La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) pronosticó esta semana que la región continuará una trayectoria de bajo crecimiento el presente año, con un promedio de 1,8 por ciento, aunque para 2025 subirá hasta el 2,3.
De acuerdo con el informe anual de la Cepal, el escaso incremento del Producto Interno Bruto (PIB) en 2024 se observará en todas las subregiones, y en América del Sur será de 1,5; en Centroamérica y México de 2,2, y en el Caribe, sin incluir Guyana, de 2,6.
En toda el área, solamente Haití y Argentina registrarán una contracción este año, advirtió la Cepal.
A nivel regional, el modesto aumento del PIB sigue condicionado por un contexto internacional incierto, marcado por la elevada inflación y altas tasas de interés a nivel mundial.
El organismo de Naciones Unidas alertó que la situación puede verse agravada por una posible exacerbación de las tensiones geopolíticas y comerciales, así como por el empeoramiento de los efectos del cambio climático.
Si bien en los últimos tiempos hay una tendencia a la baja de la inflación, esta permanecerá en niveles elevados del 5,9 por ciento en 2024 y 4,4 en 2025.
Además del análisis de la coyuntura macroeconómica, el estudio analizó las consecuencias de una agudización de los impactos climáticos sobre la creación de puestos de trabajo.
Latinoamérica y el Caribe es muy vulnerable a la incidencia del calentamiento global y la mayoría de los países están situados en zonas geográficas muy expuestas a la ocurrencia de fenómenos meteorológicos extremos.
Al mismo tiempo, la región se caracteriza por su elevado nivel de dependencia de actividades económicas que podrían verse afectadas por estos problemas, como la agricultura, la minería y el turismo.
Si no se implementan políticas de adaptación y mitigación, los fenómenos meteorológicos pueden tener efectos muy negativos sobre el crecimiento económico y el empleo, recalcó la Cepal.