La cancillería y la Secretaría de Economía presentaron el Plan México al cuerpo diplomático acreditado y a los titulares de las representaciones del país en el exterior para potenciar el alcance de la iniciativa.
Durante el encuentro, el secretario de Relaciones Exteriores, Juan Ramón de la Fuente, dijo que las 162 embajadas, consulados y misiones de México contribuirán de manera más activa a la promoción del proyecto dirigido a impulsar el desarrollo social y económico.
Recordó a embajadores y cónsules que impulsarán la iniciativa, que esta nación latinoamericana cuenta con activos muy sólidos, empezando por el liderazgo y prestigio internacional de la presidenta Claudia Sheinbaum.
Asimismo, consideró la internacionalización del Plan México con socios estratégicos como muy importante en el marco de la soberanía, y para ello “habrá que desplegar nuestras mejores capacidades diplomáticas, consulares y de cooperación internacional”.
De acuerdo con el titular, el propósito es promover de una manera más efectiva la presencia de México en el mundo, así como la participación de socios estratégicos en este tipo de programas.
El secretario de Economía, Marcelo Ebrard, mencionó que la inversión extranjera resulta muy relevante, porque habrá relocalización de muchas cadenas productivas, “se van a mover las cadenas de subvenciones y México va a estar listo para participar en eso”.
“Desde el sector privado promoveremos la internacionalización del Plan México como un signo de apertura, transparencia y confianza hacia nuestro país”, dijo el presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Francisco Cervantes, en declaraciones versionadas por un comunicado de cancillería.
El objetivo, explicó, reside en “diversificar nuestro comercio y robustecer al mismo tiempo las inversiones en México, así como nuestras oportunidades de alianza en los negocios, con la expectativa de consolidar la prosperidad compartida que tanto anhelamos”.
El Plan México, estrategia de desarrollo con la participación de los sectores público y privado, busca convertir a esta nación en la décima economía del mundo y reforzar, entre otros, la autosuficiencia alimentaria y energética, así como la fabricación nacional para el mercado interno.