La presidenta peruana, Dina Boluarte, convocó a elecciones generales para el 12 de abril de 2026, en medio de planteamientos de su destitución, que el Gobierno denunció como amenaza de un “golpe blanco”.
Boluarte hizo el anuncio en un mensaje a la nación, en el que estuvo acompañada por el presidente del Jurado Nacional de Elecciones, Roberto Burneo, y los jefes de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE), Piero Corvetto, y del Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (Reniec), Carmen Velarde.
El domingo último, el primer ministro Gustavo Adrianzén afirmó en un artículo publicado en la gaceta oficial que sectores del Ministerio Público y medios de prensa coordinan un “golpe blanco” mediante la vacancia de la presidenta por el Parlamento.
La drástica medida, que la oposición minoritaria intentó sin éxito en varias oportunidades, volvió a ser planteada por legisladores contrarios al Gobierno tras la censura, la semana pasada, al ministro del Interior Juan José Santiváñez.
Boluarte se comprometió a mantener absoluta neutralidad e imparcialidad para evitar que los resultados de los comicios sean cuestionados y a dotar de los recursos necesarios a los organismos electorales, para “el cabal cumplimiento de sus funciones”.
Manifestó que espera que, tras los comicios, termine el período de polarización e inestabilidad iniciado en 2018, por el cual Perú tuvo seis presidentes: Pedro Pablo Kuczynski, Martín Vizcarra, Manuel Merino, Francisco Sagasti, Pedro Castillo y ella.
También, se comprometió a respetar los resultados de las elecciones de presidente, senadores y diputados, y a entregar su cargo al ganador principal de los comicios.
Recordó las circunstancias de su ascenso al puesto, luego de la detención y destitución de Castillo, en diciembre de 2022, tras lo cual se desataron protestas reprimidas con un saldo de medio centenar de muertos, por lo que es investigada por la Fiscalía.
Por otro lado, Boluarte volvió a lanzar ataques contra aquellos manifestantes, y los llamó golpistas que pusieron al país “al borde del precipicio”.