Intenso calendario electoral en 2024

 Esa variopinta región que es América Latina despide el año 2024 como testigo del desarrollo de “un intenso calendario electoral” y sin dejar de pensar en los problemas económicos y sociales pendientes de solución y en las afectaciones por las inclemencias del clima, cada vez más marcado debido a su innegable cambio.  

   Desde las urnas en comicios presidenciales, hubo repetidas victorias del salvadoreño Nayib Bukele, el dominicano Luis Abinader y el venezolano Nicolás Maduro, mientras que a la lista de triunfadores se sumaron el panameño José Raúl Mulino, la mexicana Claudia Sheinbaum y el uruguayo Yamandú Orsi, quien asumirá el Ejecutivo de su país el próximo 1 de marzo.

    Atenta, y quizás más cautelosa y menos esperanzada, también estuvo esta área geográfica a las elecciones en Estados Unidos, que vieron sonreír al republicano Donald Trump, mandatario antes (2017-2021) y otra vez en el cargo a partir del cercano 20 de enero, cuando, según sus propias palabras, muchas cosas a nivel nacional e internacional comenzarán a ser diferentes.  

   La contienda estadounidense por el poder representó una profunda debacle del Partido Demócrata, que junto a la pérdida de la presidencia sufrió duros golpes en el Congreso (Senado y Cámara de Representantes de 100 y 435 miembros, respectivamente).

   Ni el hecho de ser sometido a dos juicios políticos, ni su papel en el asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021, ni el haber sido condenado en cuatro procesos penales después de dejar la Casa Blanca, ni su continua retórica ofensiva contra grupos minoritarios como los inmigrantes impidieron el éxito de Trump sobre Kamala Harris, vicepresidenta y principal rival del exgobernante.

   BUKELE

   Cuando todavía faltaban por contabilizarse más de la mitad de los votos, el presidente de El Salvador celebró un nuevo triunfo en el cual se rompieron “todos los récords de todas las democracias en toda la historia del mundo”, de acuerdo con el propio Bukele en una alocución ante sus seguidores.

    El jefe de Estado aseguró que nunca un proyecto había ganado con la cantidad de respaldo obtenido por él, de la coalición Nuevas Ideas, en la consulta del 4 de febrero.

   Gracias a esa victoria, el hombre de 42 años de edad se convirtió en la primera persona en gobernar en un segundo mandato consecutivo desde 1983 en un país donde la violencia ya no es, por su gestión, el mal social de tiempos anteriores.

   ABINADER     

   Tras conservar la condición de amplio favorito al éxito durante la campaña electoral, Abinader logró la reelección el 19 de mayo y así el Partido Revolucionario Moderno, bajo su liderazgo, continuó la hegemonía en República Dominicana.

   Un elevado índice de aceptación entre sus compatriotas, los resultados económicos, más allá de la triste realidad de los pobres, y las políticas relacionadas con la migración fortalecieron la imagen del político.

   Con el 57 por ciento del apoyo de los votantes, suficiente para impedir una segunda cita en las urnas, Abinader dejó relegados a los otros ocho contendientes, incluido el tres veces gobernante Leonel Fernández (1996-2000, 2004-2008 y 2008-2012), de Fuerza del Pueblo y el segundo aspirante de mayor respaldo.

   Abel Martínez, exalcalde de Santiago de los Caballeros (la ciudad más importante después de la capitalina Santo Domingo) y en busca de la presidencia por el Partido de la Liberación Dominicana quedó en tercer lugar.

   MADURO

   La noticia de que Maduro fue reelecto el 28 de julio para otro mandato de seis años generó fuertes y divididas reacciones en América Latina y a nivel internacional.

   Además del candidato del Gran Polo Patriótico Simón Bolívar, coalición encabezada por el Partido Socialista Unido de Venezuela, el cual creó el fallecido presidente Hugo Chávez en 2008, otras nueve personas se postularon como aspirantes al Palacio de Miraflores, sede del Ejecutivo.

   Sin embargo, solo Edmundo González, de Plataforma Unitaria Democrática, apareció con posibilidades de hacerle frente a Maduro, teniendo en cuenta los sondeos de intención de votos contradictorios que se difundieron antes de los comicios y a las masivas movilizaciones generadas a favor de cada opción.

   En medio de denuncias de uno y otro lado sobre fraude y llamados a la violencia, el Consejo Nacional Electoral (CNE) anunció a Maduro como vencedor de las elecciones.

   Después de esa comunicación, gobiernos de la referida zona (Bolivia, Honduras, Cuba y Nicaragua) reconocieron tal desenlace y otros (Chile, Argentina, Panamá, Ecuador, Perú, República Dominicana, Costa Rica y Uruguay) se negaron a hacerlo y pusieron en duda la veracidad correspondiente.

   Brasil, Colombia y México instaron a una verificación imparcial de los resultados y pidieron al CNE publicar los datos desagregados por mesa de votación para que existiera transparencia y credibilidad.

   Como respuesta, Maduro rechazó lo que calificó de injerencistas acciones y declaraciones de “los gobiernos subordinados a Washington” y denunció la existencia de “un plan de desestabilización masiva organizado por Estados Unidos, la derecha internacional extremista y el narcotráfico colombiano”.

    MULINO

    Fiel compañero del otrora mandatario Ricardo Martinelli y en representación de Realizando Metas, Mulino superó el 5 de mayo a su principal contrincante, Ricardo Lombana, del Movimiento Otro Camino y capaz de rebasar las previsiones de las encuestas.

   También aventajó al expresidente Martín Torrijos, del Partido Popular; y al resto de los contendientes, incluido José Gabriel Carrizo, propuesta del entonces oficialista Partido Revolucionario Democrático.

   Cuando en marzo el Tribunal Electoral inhabilitó a Martinelli como aspirante al Ejecutivo, Mulino tomó su lugar en la boleta, pasó a ser el último candidato en incorporarse a la pugna y no participó en un debate con los demás rivales.

   Para los panameños, no era un desconocido pues el hombre de 64 años de edad había desempeñado varios cargos públicos e, incluso, estuvo también implicado en escándalos de corrupción.

   Durante la campaña, Mulino lanzó propuestas enfocadas en la recuperación económica, el desarrollo de infraestructura para la rehabilitación de carreteras y el fortalecimiento del alcance de la energía eléctrica.

    SHEIMBAUN

    Seis años después de convertirse en la primera mujer jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Sheinbaum obtuvo otro resultado histórico al conseguir la presidencia de la nación, donde nunca, en dos siglos de independencia, una fémina había sido la encargada de guiar sus riendas.

    Como proyectaron los sondeos previos a los comicios del 2 de junio, fue la candidata del gobernante Movimiento Regeneración Nacional (Morena) la demoledora del llamado techo de cristal, metáfora que designa a los obstáculos que impiden a las mujeres ascender a los más altos puestos de la vida pública.

    “No llego sola, llegamos todas. Con las heroínas que nos dieron patria, nuestras ancestras, nuestras madres, nuestras hijas y nuestras nietas”, expresó Sheinbaum en su primer discurso tras imponerse en un proceso en el cual acaparó cerca del 60 por ciento de los votos como parte de una alianza integrada también por el Partido del Trabajo y el Partido Verde.

   Dicho resultado fue muy superior al conseguido por su principal oponente, Xóchitl Gálvez, abanderada de los partidos Revolucionario Institucional, Acción Nacional y de la Revolución Democrática; y el igualmente perdedor, Jorge Álvarez, del Movimiento Ciudadano.

   Además de otros, Sheinbaum se enfrenta desde el cargo asumido el 1 de octubre a desafíos como la economía, la violencia de género, la inseguridad, la criminalidad asociada a los cárteles de la droga y la cuestión migratoria.

   ORSI

   Capaz de repetir en el balotaje del 24 de noviembre su victoria en la primera vuelta, cuatro semanas antes, y por encima de muchos pronósticos desfavorables, Yamandú Orsi será el próximo presidente de Uruguay.

    El candidato del Frente Amplio derrotó en el momento decisivo a Álvaro Delgado, del gubernamental Partido Nacional y representante de la Coalición Republicana, alianza electoral de 2019 cuando salió triunfador Luis Lacalle y aglutinadora también del Partido Colorado, Cabildo Abierto, el Partido de la Gente, el Partido Independiente y el Partido Constitucional Ambientalista.

   Nacido hace 57 años en Canelones, el segundo departamento de mayor población de su país, y profesor de Historia, Orsi prometió que gobernará con honestidad y decencia, pues “no puede haber nada para ocultar, no se puede barrer bajo la alfombra”.

    Además, según él, acudirá al diálogo con la sociedad y los distintos actores políticos, y buscará generar crecimiento económico, estabilidad, protección y bienestar social necesario.

   De la misma manera, adelantó, se hará cargo de la seguridad, uno de los temas que más preocupa a sus compatriotas, convencido de que se debe ser muy duro con cualquier obstáculo a la tranquilidad colectiva.

   Ante miles de seguidores del Frente Amplio instantes después de conocer el triunfo, Orsi aseguró en un mensaje, calificado por diversos analistas de inclusivo, que estará dispuesto a oír a los perdedores de la votación y no habrá espacio para el agravio y la descalificación.

José Oscar Fuentes
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