Un grupo de ciudadanos exigió la libertad del exvicepresidente de Ecuador Jorge Glas mediante un plantón en las afueras de la cárcel de máxima seguridad La Roca, en Guayaquil, donde se encuentra detenido.
Con carteles y consignas llegaron personas de varias provincias a las inmediaciones del centro penitenciario, según imágenes compartidas en redes sociales.
La acción formó parte de la jornada convocada por el Comité Internacional que pide la excarcelación del otrora vicemandatario, tras las rejas desde el pasado 5 de abril cuando uniformados ecuatorianos irrumpieron en la embajada de México para aprehenderlo.
Más de 220 personalidades de 15 países, exjefes de Estado, juristas, congresistas, académicos y representantes de organismos internacionales y movimientos sociales firmaron la semana pasada una carta en la cual solicitaron a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ampliar las medidas cautelares vigentes para Glas.
El coordinador del Comité, Sacha Llorenti, señaló que una delegación de la CIDH visitó al preso el pasado 28 de octubre en La Roca y hasta ahora no existe un pronunciamiento.
Instó a ese organismo a emitir un criterio lo antes posible, debido a las condiciones de Glas, a quien se le han cerrado las posibilidades en las instituciones ecuatorianas y es necesario garantizar su vida e integridad, así como una restitución del estado de asilado diplomático.
Considerado uno de los símbolos de la persecución judicial o “lawfare” en Ecuador, el exvicepreseidente recibió de forma temporal la prelibertad el 28 de noviembre de 2022 luego de la unificación de dos penas de cárcel de seis y ocho años por los casos Odebrecht y Sobornos; sin embargo, la medida fue revocada.
A inicios de 2024, la justicia ordenó su captura por presunto peculado en el caso denominado Reconstrucción de Manabí, que investiga una supuesta malversación en obras públicas tras el terremoto de 2016.
Glas estuvo en la embajada de México en Quito desde diciembre de 2023 hasta el último 5 de abril, día en que uniformados allanaron la legación diplomática para capturarlo por orden del mandatario ecuatoriano, Daniel Noboa.