La ola de violencia que vive Paraguay provocó un llamado de atención al presidente de ese país, Mario Abdo Benítez, a tomar medidas urgentes para garantizar la seguridad ciudadana.
El gobernador del departamento de Amambay, Ronal Acevedo, exigió al mandatario reforzar la lucha contra el crimen organizado y otras formas delincuenciales que han cobrado varias vidas en las últimas semanas.
Acevedo aseguró que de no ser así la organizaciones criminales y sus acciones tomarán más fuerza y continuarán permeando las instituciones del Estado encargadas de combatirlas.
El sábado pasado cuatro personas fueron asesinadas en la ciudad Pedro Juan Caballero, capital del referido departamento fronterizo con Brasil al salir de un centro nocturno, entre ellas la hija de Acevedo, una joven de 21 años de edad.
‘El Estado paraguayo es cómplice de este cuádruple crimen. Pido a Mario Abdo Benítez que tome en serio la seguridad. El crimen organizado cada día más se está fortaleciendo, está perdiendo la vergüenza, está infiltrado en todos los ámbitos de la sociedad’, dijo el gobernador citado por el diario La Nación.
Recordó que las regiones fronterizas del país suramericano han sido tradicionales centros de operaciones de estas bandas y señaló a la falta de voluntad política del Gobierno como una de las razones de estos actos de violencia.
Con preocupación agregó que los grupos dedicados al narcotráfico infiltraron las estructuras del Gobierno, incluidas las de seguridad, y son como una empresa grande que toma fuerza porque no hay control, no hay un combate y tiene un terreno fértil en las fronteras.
Tenemos miedo, estamos inseguros y nos cuidamos, apuntó.
Personal policial extra fue movilizado hacia Pedro Juan Caballero, urbe conocida en algunos medios como ‘la Sinaloa de Paraguay’ en referencia a esa ciudad de México, cuartel general del Cártel de Sinaloa, una de las organizaciones criminales más peligrosas del mundo.
El ministro del Interior paraguayo, Arnaldo Giuzzio, reconoció lo difícil de la situación, en parte debido a la corrupción de las fuerzas del orden público.