Trump contundente en caucus de Iowa

  A pesar de los numerosos problemas con la ley, los cuales incluyen casos penales en su contra en los que ha sido acusado de 91 cargos por delitos graves, Donald Trump se mantiene como el candidato casi seguro del Partido Republicano para las próximas elecciones presidenciales en Estados Unidos.

   Si el pasado año el exmandatario fue juzgado dos veces y acusado otras cuatro, para este 2024, cuando quiere volver a probar suerte en las urnas en busca de convertirse nuevamente en jefe de la Casa Blanca, podría ser sometido hasta a cinco juicios separados por imputaciones que podrían conllevar penas máximas de 20 años en prisión.

   Aun con ese panorama legal adverso, el magnate inmobiliario que ganó por vez primera la presidencia en 2016 continúa en la preferencia de los votantes de su partido, y así lo evidenciaron los recién celebrados caucus de Iowa, donde se confirmaron los pronósticos que lo daban como el contundente vencedor de ese proceso.

   ARRANCADA ELECTORAL

   Dicho pequeño estado del Medio Oeste no es de los que posee más peso en los comicios para elegir al presidente de Estados Unidos, pues solamente concede seis de los 270 votos electorales que se necesitan como mínimo para ganar ese cargo.

   Sin embargo, cada cuatro años Iowa acapara las miradas de los estadounidenses y se convierte en protagonista de la vida política del país, porque es allí donde comienza el proceso electoral primario para seleccionar a los candidatos presidenciales de los partidos Republicano y Demócrata, las dos principales fuerzas políticas de la nación norteamericana.

   Luego de meses de mítines de campaña, esfuerzos de recaudación de fondos, debates y presentación de propuestas sobre temas diversos, los aspirantes a encabezar el Ejecutivo se someten por primera vez en Iowa a la decisión de los votantes, y este 2024 no fue la excepción, pues fue precisamente en ese territorio donde los republicanos dieron su pistoletazo de salida.

   Aunque la mayoría de los estados del país escogen a los candidatos a través de elecciones primarias que son organizadas por las autoridades del territorio, en algunos sitios tradicionalmente republicanos el mecanismo a emplear son estos caucus o asambleas políticas dirigidas por los propios partidos.

   En el caso específico de las reuniones celebradas el 15 de enero en casi mil 700 sitios de Iowa como escuelas, iglesias y centros comunitarios, a los representantes de cada campaña se les permitió dar un breve discurso en apoyo a su candidato, y luego se entregaron papeletas a los asistentes a las asambleas, quienes realizaron el sufragio mediante una votación secreta.

   Tanto este proceso de caucus como las primarias permiten otorgar delegados basados en el porcentaje de votos recibido por cada aspirante, con vistas a la celebración de la Convención Nacional de la fuerza política. En tal reunión, el candidato con mayor cantidad de delegados se convierte en el nominado del partido para los comicios presidenciales de noviembre.

   TRUMP A LA CABEZA, DESANTIS SEGUNDO

   Que Trump fuera el ganador en Iowa no es en realidad la noticia, pues los sondeos previos a esa cita señalaban que el exmandatario no solo saldría victorioso de ese primer examen con los votantes, sino que, además, ostentaría una ventaja considerable.

   Las mayores interrogantes giraban en torno a cuán grande sería la diferencia que alcanzaría el otrora gobernante sobre sus rivales, y cuál de estos últimos lo secundaría en la preferencia de los electores.

   Al término de la jornada, Trump recibió el 51 por ciento de los votos, la mayor cifra obtenida por un contendiente en la historia de los caucus de Iowa, y logró imponerse en 98 de los 99 condados del estado. Solo se le escapó el de Johnson, donde la exgobernadora de Carolina del Sur Nikki Haley pudo imponerse sobre él con diferencia de solo un voto.

   El triunfo del magnate fue tan evidente desde el primer momento que los medios estadounidenses de prensa comenzaron a hablar de su victoria cuando todavía las asambleas no habían terminado.

   La agencia de noticias Associated Press, por ejemplo, anunció el triunfo de Trump a las 19:31, hora local, solamente 31 minutos después del inicio de la votación en el estado.

   Datos del periódico The Hill indican que en los caucus de Iowa, celebrados en medio de una ola de frío con temperaturas de 21 grados Celsius bajo cero, participaron 110 mil 298 personas, lo cual representa un 41 por ciento menos que el récord de asistencia registrado en 2016, cuando cerca de 187 mil republicanos tomaron parte en esas reuniones.

   Trump recibió 56 mil 260 votos, suficiente para dejar atrás al exgobernador de Florida Ron DeSantis, segundo gracias al apoyo de 23 mil 420 personas (21,2 por ciento del total); a Haley, quien consiguió el respaldo de 21 mil 85 votantes (19,1); y al empresario Vivek Ramaswamy, merecedor de ocho mil 449 papeletas (7,7).

   A partir de esos números, el expresidente obtuvo 20 de los 40 delegados en disputa en el estado, en tanto DeSantis terminó con ocho, Haley con siete, Ramaswamy con tres, y al cierre de esta edición quedaban otros dos por asignar.

   Lo conseguido por Trump en Iowa no es cuantitativamente tan significativo si se tiene en cuenta que representa una parte muy pequeña de los mil 215 delegados que necesita para ganar la nominación del partido en la Convención Nacional Republicana de julio próximo, pero constituye una buena arrancada para el exgobernante en sus aspiraciones de enfrentarse en noviembre al actual presidente del país, el demócrata Joe Biden.

   En el caso de la fuerza política de este último, a diferencia de años anteriores los demócratas no realizaron los caucus de Iowa de la manera tradicional, sino que los electores enviaron sus votos por correo y estos serán contabilizados en el llamado supermartes del 5 de marzo.

   De ese modo, la formación identificada con el color azul tendrá el inicio oficial de sus primarias el 3 de febrero en Carolina del Sur, aunque el proceso resulta más una formalidad, dada la esperada primacía de Biden.

   ¿QUÉ VIENE AHORA PARA LOS REPUBLICANOS?

   Un análisis del diario The Washington Post apuntó que para Trump la noche del 15 de enero produjo un resultado ideal, lo que obligó a DeSantis a tener un desempeño inferior a sus propias ambiciones y, al mismo tiempo, le negó a Haley el claro impulso que buscaba antes de las primarias del 23 de enero en New Hampshire, la próxima parada en el proceso electoral republicano.

   Ninguno de esos dos rivales logró en Iowa fortalecer su oposición al exmandatario, aunque ambos permanecen de momento en la competencia por la nominación del partido. Ramaswamy, por su parte, sí decidió poner fin a su campaña presidencial después de mostrar un desempeño decepcionante, y expresó públicamente que dará su apoyo a Trump.

   A su vez, el sitio digital Vox indicó que lo ocurrido en el estado del Medio Oeste no significa que el magnate inmobiliario haya ganado todavía, pero ciertamente está en camino de lograrlo, a menos que suceda algo muy dramático que sacuda la contienda.

   La más cercana oportunidad para que ocurra algo realmente sorprendente que cambie el liderazgo del exgobernante llegará el martes con las mencionadas primarias de New Hampshire, un territorio donde Trump también encabeza las encuestas, aunque con una ventaja significativamente menor, y en el cual Haley apunta a un posible segundo lugar.

   De acuerdo con Vox, si Trump gana allí de manera abrumadora, será una fuerte señal de que conseguirá la nominación fácilmente; por el contrario, si triunfa Haley, o si el expresidente obtiene una victoria muy cerrada, podría presenciarse entonces algo más parecido a una competencia real y no a una coronación total.

   Pero, con independencia de lo que suceda en New Hampshire, la jornada verdaderamente decisiva debe ser la del supermartes del 5 de marzo, cuando se celebrarán comicios primarios en 15 estados, al término de los cuales se asignará un 47 por ciento del total de delegados republicanos.

   Mientras llegan esas fechas, lo evidente hasta el momento es que Trump mantiene muy alta su popularidad entre una buena parte de los votantes republicanos, muchos de los cuales lo consideran apto para ser presidente pese a su negativa a reconocer su derrota en las elecciones de 2020, su apoyo al ataque al Capitolio el 6 de enero de 2021, y sus numerosos problemas legales.

   Según el diario The New York Times, su decisivo éxito en Iowa reveló una nueva profundidad en la devoción que le tienen sus seguidores, con quienes ha cultivado una relación con pocos precedentes.

   “Los valida, los entretiene, habla por ellos y los utiliza para su ventaja política y jurídica. Esta conexión (un vínculo ganado con esfuerzo para algunos, un culto a la personalidad para otros) ha desatado una de las fuerzas más duraderas de la política estadounidense”, apuntó el periódico.

   Ese nivel de veneración, ciertamente, puede garantizarle a Trump la nominación republicana. Queda por ver si sería suficiente para llevarlo nuevamente a la Casa Blanca.

José Oscar Fuentes
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