecho a la vida, la educación y la alimentación.  

   Incumbe a quienes están aquí la tarea inevitable de poner fin a este flagelo que avergüenza a la sociedad, manifestó al dirigirse a homólogos, primeros ministros, cancilleres y altos funcionarios en la urbe carioca.

   Para Lula, alcanzar tal propósito será el mayor legado pues no se trata solo de hacer justicia, sino que es una condición esencial con el fin de construir sociedades más prósperas y un mundo de paz.

   Dicha alianza, trascendió en el final del encuentro, cuenta con la adhesión de al menos 82 países, 26 entidades internacionales, nueve instituciones financieras y 31 fundaciones filantrópicas y organizaciones no gubernamentales.

   Por otra parte, en el final de la cumbre, que también brindó atención a la lucha contra la crisis climática, el uso de las nuevas tecnologías, las perspectivas económicas globales y los conflictos bélicos, Brasil pasó la presidencia rotatoria (cada año lidera un país miembro) a Sudáfrica.

   Esto no es una transmisión común, es la expresión concreta de los vínculos históricos, económicos, sociales y culturales que unen a América Latina y África, señaló Lula, quien reconoció que los trabajos de su país al frente del G20 solo fueron capaces de arañar los complejos problemas enfrentados por la humanidad.

   Iniciamos un debate inédito sobre la tributación de los superricos, hemos puesto el cambio climático en la agenda de los Ministerios de Finanzas y Bancos Centrales, y aprobamos el primer documento multilateral sobre bioeconomía, ejemplificó.

     MENSAJE DEL PAPA

    Un espaldarazo a la mencionada alianza resultó el mensaje del papa Francisco a la cumbre, en el cual el Sumo Pontífice instó a destinar al combate contra el hambre los recursos de los crecientes gastos armamentistas.

   El hambre es criminal y la alimentación es un derecho inalienable, expuso el religioso en la misiva leída por el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado de la Santa Sede.

   Cuando la especulación financiera manipula el precio de los alimentos, tratándolos como una mercancía más, millones de personas sufren y mueren de hambre, expuso Francisco, y también reiteró sus críticas a los conflictos armados.

    Las guerras, recalcó, son responsables de un número significativo de muertes, desplazamientos masivos y degradación ambiental, y, además, están contribuyendo a un aumento de la hambruna y la pobreza.

    A criterio del Papa, resulta de suma importancia que el G20 identifique nuevas vías para lograr una paz estable y duradera. Quizás, muchos en el mundo coincidan con esa afirmación, más allá de cualquier ideología.

19.11.2024 – Presidente da República, Luiz Inácio Lula da Silva, durante Foto oficial do Desenvolvimento Sustentável e Transição Energética do G20. Rio de Janeiro – RJ Foto: Ricardo Stuckert/PR
José Oscar Fuentes
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