Cambio climático: peligro extendido sobre América Latina

   El planeta parece estar en llamas… En las últimas semanas las altas temperaturas alcanzaron valores récord en muchas partes del orbe y la comunidad científica se mantiene en vilo ante el azote del calor sofocante que no da señales de menguar en el futuro próximo.

   Al mismo tiempo, las inundaciones, los huracanes, los incendios forestales y otros desastres naturales resultan cada vez más habituales y severos, como evidencia de que las alertas lanzadas hace años sobre los efectos del cambio climático no son solo preocupaciones para el futuro, sino un peligro presente que amenaza como espada de Damocles a millones de personas.

   Dentro de este alarmante panorama, se encuentra particularmente en riesgo la región de América Latina y el Caribe, donde en los últimos 30 años las temperaturas aumentaron en promedio 0,2 grados Celsius cada década, la tasa más alta registrada desde 1900, cuando empezaron a seguirse esos datos.

   Un informe difundido a principios de este mes por la Organización Meteorológica Mundial (OMM) apuntó que los fenómenos extremos y los choques climáticos se están agravando en esta zona geográfica, a medida que se aceleran la tendencia al calentamiento a largo plazo y el aumento del nivel del mar.

   El estudio, titulado El estado del clima en América Latina y el Caribe 2022, advierte sobre los crecientes impactos en los países y las comunidades locales, a través de eventos como los ciclones tropicales, las fuertes precipitaciones e inundaciones, y las severas sequías.

LA FURIA DE LA NATURALEZA

   A principios de 2022, la naturaleza se ensañó con la ciudad de Petrópolis, en el estado brasileño de Río de Janeiro. El 15 de febrero, la localidad recibió 258 milímetros de lluvias en solo tres horas, una cantidad superior a la registrada en los 30 días anteriores juntos. Durante las semanas siguientes, hasta el 20 de marzo, las precipitaciones dejaron una estela de destrucción y más de 230 fallecidos.

   Ese fue uno de los muchos lugares latinoamericanos golpeados por las anegaciones y los deslizamientos de tierra, que causaron numerosas muertes y miles de millones de dólares de pérdidas económicas en toda el área, apuntó el reporte de la OMM.

   Además del incremento de la temperatura y las inundaciones, el texto indicó que en 2022 los niveles del mar continuaron aumentando a un ritmo mayor en el Atlántico Sur y el Atlántico Norte subtropical en comparación con la media mundial, lo cual pone en riesgo las zonas costeras de varias naciones.

   Del mismo modo, los ciclones tropicales tuvieron gran intensidad, en particular Lisa, Ian y Fiona, este último convertido en el tercer huracán más costoso desde 1980, al dejar daños estimados en dos mil 500 millones de dólares en Puerto Rico; en tanto las temperaturas excepcionalmente altas, la poca humedad y la sequía severa llevaron a incendios forestales sin precedentes en América del Sur, sobre todo en Argentina y Paraguay.

NECESIDAD DE ADAPTACIÓN

   Petteri Taalas, secretario general de la OMM, advirtió a los países latinoamericanos y caribeños que al menos durante los próximos 40 años las olas de calor, las inundaciones, las sequías y los huracanes serán cada vez más habituales, por lo que llamó a los gobiernos a establecer sistemas de alerta temprana ante estos fenómenos.

   En entrevista con la agencia EFE durante la celebración en Cuba de la XIV Convención Internacional sobre Medioambiente y Desarrollo, el titular manifestó que es necesaria la adaptación al cambio climático, porque la tendencia negativa en los patrones meteorológicos va a seguir hasta la década de 2060, “hagamos lo que hagamos”.

   Por eso, consideró pertinente la adopción de esos sistemas de alerta temprana, que en la actualidad solo existen en una parte de los países de la región.

   Según la OMM, esos mecanismos deben servir para detectar “múltiples peligros”, incluyendo “riesgos meteorológicos, hidrológicos, geofísicos y oceánicos”, y prever el impacto en “la agricultura, la seguridad pública, el transporte, la salud pública y el sector energético”.

Alarmas similares se emitieron en la V Conferencia Regional del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático celebrada en Colombia del 12 al 14 de julio, cuando  los científicos participantes indicaron que cada incremento de temperatura multiplica los riesgos, y lamentaron que la región tiene serias deficiencias en los procesos de adaptación.

Para combatir la situación, la ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Colombia, Susana Muhamad, abogó por “un proyecto latinoamericano de monitoreo del clima” porque hasta el momento los gobiernos “no estamos monitoreando” y eso provoca que no haya datos ni publicaciones científicas sobre las amenazas del cambio climático.

José Oscar Fuentes
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